Un experto da recomendaciones, a propósito de las recientes denuncias de usuarios en redes sociales.
Los delincuentes les piden a las personas hacer las transferencias antes de entregar a las mascotas.
Hace unos días se conoció una nueva modalidad de estafa a través de redes sociales: la compra y venta de animales de compañía.
A través de diferentes publicaciones en plataformas como Facebook, Twitter e Instagram y también sitios de venta libre de mercancías, los delincuentes hacen contacto con las víctimas y, haciendo uso de fotografías e información falsa (como certificados de vacunación, desparasitación, certificado de raza, etc.), logran cautivar a las personas y ganarse su confianza.
Luego de esos primeros contactos, y tras haber gestionado la elección de la mascota, los delincuentes consiguen que las personas incautas hagan la transferencia por vía electrónica de la totalidad del valor pactado valiéndose de descuentos, promociones u obsequios como concentrado, guacales y camas para los tutores y sus nuevas mascotas.
Posteriormente, acuerdan la entrega del animal que, supuestamente, será llevado directamente a la dirección suministrada por el comprador; sin embargo, una vez confirmada la transacción, las personas inescrupulosas dejan de responder a los mensajes del comprador. Justamente, para evitar caer en esta nueva modalidad delictiva, hay que tener en cuenta ciertas pautas a la hora de comprar un animal de compañía.Lo que dice la Ley Colombiana
En el año 2018, el representante a la Cámara, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, radicó el Proyecto de Ley 002 de 2018, con el cual se pretendía regular las condiciones de Bienestar Animal en la reproducción, cría y comercialización de animales de compañía en Colombia.
En dicho proyecto, se pretendía establecer un Registro Único Nacional de Criaderos y Comercializadores de Animales de Compañía y que estos criaderos garantizaran el mínimo de condiciones de bienestar a los animales. A pesar de las buenas intenciones, este Proyecto de Ley surtió segundo debate y, posteriormente, fue archivado.
Así las cosas, los animales de compañía quedaron amparados únicamente bajo la Ley 1774 de 2016 (que les otorgó el carácter se seres con capacidad de sentir y sanciona el maltrato animal), la Ley 84 de 1989 (que los protege contra el dolor y sufrimiento innecesarios), el Código Nacional de Policía (que prohíbe la venta, promoción, y comercialización de animales domésticos en la vía pública, en municipios de más de 100.000 habitantes) y, más recientemente en Bogotá, en el Proyecto de Acuerdo aprobado por el Concejo de la ciudad con el cual se busca controlar la cría y comercialización de animales de compañía para junio de este año.
Y en la virtualidad…
Por motivos de la pandemia y también por ser espacios menos controlados, la compra y venta de animales ha ido migrando, como muchos otros negocios, a las plataformas virtuales.
Estas páginas no tienen una regulación del todo clara en ese aspecto y permiten la creación de cuentas con mucha facilidad y sin ningún control. Hasta el momento, solo Facebook y algunos sitios web de comercio electrónico tienen lineamientos claros sobre la compra, venta e incluso adopción de animales de compañía estableciendo la prohibición total o parcial de estas transacciones.
Si está pensando en comprar una mascota…
Considere la adopción como una primera opción: existen muchos animales a la espera de una segunda oportunidad y estos tienen igual capacidad de brindar amor a sus nuevas familias.
Pero, si está contemplando la idea de comprar un animal de una raza en particular, es importante que tenga en cuenta:
Los animales no son un objeto: Son seres con capacidad de sentir emociones por lo cual no se pueden devolver porque no se adaptaron o por alguna otra condición.
No tienen garantía: Muchos de los criaderos certificados y constituidos legalmente establecen un periodo de garantía con el comprador; sin embargo, no existe reglamentación que regule estos plazos y estos pueden variar de acuerdo con el criterio del criadero y el acuerdo que se haya pactado.
En casos de problemas genéticos al nacer u omisiones de información por parte del vendedor, estos deben ser comprobados por profesionales idóneos y las instancias legales pertinentes.
Asesoría previa: Consulte a su médico veterinario de confianza no solo sobre la raza que más se adapte a sus condiciones y estilo de vida, sino también sobre dónde adquirir de manera segura a su nueva mascota.
Referidos: Siempre pregunte a familiares, amigos y personas de confianza sobre los lugares en los que se pueden adquirir las mascotas y la experiencia que han tenido con ellos. No se confíe de páginas de internet o perfiles de redes sociales.
Investigue: Para saber la reputación del criadero, puede hacer una búsqueda exhaustiva sobre denuncias, comentarios negativos y valoraciones de las demás personas. Sea cauteloso con la información que se muestra en internet.
Dudas: Si le plantean rebajas, promociones, descuentos por pronto pago u obsequios, dude. Muchos estafadores usan esos métodos para motivar a los compradores bajo la ilusión de una “falsa oportunidad”.
Adicionalmente, haga una investigación previa para saber la “lógica de precios” de la raza que está interesado en adquirir.
Certificados comprobables: Los criaderos son responsables de suministrar los certificados de nacimiento, desparasitación y vacunación completos y actualizados a la fecha.
Las únicas organizaciones que pueden otorgar un certificado de “pureza de raza” o pedigrí son: en Colombia, la Asociación Club Canino Colombiano (www. accc.com.co) y, en el mundo, la Federación Cinológica Internacional (FCI - www.fci.be). Con estas entidades se puede comprobar la originalidad o no del certificado, así como la reputación de los criaderos asociados.
Profesionales comprobados: Exija y verifique siempre la tarjeta profesional del médico veterinario o zootecnista. En Colombia, el ejercicio de este trabajo está regulado por el Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, en cuya página (www.consejoprofesionalmvz.gov.co) se puede comprobar el listado de personas habilitadas para ejercer en el país y también hacer denuncias sobre el ejercicio ilegal.
Visita al criadero: Por motivos de seguridad, bioseguridad y también por la coyuntura actual de pandemia, muchos criaderos no permiten que los compradores visiten las instalaciones físicas; sin embargo, haga uso de las herramientas tecnológicas actuales para conocer el mobiliario y también las condiciones en las que son mantenidos los animales. Analice con detenimiento las fotos y videos que le sean enviadas y, de ser posible, prefiera mecanismos como videollamada o visitas virtuales a las instalaciones.
Si le exigen el pago del 100% del valor del animal, desconfíe: Usualmente este tipo de transacciones se realizan a través de pago por porcentajes pre y contra entrega. También prefiera realizar transferencias a cuentas de ahorro y corrientes, y no por otro tipo de plataformas o servicios.
Edad idónea: Los criaderos responsables hace entrega de los animales a las 8 o más semanas de vida del cachorro. Esto con el fin de garantizar que adquieran todos los anticuerpos necesarios de la madre y se encuentren en óptimas condiciones de salud.
Los criadores éticos y responsables no envían los animales como mercancía con un domiciliario: Siempre se acuerda con el comprador el lugar de entrega que puede ser una clínica veterinaria certificada, una tienda de mascotas, el criadero o la casa del comprador. Nunca un lugar público como un centro comercial o en la calle. Si el envío se hace de una ciudad a otra, el criador está en la obligación de enviar al animal de acuerdo con las disposiciones establecidas para cada medio de transporte y debe suministrar una guía para hacer seguimiento del envío.
Seguimiento: Lo ideal es que el criadero le ofrezca asesoría antes, durante y después de la compra. Son ellos los que más conocen las características y necesidades especiales de cada raza y de cada animal. Establezca una relación de confianza con el criador para que pueda consultar y resolver inquietudes.
En caso de ser víctima de estafadores: denuncie, documente y comunique los casos para evitar que más personas caigan en este tipo de estafas.