Mineducación asegura que será un proceso en el que se tendrán en cuenta los temores de las familias.
El ministerio aclaró que se trata de un proceso gradual, en el que se diferenciará la situación especial de cada región.
El Ministerio de Educación se refirió al regreso a clases presenciales mediante el modelo de alternancia, y señaló que se buscarán alternativas para atender los reclamos de los padres que no quieran enviar a sus hijos de nuevo a las aulas por temor a un contagio.
Angulo señaló que toda decisión que se tome al respecto a este tema deberá contar con la opinión de la familia de los menores. Así las cosas, se considerará si, por motivos de salud o temor al contagio, los padres piensan enviar o no a los niños a clase, por lo que no podrían ser obligados a asistir una vez se cumplan con los protocolos para el retorno gradual. En cualquier caso, las instituciones educativas deberán garantizar las condiciones para seguir con su proceso formativo.
En cuanto a todas las dudas de las familias, a sus temores ante el regreso a clase, queremos darles un parte de tranquilidad. Todas las decisiones se tomarán en equipo
“Consistirá en procesos claros de acuerdo entre la entidad territorial, rectores y padres. En cuanto a todas las dudas de las familias, a sus temores ante el regreso a clase, queremos darles un parte de tranquilidad. Todas las decisiones se tomarán en equipo. Queremos que el proceso educativo continúe con todo el cuidado y la protección a la niñez”, manifestó Angulo.
En diálogo con EL TIEMPO, la ministra señaló que no se trata de obligar a nadie: “Siempre estará presente que lo más importante es garantizar el cuidado de los niños y las niñas, escuchar la voz de las familias y generar oportunidades para que los niños y los jóvenes puedan continuar el proceso educativo”.
Por su parte, el presidente Iván Duque recalcó que con esto se busca que en ningún momento los menores de edad se vean sometido a un riesgo de contagio: “La protección de los niños es una prioridad”, señaló, y agregó que “no vamos a dar ningún paso que los ponga en riesgo”.
Las decisiones, dejó claro, se tomarán según el concepto de los expertos.
También deberá poner en consideración factores como el estado de la pandemia en cada región y los casos en que los menores o sus familiares tengan alguna preexistencia médica que los ponga en riesgo.
Sin embargo, se tratará de un proceso de diálogo, asegura la cartera, en el que más que imposiciones de ambas partes (colegios y padres), se debe llegar a acuerdos priorizando el bienestar de los más pequeños.
La cartera publicará este viernes los lineamientos para ese retorno gradual a la presencialidad, en los que se incluirán los mecanismos de acuerdo para estos casos particulares.
Con esto se busca evitar una posible deserción, lo cual ya había sido advertido por la Confederación Nacional de Padres de Familia, organización que asegura que muchos padres han tomado la decisión de retirar a sus hijos antes que enviarlos de nuevo a las aulas.
Los lineamientos también pretenden aclarar las principales dudas expresadas por los diferentes sectores que recientemente han expresado su inconformidad con el modelo de alternancia o que tenían dudas respecto a su aplicación.
El ministerio aclaró que se trata de un proceso gradual, en el que se diferenciará la situación especial de cada región. Esto quiere decir que no todos los colegios regresarán de manera física el 1.º de agosto, sino que se hará a medida que se cumplan los protocolos de bioseguridad y se den condiciones específicas.
El documento también incluirá aspectos como la distancia social que se debe mantener al interior de las instalaciones, los elementos sanitarios, procesos de desinfección de aulas y los grupos poblacionales que podrán asistir a las instituciones. También se incluyen aspectos presupuestarios en el caso de instituciones oficiales, para lo cual se llegaron a acuerdos con el Ministerio de Hacienda, los cuales prontamente serán anunciados a detalle.El 65 % de los universitarios cree que aprende menos en casa
Una reciente encuesta realizada por la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún) revela que el 12 por ciento de los estudiantes universitarios creen que se verán obligados a no matricularse el próximo semestre. En el estudio, que buscaba medir el impacto de la pandemia en la educación superior, participaron más de 15.000 estudiantes de 78 universidades públicas y privadas en todas las regiones del país.
En el caso de instituciones privadas, la deserción sería aún más alta, ya que, según el estudio, el 16 por ciento de los alumnos de este sector señalaron que no seguirán con sus estudios para la segunda mitad de 2020; mientras que en el caso de las públicas, este número es del 9 por ciento.
Este sondeo revelaría que la deserción, derivada de los efectos económicos de la emergencia sanitaria, sería inferior a la proyectada por el mismo gremio de universidades, que estimaba hace unas semanas esta cifra en el 25 por ciento, a la vez que algunos rectores se atrevían a decir que sería del 50 por ciento.
A pesar de esto, el temor en las instituciones a experimentar una gran reducción en el número de matriculados continúa, en especial en las privadas, que dependen casi exclusivamente de estos ingresos para poder subsistir.
También habría que fijarse en otras variables, como el número de estudiantes que, de acuerdo con la encuesta, estarían esperando las próximas medidas que se adopten en el sector de educación para tomar una decisión definitiva sobre su continuidad.
La deserción el próximo semestre sería más alta de lo que se cree, porque dependerá de varios factores
“La deserción el próximo semestre sería más alta de lo que se cree, porque dependerá de varios factores. No solo lo económico tendrá un peso importante, sino también las frustraciones e inconformismos del alumnado frente a la modalidad remota, la cual ha recibido críticas en materia de calidad y acceso. Pero el contagio en las aulas también influirá en cualquier decisión”, aseguró a EL TIEMPO el representante estudiantil Ricardo González.
De esta manera, el 22 por ciento de los alumnos asegura que seguirán estudiando bajo la condición de que se garantice que volverán las clases totalmente presenciales.
Otro aspecto importante revelados por el estudio de Ascún es que el 45 por ciento de los encuestados manifestaron que su participación en las clases presenciales es mayor que en las clases remotas. Así mismo, el 65 por ciento considera que su aprendizaje ha desmejorado en las condiciones actuales de estudio desde casa.
En cuanto a la condición económica –uno de los determinantes para una reducción en las matrículas–, el 75 por ciento de los alumnos aseguraron que su núcleo gana dos salarios mínimos o menos, mientras que el 87 por ciento reporta que sus ingresos han disminuido.