Visitas veterinarias con menos estrés
Si quieres dar una larga vida a tu gato y de la mayor calidad posible, tocará que pase sus revisiones anuales de salud, o su revisión semestral si el gato es geriátrico o si sufre de alguna enfermedad crónica.
Las revisiones veterinarias ayudan a detectar cualquier problema de salud a tiempo, cuando, por lo general, son más fáciles de tratar. Este tipo de visitas de revisión brinda una línea de base para evaluar la salud de tu compañero, lo que permite eliminar cualquier problema antes de que empeore o se vuelva crónico.
Los gatos necesitan exámenes veterinarios tanto como los perros, pero es menos probable que reciban este cuidado que sus colegas caninos.
De hecho, un estudio encontró que más de la mitad de los gatos de EEUU no han ido al veterinario en el último año, en parte debido a las diferencias en la forma en que los tutores de animales de compañía ven a los gatos en comparación con los perros, ya que se supone que los gatos son más independientes y autosuficientes, y que, como muchos tienen sólo vida en el interior del hogar, no están expuestos a tantos problemas de salud.
Pero eso no es cierto, porque entran en contacto con las personas con las que conviven, que pueden llevar consigo cualquier enfermedad o parásito de la calle, y también pueden sufrir enfermedades derivadas del estrés o por degeneraciones propias, debidas a su propia fisiología, entre otras muchas cuestiones que puede sufrir a nivel de salud un gato que sea exclusivamente “indoor”.
Por otro lado, tampoco facilita que los gatos acudan a sus revisiones el miedo que la mayoría tienen a ir al veterinario, añadido al rechazo que puedan tener a entrar en un transportin y ser transportados él. Y, por eso, muchos tutores de animales de compañía optan por evitar ese estrés a su gato siempre que sea posible.
El estudio también reveló que el 58 % de los tutores de gatos reconocieron que sus gatos odian ir al veterinario.
Veterinarios preparados para las visitas libres de miedo y poco estrés
No es de extrañar que los animales de compañía a menudo lo pasen mal al ir al veterinario, ya que, habitualmente, no acuden para tratamientos indoloros. Y, además, la forma tradicional de hacer medicina veterinaria implicaba que el animal lidiara con cualquier procedimiento que se necesitara realizar (inmovilizarlo, sujetarlo con fuerza, etc., para cosas a veces innecesarias, como un corte de uñas), sin tener en cuenta el estrés que sufría el animal, lo que dificulta la evaluación de su salud física y emocional y, al mismo tiempo ,llevará a que probablemente desarrolle aversión a ir al veterinario.
La atención veterinaria “libre de miedo” (“fear free”) tiene como objetivo trabajar con el animal, no contra él, para brindar una experiencia tranquila y positiva en la consulta veterinaria. Menos estrés significa mejores diagnósticos. Así, con un paciente más colaborativo, se pueden obtener frecuencias cardíacas, temperaturas y la presión arterial e incluso algunos valores de análisis de sangre (como la glucosa) se evalúan con mayor precisión en un paciente tranquilo que en uno estresado.
Además, cuando un@ veterinari@ continúa visitando aplicando técnicas de reducción de estrés, es más probable que el tutor del animal lo lleve antes si se enferma, lo que a menudo se traduce en una mejor y más rápida respuesta al tratamiento.
Ejemplos de métodos para reducir el estrés antes y durante las visitas al veterinario incluyen nutracéuticos y plantas calmantes, como albahaca sagrada, valeriana, l-teanina o manzanilla, que pueden administrarse unas horas antes de la visita al veterinario.
También es importante minimizar el tiempo que pasa en la clínica y esperar con tu gato en su transportín si no puede ir directamente a una consulta.
Las salas de examen específicas para gatos también son importantes para ayudar a que tu compañero se sienta cómodo, incluso mejor si también se usan feromonas específicas de la especie (Feliway, por ejemplo) y música relajante.
También debe descubrirse el mejor método de conformidad posicional: Esto significa identificar cómo prefiere tu gato que lo manejen durante el examen para que se sienta más cómodo.
Las visitas también deben realizarse donde prefiera tu compañero, como en tu regazo, en el suelo o en un transportín, si es posible.
Programas de prácticas amigables con los gatos
La Asociación Estadounidense de Médicos Felinos (AAFP) y la Sociedad Internacional de Medicina Felina (ISFM) establecieron el programa Cat Friendly Practice (CFP) para hacer que la atención veterinaria sea menos estresante para los gatos y sus tutores.
Esto incluye el manejo amigable con los felinos, como realizar exámenes mientras tu gato está debajo de una manta, si eso es lo que prefiere.
Las áreas de espera solo para gatos, libres de ruido excesivo, también se utilizan para ayudar a reducir la ansiedad.
Las prácticas amigables con los gatos también brindan refugio seguro a los animales que deben ser hospitalizados y alientan a los tutores a dejar una manta en el transportín o jaula para ayudar a que su gato se sienta más seguro.
También se presta especial atención para evaluar los niveles de dolor de los gatos y brindar atención individualizada según la etapa de la vida y los problemas de salud.
Los programas de certificación de manejo de bajo estrés también están disponibles. Este programa, desarrollado por la Dra. Sophia Yin, ayuda a los veterinarios a sintonizar con el estado emocional del animal y reaccionar apropiadamente para aliviar sus niveles de estrés.
Es importante recordar que una visita al veterinario no debe ser traumatizante para tu gato. Tu veterinario debe hacer todo lo posible para mantener a tu gato tranquilo durante las visitas y evitar el uso excesivo de restricciones o exponer a tu gato a estímulos que le provoquen miedo, como ruidos fuertes y perros.
Así que es muy recomendable que busques una clínica veterinaria especializada en gatos y que tenga prácticas amigables con los gatos, y, a poder ser el certificado de clínica “Fear Free” y “Cat friendly”.
El veterinario a domicilio
Además, a día de hoy, cada vez son más l@s veterinari@s que ofrecen visitas a domicilio en el caso de animales que se estresan especialmente al acudir a una clínica, como suele ser el caso de la mayoría de gatos, que llevan muy mal los cambios de territorio.
Esto no implica que esta sea la fórmula única para todos los gatos, pero sí que funciona para una gran parte. Y también es cierto que este tipo de visitas a domicilio son aplicables sólo para determinadas intervenciones veterinarias (revisiones, extracciones de sangre, vacunaciones, etc), ya que las más complejas requieren de aparatología.
Por eso, puedes preguntar a tu veterinari@ si ofrece este sus servicios a domicilio.