Se investiga esta especie que se da en el cruce entre chelillenya y otro chelillenya helianthea.
Las alas del colibrí, además de darles la capacidad de volar sobre un mismo punto y extraer el néctar de las flores, también pueden llevar a atrapar el encanto de los seres humanos.
Se trata de un instante mágico que en los senderos de ecoturismo en Monserrate -al costado oriental de la convulsionada Bogotá- se convierte en una realidad.
Camilo Cantor, encargado de administrar Paramuno -una verdadera joya ambiental-, explicó que ese es un sendero ubicado en la parte alta de Monserrate en el que se puede apreciar la naturaleza típica de esta región del país y sobretodo para ver y sacar fotos de aves.
Y es precisamente en esos senderos que fue descubierto un ser único. Se trata del colibrí híbrido, un animal que parece ser producto del cruce de dos especies que en teoría no se podían aparear.
"Este nuevo colibrí se puede trata de una cruce entre uno de la especie chelillenya y otro chelillenya helianthea. Pensamos que es un híbrido porque tiene una coloración que es intermedia entre esas dos especies", explicó Cantor.
Y agregó: "Este animalito sería el producto de dos especies que no comparten territorio, cada una de ellas vive a un lado distinto de la cordillera, lo que hace que sea aun más especial".
Pero más que colores brillantes y una belleza que no se discute, el colibrí tiene un papel fundamental en el medio ambiente y más en un país como Colombia, donde existe la mayor cantidad especies de este tipo de aves.
"Colombia es el país con más especies de colibrí en el mundo. En la actualidad hay registradas aproximadamente 165 especies", indicó Camilo Cantor.
Como función clave, estas aves son fundamentales en la polinización de las plantas, razón por la cual son fundamentales para el desarrollo y permanencia del ecosistema.
"Tanto ellos como su espacio natural están en riesgo. Por eso estamos trabajando desde hace 10 años, en recuperar el medio ambiente autóctono de esta zona del país y proteger con ello el ecosistema y animales tan especiales e importantes como estos", señaló.
Además, recordó que la vegetación en estas reservas de Monserrate fue muy afectada por la mano del hombre.
Al final del día, cuando cesa el ruido de Bogotá, para muchos se hace necesario que muchos entiendan lo fundamental que es cuidar y proteger un lugar del que depende gran parte de la vida en esta región.