Un artículo publicado por el Externado reveló que en Colombia se reportan 24 casos de acoso sexual vía internet a menores por día y que se están multiplicando las plataformas para establecer contactos con extraños. Algunas medidas que puede tomar.
Los padres tienen que estar conectados
Para guiar la forma en que sus hijos se desenvuelven en el mundo digital, los padres de los niños, niñas y adolescentes tienen que conocer las herramientas que están a su disposición. Las principales plataformas como Facebook, Instagram, Twitter entre otras tienen controles de seguridad parental que pueden ser usados relativamente sencillamente por cualquier usuario digital. A través de estas se puede limitar el acceso de los niños a páginas maliciosas o bloquear contenidos peligrosos. El Mintic, estima en su guía de semana santa para padres que “solo de esta manera podremos conocer cuáles son los sitios web que frecuentan los niños y evitar a tiempo visitas y contacto en portales indebidos”. Pero para eso, los adultos tienen que aprender a manejar unas bases de informática necesarias para comprender el mundo digital.
Usar un lenguaje adecuado para el diálogo
En consonancia, hablar un mismo idioma es un primer paso fundamental para establecer un diálogo claro y sin rodeos con ellos. El investigador del Externado, Andrés Felipe Contreras detalla: “se les debe poner al tanto sobre la participación anónima o el uso de pseudónimos de gente que puede llegar a tener intenciones ocultas y maliciosas con ellos. Que el respeto a la privacidad, intimidad y buen nombre de terceras personas debe prevalecer, y que, en cualquier caso, frente a cualquier amenaza o posible riesgo detectado directamente por ellos, siempre contaran con un adulto para brindarles apoyo.” Al igual que con la educación sexual, la claridad en el diálogo con los niños es un paso fundamental para asegurar una navegación segura en la web.
Establecer horarios y tiempos de uso
El tiempo que los niños y adolescentes pasen conectados en sus dispositivos no puede ser ilimitado. Acrecienta el riesgo de tener contactos peligrosos y los “desconecta” de la realidad, según palabras del Sitio Web oficial del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Mintic). Por eso el establecimiento de horarios claros para el uso de la red es una buena manera de controlar sus relaciones con el mundo virtual y se puede aprovechar para establecer tiempo de convivencia necesario a la creación de lazos de confianza.
Minimizar el número de dispositivos disponibles y las redes sociales
Entre mayor sea el número de dispositivos a los que tienen acceso los niños mayor será el riesgo de que los usen de forma inadecuada para su edad. Por eso, según explica Felipe Contreras. “tener un solo computador en el que los niños puedan consultar su red social (de escritorio y en la residencia del menor por ejemplo), permite a los responsables de su cuidado, centralizar la labor de control y facilitar la vigilancia sobre el contenido visto y compartido y las conversaciones en las que participe el niños.” Además de que la creación de diversas plataformas o mensajerías de diálogo que escapan a los controles que existen en las grandes redes sociales también es un factor de riesgo que se debe cuidar en permanencia.
Cuidar la información publicada
Las fotografías y los datos personales que comparten pueden ser un insumo para potenciales agresores. En teoría, en atención al al Children’s Online Privacy Protection Act (“COPPA”), las plataformas como Facebook no pueden almacenar información de personas menores de 13 años, pero es sencillo rodear esas barreras de seguridad con perfiles anónimos. Por eso, el Mintic recomienda cuidar los contenidos que pueden parecer inocentes pero que son un insumo para potenciales agresores. En su página dice:”no comparta imágenes de sus niños en situaciones que puedan ser sacadas de contexto. Muchos padres comparten en sus redes sociales fotos de sus hijos pequeños desnudos, mientras los bañan o disfrutan de unas vacaciones en clima cálido. Los pedófilos y abusadores buscan fotos que puedan utilizar en sus bases de imágenes”. Mientras que el Externado advierte que es mejor no evidenciar sus datos personales (colegio, lugar de residencia, edad) en la red.
Interactuar con el Estado y las entidades educativas que también tienen una responsabilidad
Aunque son los primeros llamados a garantizar la seguridad de sus hijos, los padres no están solo en esta tarea. De acuerdo con el memorándum de Montevideo firmado en 2009 por Colombia para garantizar la protección de niños en internet, las instituciones educativas y el Estado también tienen la obligación de participar en la generación de programas que disminuyan en su riesgo. Por eso los padres tienen que establecer un diálogo continuo con esas instituciones para generar una sinergia que provea una protección integral a sus hijos. Así, según Felipe Contreras, estos deben “fijar programas y políticas públicas en este sentido y proveer información más allá de lo sustancial y necesario, (además de) fortalecer las capacidades de los progenitores, sobre los eventuales riesgos a que se enfrentan los menores en Internet.”
Crear un perfil y asociarlo al de su hijo
A través de su perfil, los padres podrán enterarse de las principales actividades y comunicaciones de sus hijos sin necesidad de invadir continuamente su espacio. Además, permitirá a los padres revisar también el perfil de los amigos de los niños y verificar que se trate de personas reales con intenciones adecuadas.
Haga una lista de actividades no relacionadas con actividades informáticas
Según el Mintic, compartir tiempo de calidad por fuera de las redes sociales es una buena forma de crear lazos de confianza que faciliten la inclusión posterior de los padres en el mundo digital. En su portal, indica: “realicemos una lista de actividades en las que la tecnología no sea la protagonista: ir al parque, montar en bicicleta, salir a caminar, jugar juegos de mesa, entre otros. Esta es una muy buena opción para hacer otro tipo de planes y que compartamos tiempo de calidad con nuestros hijos.
Cuidar el paso de las redes a la realidad
En el intervalo en el que se conectan el mundo físico y el digital es cuando suceden los fenómenos más graves de acoso a niños. Por ello, es preciso tener en cuenta que además del monitoreo de las redes de los niños, los padres tienen que tratar de establecer quiénes son las personas que conocen a través de las plataformas digitales y acompañarlos en ese trayecto para asegurarse de que sean realmente sujetos con intenciones adecuadas.
10.¡ Denuncie!
El Externado indicia: “el código penal colombiano, modificado en lo pertinente por leyes como la 679 de 2001 (…) prevé, más allá de las consecuencias generales de la omisión de denuncia (artículo 441), un artículo dedicado especialmente a sancionar las personas que, teniendo conocimiento de actividades en las que participe un NNA que afecten su integridad personal y desarrollo sexual (verbigracia, pornografía en redes sociales) no hagan la respectiva denuncia.
Con cada depredador sexual fuera de las calles y lejos de Internet, ofrecemos una red más segura a nuestros niños” asegura.
Para ello está a disposición de todos los colombianos la página del CAI virtual de la Policía en la que se pueden realizar todo tipo de denuncias relacionadas con agresiones en la web.