¿Qué tan retador ha sido para profesores y alumnos su adaptación a la educación virtual?
El principal desafío para los colegios es darle a la tecnología el uso pedagógico que requiere.
En respuesta a una coyuntura tan atípica y cuyas medidas de protección instan a la población a permanecer en casa el mayor tiempo posible, las mallas curriculares de los colegios del país han migrado rápidamente al mundo digital.
Y es que, a pesar de que la educación no ha escapado al crecimiento acelerado que han tenido las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en todas las actividades cotidianas, la llegada intempestiva de la cuarentena -y, por consiguiente, la suspensión de clases presenciales- ha hecho que directivos, docentes y estudiantes hayan tenido que adaptarse sobre la marcha a una nueva realidad: la educación virtual a tiempo completo.
“Con miras a afrontar la suspensión de clases por cuenta del covid-19, en primer lugar, tuvimos que reconocer el contexto del cambio, tanto para maestros como para estudiantes, allí fue clave la toma de decisiones informadas para preparar el nuevo escenario de enseñanza y aprendizaje. En segundo lugar, se construyó un proceso de formación para los docentes: en principio, relacionado con manejos de plataformas digitales, y luego en los ajustes didácticos que requiere la educación en línea para poder adaptarlos al modelo educativo del colegio”, señala Víctor Alberto Gómez Cusnir, rector del Colegio Gimnasio Moderno.
Cabe destacar, igualmente, que el aislamiento ha sido una oportunidad para que muchas instituciones estrechen lazos y compartan sus experiencias con la educación virtual.
Según explica Claudia Ferrufino, rectora de Knightsbridge Schools International Bogotá, “varios colegios privados de Bogotá nos hemos conectado y apoyado mutuamente este proceso, para garantizar que todos los estudiantes puedan seguir aprendiendo desde la virtualidad. Este proceso va a generar conciencia en el estudiante y en su familia de que la tecnología realmente puede ser aprovechada para el aprendizaje y para reforzar todas aquellas lecciones que los niños y adolescentes no alcanzan a lograr en una jornada escolar normal”.Las lecciones de la cuarentena
A grandes rasgos, esta experiencia digital ha permitido a los colegios mantener la normalidad académica, de la mano de distintos procesos de capacitación de la actividad docente. Para aquellos maestros que no estaban familiarizados con la tecnología aplicada a la educación, esta ha sido una oportunidad de oro para actualizarse y reinventar sus dinámicas en clase.
“Los aprendizajes han sido enormes. Primero, hemos podido ratificar que los profesores son extraordinarios profesionales y seres humanos. Han demostrado su resiliencia, su capacidad de aprendizaje y de adaptación, su compromiso con sus estudiantes y sus grandes fortalezas como educadores”, afirma Adriana Molina, rectora del Colegio San Patricio.
Molina cuenta que otra lección importante ha sido ver en la práctica esas competencias en las que el Colegio San Patricio ha hecho énfasis: “las estudiantes se han empoderado en esta contingencia. Nos han demostrado que pueden aprender solas de la mano del acompañamiento de sus profesores”, agrega la rectora.Virtualidad, el reto es pensar más allá
Y es que el desafío de adoptar la educación en línea en el día a día no se trata de habilitar un espacio virtual para que el profesor lea una presentación durante el tiempo que dure la clase. De acuerdo con el rector del Gimnasio Moderno, “la educación en línea responde a una lógica pedagógica específica y requiere de un diseño de secuencias para que los estudiantes puedan ir explorando los contenidos, a través de andamiajes que permitan ir ganando autonomía”.
De igual manera, es evidente que las TIC les permiten a los estudiantes acceder a grandes volúmenes de conocimiento desperdigado por toda la web, de ahí que el acceso a la información no sea una de las brechas a superar para un aprendizaje virtual exitoso. Por el contrario, esta modalidad ha retado a los maestros de colegio a repensar su rol, de cara a buscar nuevos escenarios de interacción con los estudiantes.
Por tanto, el desafío para los colegios es darle a la tecnología el uso pedagógico que requiere, esto con miras a acercar al estudiante con un aprendizaje que ha sido reconocido por su flexibilidad y dinamismo, pero que demanda un mayor compromiso y autonomía.
En palabras de la rectora del Colegio San Patricio, “el reto que plantean los medios virtuales no empezó hoy. Afortunadamente, llevamos muchos años acogiendo estas tecnologías e incorporándolas a nuestro proyecto educativo. Por una parte, centramos nuestra atención en el desarrollo de habilidades y competencias más que en los contenidos. De otro lado, hemos aumentado en nuestro pensum el énfasis en el manejo de tecnología desde preescolar; no solamente en clases de tecnología, sino a través del uso de medios interactivos y de plataformas virtuales en las clases”.Un lugar para el aprendizaje socioemocional
En un momento de incertidumbre como el actual, donde las noticias trágicas inundan la web y el aislamiento se alarga cada vez más, niños y adolescentes pueden desarrollar sentimientos negativos que repercutirán, tarde o temprano, en su salud y en su aprendizaje.
En ese sentido, dentro de las jornadas virtuales muchas instituciones disponen de espacios para la educación socioemocional. “En este momento es vital saberse encontrar desde las pantallas. Mostrar sus juguetes, juegos o canciones preferidas son maneras creativas de arrancar esos momentos de encuentro y conectarse con lo emocional”, acota Víctor Alberto Gómez Cusnir, rector del Colegio Gimnasio Moderno.
Por su parte, la rectora del Colegio San Patricio afirma que “en este momento es importantísimo atender las emociones de nuestros estudiantes frente al confinamiento y a un futuro incierto. A la vez, no debemos desaprovechar la oportunidad de aprender de esta experiencia; todos nos estamos reinventando y eso trae errores y aciertos, frustraciones y logros. Los estudiantes están llevando a cabo sus labores de maneras distintas; de ser necesario, ya tendremos tiempo de ponernos al día en las materias”.
Finalmente, el estrés que por estos días puede presentar el estudiante de colegio puede aliviarse por medio de la gran cantidad de visitas virtuales a museos, ciudades de otros países o entornos de naturaleza que muchas plataformas están poniendo a disposición d grandes y chicos.