El jugador británico releva el calvario que ha sufrido con su lesión de cadera y desvela que irá a Abu Dhabi a entrenar.
Andy Murray en 2017.
Todo lo que pueda ocurrir a partir de ahora es una incógnita. La esperanza y el miedo se funden en una extraña sensación que solo conocen aquellos que se han visto al borde del abismo y Andy Murray ha extraído lecciones de esta dura etapa. El británico ha sufrido una dolorosa lesión en su cadera que le ha hecho caer del cielo al infierno en menos de un año y tener que replantearse muchas cosas. Con el aplomo que da la veteranía y la adrenalina que produce ver la luz al final del túnel, el británico repasó sus últimos meses.
"Estuve muy mal la mayor parte del 2017. Me voy encontrando mucho mejor pero esto es un proceso lento. Necesito estar sano para poder luchar por mis objetivos", afirmó el de Dunblane en declaraciones recogidas por The Times. "Mi objetivo es competir bien en el Open de Australia 2018 y tratar de volver a ganar Grand Slams. Fue un golpe moral muy duro para mí tener que irme de Wimbledon cojeando", aseveró un hombre que compitió muy lastrado la mayor parte del pasado año y cuya derrota ante Sam Querrey en el All England Lawn Tennis Club fue la prueba de que tenía que parar.
Murray es cauto y es consciente de que su lesión ha sido grave y no ha de meterse prisa por volver a la élite. "Lo único que deseo es sentirme bien, sin dolor y volver a disfrutar en la pista. Lo que me motiva es ganar los grandes torneos y ser número 1 del mundo pero ahora lo único en lo que pienso es en estar sano. "Estar cuatro o cinco meses fuera del circuito y que haya dudas sobre la lesión, te da una perspectiva diferente de las cosas y te das cuenta de que lo prioritario es estar sano", aseveró un Andy que hizo una interesante confesión.
En la misma línea se mostró Novak Djokovic hace unas horas y da la sensación de que los grandes dominadores del circuito ATP durante todo el 2016 pueden extraer muchas lecciones positivas de este duro periplo de lesiones que ambos han atravesado. "Esta lesión me ha permitido volver a darme cuenta de lo mucho que amo este deporte y lo que me gusta jugar al tenis", comentó el escocés, dando una clara muestra de su actitud positiva.
Sorprendió a última hora al confirmar que viajará a Abu Dhabi para entrenar con los participantes del Mubadala World Tennis Championship pero no disputará ningún partido, en lo que supone una manifiesta prueba de la motivación y el buen desarrollo de su lesión. Andy Murray está listo a nivel mental y aunque haya dudas sobre su físico, con esta actitud lo lógico es que volviera a lo más alto tarde o temprano.
