La enseñanza en el cambiante mundo
Asistieron cerca de 250 directivos de colegios de Colombia. Dar autonomía a los alumnos es un reto. Transformaciones.
El profesor de hoy está lleno de retos. Además, vive en un mundo que ha cambiado mucho y es incierto. Eso lo concluyen expertos que participaron ayer en un encuentro en Manizales. También dicen: "Por eso hay que formar y preparar alumnos para que sean capaces de aprender a lo largo de su vida".
La actividad, organizada por el colegio de La Consolata y editorial Santillana, la denominaron Educación para un mundo cambiante. Participaron cerca de 250 directivos de colegios del país.
Tres conferencistas coinciden en que cada vez es más importante la educación, pero ante los retos que exige también es más difícil enseñar.
Rodrigo de la Ossa, director de Negocios de Santillana en Colombia
En Santillana atendiendo el escenario que vemos en educación en América Latina, buscamos respuestas específicas y concretas que ayuden a las instituciones, a directivos y docentes para gestionar la transformación que reclama la sociedad. El mundo es incierto, ha cambiado mucho, se trata es de formar y preparar alumnos que sean capaces de aprender a lo largo de su vida. Eso supone cambios en las maneras de enseñar en el aula. Interpretamos esas realidades y buscamos maneras a través de recursos, servicios y acompañamiento para esas transformaciones. Y que puedan evolucionar hacia instituciones capaces de ser realmente innovadoras y responder a las demandas. Deben hacer una reflexión: cuál es su misión, qué está buscando, para qué ha desarrollado su proyecto educativo. En general ahí encontramos una aspiración y una respuesta específica: Queremos buenos ciudadanos, capaces de afrontar el mundo, ahí encomendamos un portafolio de servicios en asignaturas básicas y en gestión y desarrollo de habilidades emocionales, cognitivas, de manejo de la tecnología de la educación, de la formación de ciudadanos digitales.
Manuela Lara, responsable de Innovación en Santillana Global
Nuestra labor es entender qué está pasando en la educación actual, cómo se está transformando, qué es lo que está ocurriendo en la sociedad y cómo podemos ayudar a que la escuela no se quede rezagada en cuanto al cambio vertiginoso de la sociedad. Qué nuevas formas de aprender podemos trabajar con docentes y estudiantes. Recomendamos unir todo lo que es aprendizaje de conocimientos, de información y desarrollo de habilidades que llamamos 21, que son las que necesitará el ciudadano de hoy para enfrentarse a ese mundo incierto, como pensamiento crítico, autonomía, capacidad de gestionar información, decidir qué es válido y lo que no. Aconsejamos la incorporación de metodologías activas en las aulas, poner al estudiante en el centro del aprendizaje y trabajar desde el aprender haciendo. No se trata de repetir, memorizar, sino de aprender haciendo, convertir al estudiante en creador. Y recomendamos lo que significa el cambio en los modelos de evaluación de los alumnos, pasar de una evaluación sumativa a una formativa. Si el docente se queda atrás, sus estudiantes también.
Carlos Magro, de España, vicepresidente de la Asociación Educativa Abierta
Educar hoy es tremendamente complejo. El perfil del profesor es exigente, entender que la enseñanza no es una tarea individual, es colaborativa para enfrentar retos. A partir de ahí debe desarrollar un perfil de competencias variado. Antes el docente se limitaba a transmitir información a sus alumnos y con eso pensábamos que eran capaces de transferir ese conocimiento, de saber actuar cuando tenían que actuar, de vivir de una manera correcta. Nos hemos dado cuenta de que esa no es la mejor manera para que aprendan. El maestro debe cambiar su manera de dar clase, comprender que el centro del aprendizaje es el alumno y también la responsabilidad del aprendizaje. Tiene que ceder, algo que no es fácil, la responsabilidad de autonomía a los alumnos, que ellos mismos construyan su aprendizaje. Entender que los conocimientos que transmiten son importantes e igual los procedimientos para que esos alumnos sean capaces de usarlos. Deben dar confianza a los estudiantes, que confien en sí mismos para luego resolver problemas.
El rector debe aprovechar las capacidades para formar equipos docentes, es la mejor manera de garantizar las competencias necesarias para los retos.