Los gatos son más propensos a presentar problemas renales y digestivos cuando llegan a edades entre 10 y 15 años, según Hills Pet
A menudo, los gatos son expertos escondiendo síntomas de enfermedades que solo se dejan ver cuando ya se encuentran gravemente afectados, pues en la naturaleza, estos animales prefieren no demostrar debilidad ante sus depredadores, según lo afirma el estudio de comportamiento felino publicado por Dumb Friends League.
Por ello, el veterinario se convierte en una de las personas más importantes para un gato, pues con su apoyo se puede mantener un cuidado y monitoreo constante, que garantice un buen comportamiento de su salud y evite enfermedades a largo plazo.
LOS CONTRASTES
Laura Tafur Médico veterinario
“Lo ideal para los gatos es realizar citas periódicas así no presenten síntomas, pues las enfermedades renales, pancreáticas y digestivas pueden estar presentes en ellos”.
Lo principal a tener en cuenta es el esquema de vacunación, pues aunque el animal cuente con todas las inyecciones, siempre se debe estar pendiente de aplicar los refuerzos correspondientes y, además, realizar una desparasitación periódica que evite el ingreso de patógenos a su sistema respiratorio y digestivo.
Según un informe de Purina Pro Plan, los veterinarios recomiendan realizar chequeos anuales después de los ocho y 10 años, para evitar la aparición de enfermedades propias de los gatos adultos.
Por otro lado, el cuidado bucal es uno de los aspectos más importantes para estos animales, pues son bastante propensos a contraer gingivitis, una enfermedad infecciosa que genera sangrado e inflamación en las encías, resultado de una mala higiene oral.
Es importante implementar un cepillado frecuente con pasta dentífrica y cepillos especiales para gatos, ya que el flúor presente en los productos dentales de humanos es tóxico para los felinos.
Otro factor determinante es estar atento a su comportamiento, pues es clave para determinar alguna variación en la salud. Por ello, si existe un comportamiento fuera de lo normal, se recomienda consultar. Si empieza a orinar en sitios fuera de lo común o se torna agresivo sin una razón aparente, estos pueden ser indicadores de que algo no anda bien con él.
En cuanto a su peso, hay un momento en el que engordan un poco más, que se da generalmente luego de ser esterilizados. Por ello es muy importante regular la cantidad y el tipo de comida que se le suministra al animal, para así evitar a futuro problemas digestivos y de obesidad.
Es importante alimentarlo con una dieta rica en fibra y de calidad, que esté acompañada de sesiones de juego y actividad física.
Aunque en internet se puede encontrar información, lo ideal es siempre consultar con un profesional en la salud veterinaria, puesto que cada animal tiene necesidades y comportamientos diferentes.