El Tribunal Superior de Cartagena revocó un fallo expedido en noviembre del año pasado, mediante el cual un juzgado de la capital de Bolívar, le ordenaba a las principales entidades ambientales, agrícolas y de salud tomar medidas para detener la extinción de las abejas en el país y garantizar su supervivencia.
En Colombia hay unas 115.000 colmenas y la producción de miel es de 3.600 toneladas al año.
En plena celebración del Día Mundial de las Abejas, estos insectos sufrieron un duro golpe en Colombia. Un fallo judicial le cortó las alas a la iniciativa jurídica con la que se obligaba al Estado colombiano a crear una política pública para protegerlos.
La Sala Penal del Tribunal Superior de Cartagena revocó un fallo expedido a finales de noviembre del año pasado, mediante el cual el Juzgado Primero Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de la capital de Bolívar, le ordenaba a las principales entidades ambientales, agrícolas y de salud tomar medidas que permitieran detener la extinción de las abejas en el país y garantizar su supervivencia, dada la importancia de estos polinizadores en la preservación del planeta.
La decisión del Juzgado pasó a revisión de la Corte Constitucional y, en su momento, se produjo tras fallar una acción de tutela presentada por el abogado Joaquín Torres, con el fin de evitar la extinción silenciosa de las abejas.
Hoy en el día internacional de estos insectos, declarado por la Federación Internacional de Asociaciones de Apicultores (Apimondia) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017, la decisión no cae nada bien, pues en diferentes regiones del país los apicultores se quejan de la afectación a estos animales por diversas razones.
Al emitir el fallo que tumba la decisión del juzgado, el tribunal indica que este es un problema que debe ser atendido a través de una acción popular y no por una tutela, según lo manifiesta el propio Torres.
En la tutela presentada por Torres, el ciudadano alegaba su derecho a la vida y el desarrollo a la personalidad, luego de haber reemplazado desde hace unas tres décadas el azúcar por la miel de abejas. Su argumento fue que la reducción en la producción y venta de este producto le habría dificultado atender su mínimo vital.
El proyecto de Ley
Otra noticia que no parece positiva en este día es lo que ha sucedido con el proyecto de Ley que cursa en el Congreso y que está orientado a proteger a los principales polinizadores: las abejas, frente al uso de algunos insecticidas.
Si bien, este ya surtió un par de debates en la Cámara de Representantes donde fue aprobado y uno en el Senado, hay malestar debido a los cambios que ha sufrido en cada uno de estos, pues se han hecho modificaciones en torno a la regulación y reglamentación del uso de estos productos.
El ponente de la iniciativa legislativa, Luciano Grisales, ha dicho que se han eliminado aspectos importantes al proyecto, como la regulación y la reglamentación de algunos insecticidas y de ingredientes utilizados en la industria de agroquímicos.
Recientemente, en su intervención en la Cámara, el representante quindiano planteó convocar a una audiencia pública en la que se conozca y expliquen los cambios hechos al mencionado proyecto por parte de la ponente en el Senado.
Este proyecto de ley, al que solo le falta la aprobación en la plenaria del Senado, fue radicado desde la legislatura pasada por el entonces representante por el Partido de la U, Didier Burgos Ramírez y el propio Grisales.
Esta iniciativa busca generar las condiciones para la protección de los polinizadores, especialmente las abejas, y fomentar la apicultura en el mercado local, porque de lo contrario será muy difícil para Colombia mantener la condición de país biodiverso.
Actualmente hay alrededor de 115.000 colmenas y la proyección de los empresarios es llegar a 150.000 al finalizar 2020, así como pasar de producir 3.600 toneladas de miel al año, a 4.000 toneladas al término del año entrante.