Seguro que en algún momento has escuchado el término gato comunitario, pero no has tenido del todo claro a qué se referían.
(O puede que sí, porque ya lleves mucho tiempo trabajando con estos animales que tanto nos gustan. Aun así, en este artículo descubrirás ciertos detalles sobre ellos, que seguro que te sorprenderán y te ayudarán a comprenderlos mejor).
De hecho, a lo largo del tiempo hemos recibido dudas y preguntas sobre ellos. Y una de las que más se han repetido es por qué se les considera una plaga. Así que en este artículo te responderemos por qué esto es un error.
Si quieres conocer todo sobre ellos, resolver muchas de las preguntas que probablemente tienes y entender cómo puedes tratar esta situación, tanto a nivel personal como profesional, sigue leyendo.
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¿Qué son los gatos comunitarios?
Bien.
Ahora que estamos todos situados, vamos a meternos ya en el asunto concreto que nos ocupa. Que es importante.
Vamos a entender qué son los gatos comunitarios y por qué muchos cometen un error al considerarlos una plaga.
Así que, ¿qué te parece si arrancamos desde el principio?
Son animales que viven sin un tutor@ y que circulan libremente por las calles de cualquier municipio o incluso en zonas colindantes.
Puede que te estés preguntando… ¿de dónde viene el adjetivo comunitario y por qué tiene relación con su protección?
Y esa sería una buena pregunta.
Porque precisamente ese adjetivo surge de que, para asegurar su salud y bienestar, son monitoreados y cuidados por miembros de una comunidad.
Oye, ¿y por qué esto es tan importante?
Porque permite mantener colonias felinas saludables, donde tanto el municipio en el que vivan como ellas mismas se vean beneficiadas.
La importancia de este tipo de animales
Lo primero que tenemos que entender es que, en realidad, no se conoce el número de gatos comunitarios que hay en España.
Un dato que ya implica que el término plaga sea inadecuado de utilizar, pero que otros emplean sin preguntarse nada más. Y sin ese dato, igual habría que tomar otras acciones de protección.
Lo que se estima es que en España la población de felinos son unos 4 millones, conviviendo el 15% de los hogares del país con una cantidad entre uno y tres gatos por familia que convive con ellos.
Esto son muchos animales. Muchas personas. Y muchas familias multiespecie. Así que si todavía te estás preguntando sobre si emprender en este sector es o no rentable, ahí tienes una pista.
De estas cifras, se calcula que 2,5 millones son gatos comunitarios, que se distribuyen en las más de 120.000 colonias de todo el país —cuyos miembros no paran de aumentar por la inmensa y vergonzosa cantidad de abandonos que hay en España—.
Para que te hagas una idea, cada año se abandonan en España unos 150.000 individuos. Y los gatos comunitarios sobreviven gracias al cuidado de unos 100.000 particulares que dedican parte de su tiempo, energía y recursos a alimentarlos y cuidarlos, a pesar de que serían responsabilidad de las administraciones públicas.
Por qué no hay que considerarlos cómo una plaga
Es una buena pregunta, que muy pocos responden. La mayoría se centra en simplemente denominarlos así. Pero, atención, esto es importante.
Todos los que estamos leyendo este artículo somos conscientes de lo buenos depredadores que son los felinos.
Si hemos convivido con ellos, los hemos visto cazar en casa. Algunos mejores y otros peores, pero les hemos visto intentarlo y conseguirlo.
Y sí, es cierto que pueden llegar a generar algún problema en escenarios concretos, pero muy lejos de los que algunos presentan para tomar medidas drásticas.
Por no hablar de lo irónico que es utilizar el argumento de la protección de la biodiversidad, atentando contra los gatos, acabando con su vida o actuando de maneras todavía más radicales.
¿Es el gato una especie exótica e invasora? Por qué se equivocan quienes lo afirman
Uno de los argumentos, supuestamente de peso, que tratan de emplearse para afirmar que el gato es un problema es que es una especie exótica e invasora, pero… ¿es esto cierto?
Por ejemplo, muchas de las afirmaciones que lo consideran una especie de enemigo, hablan de que se trata de una especie exótica e invasora, y esto es algo que simplemente no es verdad.
En primer lugar, porque para que esto sea así es importante que se clasifique como tal, pero no figura en ningún catálogo de especie exótica e invasora referido a España ni a ningún país de la Unión Europea.
Es más, desde la propia Unión Europea hubo una llamada de atención a Polonia cuando trataron de catalogarlo como tal porque, simplemente, no cumple los requisitos.
Por tanto, no. No es una especie exótica o invasora.
Cómo ayudar a los gatos comunitarios
Seguro que has escuchado hablar de lo que ahora te voy a contar, pero es probablemente una de las mejores formas de ayudar a los gatos comunitarios.
Una de las claves para asegurar la buena convivencia está en controlar su población y es ahí donde entra en juego el Protocolo C.E.R:Capturar.
Esterilizar.
Retornar.
El objetivo es controlar la población, y de esta manera, también tener un control sobre otras poblaciones, como las de roedores o insectos.
Para ello, se trata de una manera en la que se reduzcan los riesgos sanitarios y mejore la calidad de vida de estos animales urbanos, favoreciendo la convivencia ciudadana.
Y no solo es más ético que los sacrificios, sino que, además, es más económico. Por lo que no hay ningún motivo por el que deberíamos de tomar el camino que se seguía previamente.
¿Cómo se han de gestionar las colonias felinas?Estudio del entorno y censo de los individuos, mediante fichas individuales.
Contacto con gestor@s de colonias(si l@s hubiera) y, en caso de que no, creación de una red de gestor@s de colonias.
Alimentación con pienso seco de forma rutinaria, en los lugares y horarios establecidos para tal fin.
Establecimiento de puntos de alimentación responsables.
Soporte sanitario a las colonias, mediante desparasitaciones, tratamientos médicos y todo lo que necesiten para tener una buena vida.
Compromiso y constancia. No son un juego. Son una responsabilidad que debemos asumir.
Cómo NO actuar frente a los gatos comunitarios
La realidad es que el CER es el único modelo que funciona a largo plazo. Podríamos hablar de otros caminos, pero este es el verdaderamente efectivo.
Controlar la reproducción de los gatos comunitarios contendrá el problema y a largo plazo reducirá su impacto. Pero es necesario que el método se aplique correctamente. Lo que significa que hay que actuar, cubriendo un territorio lo suficientemente amplio, y con organización y continuidad temporal.
Pero por mucho que algunas personas comprometidas se echen a la espalda esta carga, mientras desde los organismos públicos no se tomen decisiones, será muy complicado que esto dé resultados.
Porque la realidad es que, aunque muchos quieran simplemente acabar con estos gatos comunitarios, esto ni siquiera es eficiente para proteger la biodiversidad.
Quitar a este animal de la ecuación implicaría una sobrepoblación de otros animales cuyo impacto en la biodiversidad es desconocido.
Y esto fue lo que sucedió en una pequeña isla de la costa mexicana, donde se crían especies endémicas. Entre ellos, el piquero de patas azules, un ave preciosa.
Ante la amenaza que, al parecer, suponían los gatos para la población de piqueros, en 1995 se aprobó un plan para erradicarlos mediante métodos letales. Desaparecieron, pero continuó habiendo depredación de piqueros.
Al final, el depredador resultó un tipo de serpiente, que atacaba a gatos, piqueros, ratas… y la mayoría de las especies de la isla.
¿De verdad queremos cometer otro error así?
Las protectoras felinas y los gatos comunitarios
Como te contaba más arriba, más de 150.000 felinos son abandonados todos los años y muchos de ellos son gatos que acaban viviendo en las calles.
De esta manera, suelen terminar formando parte de la población de 2,5 millones de gatos comunitarios que se estima que hay en España.
Estos animales sobreviven gracias a la protección y el cuidado de un@s 100.000 particulares (denominad@s gestor@s de colonias felinas) que se dedican de manera desinteresada a estos gatos comunitarios.
Su labor es impagable y muchas veces desconocida. Pero de nada servirá su esfuerzo si, finalmente, nadie toma medidas reales para remar todos en la misma dirección.
Ayuntamientos, Gobiernos… llámalo como quieras. Pero todavía se espera que asuman la responsabilidad que hasta ahora no han tenido con estos felinos, a los que aquí tanto respetamos.
Aunque tú que me estás leyendo y que has llegado hasta aquí, también tienes mucho que decir. ¿Qué más podrías hacer tú por los gatos comunitarios?
Piénsalo…