Habita en diferentes clases de árboles en México, Estados Unidos y Canadá.
Las feromonas sexuales del insecto son motivo de estudio.
Las fotografías de una especie de 15 centímetros de largo, alas grandes y patas peludas inundaron las redes sociales, causando asombro y susto entre los internautas, quienes la describieron como una ‘tarántula con alas’.
No obstante, a pesar de su gran parecido con el arácnido, en realidad se trata de un tipo de polilla (Antheraea polyphemus), la cual habita en México, Estados Unidos y Canadá.
Generalmente son de color marrón y en sus alas tienen manchas ovaladas de color amarillento que se pueden asemejar a la apariencia de un ojo. Según describe el Departamento de Nematología y Entomología de la Universidad de Florida, Estados Unidos, esta característica es utilizada como mecanismo de defensa de la polilla, pues cuando se siente amenazada bate sus alas y ‘el ojo’ espanta a su posible depredador.
De acuerdo con el Departamento de Entomología y Fitopatología de la Universidad de Auburn, también en Estados Unidos, estos insectos se alimentan de los tallos y ramas de diferentes clases de árboles, como el roble, el arce, el tilo, el haya, el nogal y el sauce, entre otros.
Aunque la polilla no representa ningún peligro, ocasionalmente en el estado de California puede ser una plaga para los cultivos de ciruela.
Esta especie ha sido motivo de estudio debido a los mecanismos moleculares de sus feromonas sexuales, pues esta sustancia química liberada por la hembra es capaz de atraer al macho así se encuentre a una larga distancia, especialmente al anochecer.
Luego del apareamiento, las hembras son las encargadas de ubicar los huevos en grupos de dos o de tres en las hojas de los árboles.
Sus orugas suelen ser de color verde y cuando ven que se acerca un posible depredador levantan la parte delantera de su cuerpo. Cuando son atacadas utilizan su segundo mecanismo de defensa, el cual consiste en producir un chasquido con su mandíbula y segregar una serie de fluidos que alejan al atacante.
Los capullos del particular insecto son atacados por ardillas, pájaros carpinteros y, cuando caen al suelo, también atraen a los ratones.
La Universidad de Florida resalta que algunos nativos americanos llenan los capullos de la polilla con arena para hacer sonajeros, los cuales atan a sus tobillos o a cualquier rama para usarlos como instrumentos musicales.
