El campus Palogrande, de la sede Manizales de la Universidad Nacional, permanecerá así todo el año, sin estudiantes. Las clases serán virtuales.
La Universidad entrega tabletas. Evalúan rebajas en matrículas. Estudiantes preocupados por la deserción universitaria.
El resto del 2020 de estudio para los alumnos de la Universidad Nacional de Colombia será en las casas. Un comunicado de la Rectoría dejó en firme que continuarán con el segundo semestre de forma remota.
La rectora, Dolly Montoya, busca disminuir el riesgo de contagio al no hacer uso de las instalaciones físicas de la Institución desde todas sus sedes, incluyendo la de Manizales. Invita a las facultades a diseñar estrategias o mecanismos de preinscripción que permitan mejorar la planeación y coordinación de las actividades que se desarrollarán.
También pueden recibir las asignaturas de modalidad de apoyo remoto y telepresencia. Además, se les permite suspender temporalmente los prerrequisitos y correquisitos que consideren necesarios para facilitarles a los estudiantes el avance en los planes de estudio.
Kevin Murillo, representante estudiantil ante el Consejo de Sede, asegura que la decisión es acorde a los pronósticos de los expertos sobre la evolución del covid-19. “Esperamos que la Universidad haga los esfuerzos para garantizar las matrículas para el 2021 y por eso le pedimos la matrícula cero al Gobierno nacional y así disminuir la deserción”.
Una discusión que pone sobre la mesa es la demora en la entrega de las tabletas para los estudiantes que la requerían para estudiar. “Vimos como lento ese proceso. En la sede darán 226 tabletas, es insuficiente porque no cubren ni el 10% de los estudiantes de la sede”.
Medidas económicas
Camilo Younes, vicerrector de la sede Manizales, indicó que otro aspecto priorizado es el de gastos económicos. Asegura que lejos de representar una disminución en los costos de operación, reviste una inmensa cantidad de recursos para la atención de necesidades de los estudiantes en conectividad a internet, líneas móviles, alimentación, alojamiento o compra de equipamiento de bioseguridad para la sede.
También estudian la exoneración del pago de matrícula para estudiantes de estratos 0, 1 y 2 y un descuento del 50% a los de estrato 3. “El ejercicio financiero y su gestión sin duda alguna representarían un alivio para los hogares de los estudiantes. Debe hacerse con sumo rigor e inteligencia, dado que la exoneración y el descuento sería por $1.500 millones que dejaría de percibir la sede por concepto de matrículas de pregrado”.
Medidas adoptadas
*Será modalidad virtual para evitar la deserción de estudiantes que no estén en condiciones de desplazarse para participar en las actividades académicas.
*Mejora en las estrategias de enseñanza de telepresencia o virtualidad, continúan diseñando mecanismos de apoyo académico, tecnológico y de bienestar estudiantil.
*Las facultades realizarán la programación del período académico 2020-2 a la luz de estas medidas. Realizarán suspensiones temporales de prerrequisitos y correquisitos que consideren necesarios.
*Diseñarán estrategias de preinscripción de asignaturas que faciliten a los estudiantes en movilidad.
*Los consejos de sede y los comités académico-administrativos analizarán mensualmente la situación en sus sedes según el desarrollo de la enfermedad, las actividades académicas, financieras locales y las normas de las autoridades nacionales y locales.
Preocupación por ocasionales
El Comité de Representantes de Estudiantes de sede denunciaron que están en peligro los docentes ocasionales. Dicen que los programas se planifican con la mínima disposición de docentes ocasionales.
El vicerrector de sede, Camilo Younes, asegura que hay una medida que es contratar a profesores ocasionales en relación con la demanda de cursos que realicen los estudiantes, la misma que se conocerá a través de las estrategias o mecanismos de preinscripción habilitados por la Rectoría para las facultades.
Explica: “Serán ofertadas las materias que se soliciten, incluidas las de libre elección y, por ende, serán contratados los docentes ocasionales requeridos, sobre todo cuando los docentes de planta no estén en la capacidad (por tiempo o conocimiento) de orientarlas”.
Aclara que algunas materias no pueden ser ofertadas para valerse de clases remotas y telepresencia, lo que implica menos asignaturas y otras, quizás no resulten tan atractivas al tener que ser tomadas bajo estas modalidades de apoyo.