Los profesionales del mundo canino nos enfrentamos a caras extrañas todos los días.
Sobre todo de personas que no forman parte de una familia multiespecie.
Para mucha de esta gente, los perros siguen anclados a esa idea del pasado en la que los animales eran una herramienta de trabajo más.
Los caballos transportaban, los burros ayudaban a sembrar, los gatos cazaban ratas y los perros cuidaban del rebaño y espantaban a las bestias.
Con esa imagen se han quedado.
Y no conciben la idea de que una familia pueda estar compuesta por animales y humanos.
Hasta el punto de que no se tomen en serio tu profesión.
Pero gracias a que existen profesionales del mundo canino de todo tipo, la antrozoología cada vez se va haciendo más y más grande.
Gracias, profesionales de la salud humana, por ser conscientes de que los animales ocupan una parte imprescindible en su salud en general.
A los profesionales de la salud animal, porque sin vosotros, nuestros compañeros estarían muy desprotegidos.
A los profesionales de la educación humana, por integrar en esta a los animales.
Y a los profesionales de la educación canina, por guiar a aquellas personas que quieren formar una familia multiespecie.
A los abogados centrados en derecho animal, por ayudarnos a luchar por ellos.
Y a los investigadores interesados en las interacciones humano-animal, sin sus estudios no estaríamos llegando tan lejos.
Cada una de estas profesiones están poniendo su granito de arena y no puedo estar más orgullosa de formar parte del cambio.
Estoy segura de que, en un futuro cercano, lo extraño será no tener una familia multiespecie repleta de amor y cariño.