En un mundo en el que cada vez nos importa más el sufrimiento y bienestar de los animales, uno de los debates que están encima de la mesa es el siguiente.
¿Pueden sentir dolor los peces?
Puede ser que antes de recibir este email no hubieras llegado a plantearte esta disyuntiva, pero a continuación te voy a presentar diferentes puntos de vista que se enfrentan en la actualidad.
Si quieres, cuando analices en cuál de los dos te encuentras, puedes responderme a este email explicándome tu postura.
Como en muchos de los debates sobre el bienestar animal, solemos encontrarnos dos bandos opuestos.
Por un lado, nos encontramos con aquellos que argumentan que los peces no tienen conciencia de nada.
Y en esa nada está incluido el dolor.
Por otro, nos encontramos con quienes defienden que no solo sienten dolor, sino que también experimentan otras sensaciones.
Otras, como el miedo y la alegría.
Bueno, y después están quienes afirman que es irrelevante porque dar una respuesta a esta pregunta solo perjudicaría a la los humanos.
Porque si los peces sufrieran, probablemente la acuicultura se vería dañada y ello llevaría a reducir recursos alimenticios para una población que no para de crecer.
La cuestión es que, a diferencia de otras especies, los peces no pueden transmitirnos su dolor.
Por lo tanto, nos encontramos ante una encrucijada.
Y aunque ha habido estudios (como el MASON, GJ & LAVERY, JM [2022]) que han tratado de comprender de qué manera reaccionan los peces al daño tisular, es imposible determinar si es dolor verdadero o una respuesta inconsciente.
Estamos en las mismas.
Sin evidencia científica, cualquiera de las dos podría ser la adecuada.
Así que me gustaría preguntarte, ¿cuál es tu opinión en este tema y que te hace sentir este debate?