domingo, 14 de agosto de 2022

Descubren el segundo dinosaurio colombiano en el Cesar


Es el segundo hallazgo de un dinosaurio en Colombia.

Bautizado como Perijasaurus lapaz, el espécimen fue descrito a partir de una vertebra.

Un grupo internacional, en el que participaron investigadores de la Universidad del Norte y de la Universidad de Michigan (EE. UU.), descubrió la segunda especie de dinosaurio que se reporta para Colombia, después del Padillasaurus.

Se trata de un saurópodo - un herbívoro de cuello largo- de aproximadamente medio metro de alto y ancho, que habitó el área boscosa tropical de tierras bajas en la Serranía del Perijá, en el norte de Colombia. El recién descubierto animal, caminó por lo que hoy es Colombia hace aproximadamente 175 millones de años, según el nuevo estudio, publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology.

La investigación se desarrolló en torno al fósil de una vértebra dorsal del dinosaurio, hallado en una campaña de exploración en 1943 realizada por la empresa Tropical Oil Company. Un espécimen que, de acuerdo con los investigadores, brinda información relevante acerca de la diversificación inicial de este tipo de dinosaurios en paleolatitudes bajas y la tipificación de una nueva especie.

La vértebra muestra un patrón característico de terminaciones óseas que sirven como material de referencia para describir la nueva especie de dinosaurio: el Perijasaurus lapaz, nombrada así en reconocimiento a la región montañosa donde se encontró. A este solo pudieron acceder luego de la firma Acuerdo de Paz de 2016, décadas después de que los restos fósiles se encontraran en los años cuarenta.

Los nuevos hallazgos en el espécimen muestran una combinación de caracteres morfológicos que le clasifican como un nuevo género y especie de saurópodo, en virtud de la forma y el desarrollo de un complejo sistema de láminas en el arco neural (región de la vértebra que rodea al orificio para el pasaje de la médula espinal).




Patagosaurus, de la Patagonia, y es uno de los saurópodos más estrechamente relacionados con Perijasaurus. Reconstrucción de la silueta realizada por Pol et al. (2020)

El equipo de investigadores fue dirigido por Aldo Rincón Burbano, docente del departamento de Física y Geociencias de la Universidad del Norte. En él participaron Jeffrey Wilson Mantilla, paleontólogo en la Universidad de Michigan; Martín Ezcurra, paleontólogo del Conicet y jefe y curador de Paleovertebrados en el Museo Argentino de Ciencias Naturales; Harold Jiménez Velandia, geólogo egresado de la Universidad EAFIT y maestrante en Ciencias de la Tierra en la Universidad de Caldas; y Daniel Raad Pájaro, geólogo junior de exploración y egresado del programa de Geología de la Universidad del Norte.

Ellos volvieron a preparar, describir e interpretar al ejemplar, que constituye el hallazgo de este tipo que se ha dado más al norte de América del Sur.

“No hay muchos fósiles en Colombia y nos dimos cuenta que este no estaba preparado adecuadamente. A medida que se preparó nuevamente, empezaron a aparecer morfologías que desconocíamos. La importancia de este nuevo género y especie en el trópico es que nos permite entender un poco mejor el origen de los saurópodos, así como la raíz de los ancestros de aquellos encontrados en rocas del Cretácico”, puntualiza el profesor Aldo Rincón, doctor en paleontología, especializado en mamíferos fósiles del Caribe.

Los investigadores también ahondaron en el estudio del área donde vivió el extinto animal. “Nos dimos cuenta que vivió en un ambiente de bajas pendientes, de un bosque cerca de un río. Encontramos sedimentos finos y restos de hojas fósiles en el sedimento depositado en la zona donde se encontró originalmente la vértebra y concuerda con el sedimento encontrado dentro del arco neural de la vértebra, sugiriendo que el saurópodo habitó zonas cercanas a una llanura de inundación, es decir, cerca de las laderas de un río, en una zona boscosa”, explica Daniel Raad.
Una etapa evolutiva desconocida

La historia evolutiva de los saurópodos es uno de los principales enfoques investigativos de Jeffrey Wilson Mantilla, quien tiene claro que esta vértebra representa una etapa evolutiva poco conocida.

La vio por primera vez en 1997 en el Museo de Paleontología de la Universidad de California (UCMP Berkeley), donde permanece actualmente, y mediante la beca Fulbright trabajó desde 2018 con el profesor Aldo en la Universidad del Norte, prospectando más ejemplos de saurópodos.

Esto se debe a que la mayoría de descubrimientos de dinosaurios en América del Sur provienen de rocas del Período Cretácico, ubicadas en Argentina y Brasil, como explica Martín Ezcurra: “Hay numerosos restos, sobre todo del periodo Triásico, pero del Jurásico no hay tantos. Y aunque es una sola vertebra del Perijasaurus, es de la zona del esqueleto que más información brinda debido a una serie de láminas y otras estructuras que permiten esclarecer las relaciones de parentesco entre las especies de saurópodos”.

Haciendo un análisis computacional y trabajando de forma remota las relaciones filogenéticas, los investigadores pudieron identificar las relaciones de parentesco de Perijasaurus y, de esta manera, la importancia que tenía en el árbol evolutivo.