El tema económico no es la única razón para que un joven permanezca en una empresa. También buscan buen ambiente y horarios flexibles.
La nueva generación de trabajadores prefiere la organización horizontal en las compañías y le huye a la jerarquización.
Ninguna empresa hace totalmente feliz a nadie, pero es responsabilidad de todas crear el mejor entorno posible y tener una cultura donde el bienestar y las relaciones saludables sean primordiales.
A pesar de que la población laboral cambió, en Colombia, la mitad de los empleados tiene menos de 38 años, algunas compañías siguen pensando únicamente en crear las mejores estrategias para el negocio y contratar mano de obra talentosa para sacar ventaja a sus competidores, sin pensar en el factor humano. Sin embargo, aun teniendo las mejores herramientas, si no hay buenas relaciones entre los empleados y sin unidad en el equipo, nada va a funcionar.
Estudios recientes, como el de Salud Mental en Colombia, muestran que el 40% de los trabajadores en el país considera que su trabajo es estresante, lo que además de generar una menor productividad en sus labores, ocasiona daños en la salud y nuevamente inconvenientes para la organización, porque una persona enferma se incapacita.
De acuerdo con la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), cada día se generan cerca de 11.000 órdenes de incapacidad, es decir, 4’049.313 al año.
Es por eso, que Plurum, firma consultora que brinda soluciones para analizar el ambiente laboral, realizó un estudio con el objetivo de conocer qué tan felices son los empleados en Colombia, y establecer líneas de acción para que crezca el número de trabajadores satisfechos y orgullosos de su labor.
El análisis se realizó entre 2014 y 2018, y fueron encuestadas 45.000 personas en más de 60 organizaciones nacionales y multinacionales de 20 sectores de la economía. El primer gran resultado señala que ocho de cada diez asalariados no son felices en su trabajo.
El estudio también reveló que el 40% de los trabajadores no se sienten valorados en su empresa, por lo que estarían dispuestos a buscar nuevas oportunidades, y el 77% afirma que, de sentirse de esta forma, realizarían sus tareas con mayor entusiasmo y rendimiento.
Mejorar la experiencia de los empleados asegura resultados y, de hecho, aumenta la productividad entre 4% y 5,3% en el primer año, también disminuye el ausentismo un 7% y la rotación laboral se reduce 12%. En cuanto a este último aspecto, la rotación no siempre es mala, pero sí lo es cuando el talento perdido genera entre 25% y 85% de incremento en los beneficios de la organización.
Según José Miguel Caro, director de Plurum, es deber de las compañías plasmar esa experiencia de tal forma que se fortalezcan los resultados de la organización a todo nivel.
“Es vital entender que mientras las empresas se miden por resultados las personas lo hacemos por los momentos que vivimos y, en ese orden, las organizaciones que han evolucionado en su gestión de personas, están enfocadas en mejorar la experiencia, lo que implica fundamentalmente, conocer el ciclo de vida de los empleados en el trabajo, y trazar un mapa de viaje que permita determinar esos momentos que son hitos o transiciones sobre las cuales la empresa debe hacer un esfuerzo en diseñar soluciones que hagan memorable el paso del individuo por la empresa” aseguró el director.
LUCES Y SOMBRAS
Las personas que llevan más de 10 años en las organizaciones son los más felices con el 70%, lo sigue de cerca las que llevan menos de una año, con un índice de felicidad del 68%; los que han trabajado entre 2 y 5 años presentan el menor porcentaje con 61%.
Estos resultados varían por generación. Mientras en la de los baby boomers, mayores de 55 años, solo el 37% es feliz en las empresas donde llevan menos de un año, el 67% de los millennials se sienten plenos en este mismo tiempo dentro de la organización. En la generación X, mayores de 38 años, los que más inconformes están son quienes han trabajado en una compañía durante 2 a 5 años con 65%, diferente a los millennials, quienes no están a gusto permaneciendo en el mismo lugar por más de 10 años, con un índice de 50%.
Justamente, esta última generación, es la que tiene actualmente mayor presencia en las organizaciones del país, lo que explicaría la alta rotación en las empresas. Por tanto su forma de pensar y actuar es determinante en los lineamientos que deben seguir las compañías para buscar su bienestar y procurar que se sientan satisfechos, realicen sus tareas de la mejor manera y permanezcan allí.
Algunos de los aspectos positivos, es que el 87% de los trabajadores encuestados dice estar concentrado en actividades propias de su labor y, con ello, el 84%, cree que genera impacto positivo en la sociedad. También, basados en su experiencia laboral, el 83% recomendaría a un colega trabajar en la organización, en parte porque el 82% siente aprecio por las personas de su entorno y los coequiperos.
En cambio, los resultados más bajos, y aquellos puntos en los que las empresas deben centrar su mirada, van enfocados hacia la poca seguridad e intranquilidad que siente el empleado sobre su futuro, es decir, se muestra preocupado por perder su puesto en cualquier momento y esto les ocasiona estrés, que es la causa principal de infelicidad laboral.
Algunos creen también que la compensación salarial que reciben no es justa en relación con el esfuerzo y los logros obtenidos.
Al respecto, Juan Guillermo Báez, director comercial de Plurum, manifesta que “se puede retener a alguien con una mejora salarial, pero eso servirá solo hasta que no aparezca un tercero con una mejor oferta. Si se fideliza al empleado desde otros enfoques, se puede tener personal que incluso deje pasar mejores salarios por cuenta de estar conectados a la compañía de una manera más profunda”, es decir, como en todas las generaciones anteriores, el millennial quiere tener dinero, pero no lo es todo para él, y hay cosas que le interesan mucho más, por ejemplo, el objetivo social.
PENSAMIENTO ‘MILLENIAL’
El estilo de vida que tienen los más jóvenes es diferente a sus antecesores, por esta razón, las empresas deben adoptar a su vida diaria estas necesidades, que principalmente tienen que ver con el uso de la tecnología, la flexibilidad de los horarios, de los espacios o un buen entorno.
Una de las características principales con la que se identifica a esta generación en el ámbito laboral según Rocío Hernández, psicóloga especialista en manejo de crisis, es que “a pesar de ser consciente de que está inmerso en una sociedad competitiva, tiene la claridad de que el cooperativismo es lo que funciona”.
Aunque el millenial es una persona acostumbrada al cambio, se va a quedar en una empresa si encuentra bienestar.
Tiene claro que pensionarse va a ser difícil, y de hecho, no piensa mucho en eso, así que la razón para continuar por bastantes años en una empresa lo puede hacer feliz.
Por otra parte, el principal objetivo que tiene al llegar a una organización es innovar.
“Antes las empresas contrataban adultos para tratarlos como niños, pero eso no ha dado resultado con los nuevos profesionales. A ellos no le gustan las jerarquías, para ellos es complicado porque siempre quieren crear, experimentar y proponer cosas nuevas, no es una necedad, sino que se convierte en una necesidad” agregó la psicóloga.
Son personas que prefieren trabajar por metas cumplidas y no por horarios. En la actualidad poco les importa, como en otras épocas, la reputación histórica de la compañía, pues no confían en el nombre sino en los resultados presentes.
“Deben sentir que hacen parte de algo más grande y que en la búsqueda de los objetivos empresariales también está logrando cosas a título personal. De igual forma, en cuanto a las organizaciones, ya no se busca retener a las personas, sino enamorar al empleado y conseguir que ese sea el lugar en el que quiere estar” dijo el director de Plurum.
Las personas cambiaron y las empresas tienen que hacer lo mismo. Se deben ajustar a las nuevas necesidades y los requerimientos de sus empleados por el bien de la compañía, porque un individuo feliz es un trabajador que realiza sus labores lo mejor posible y es pieza clave en el desarrollo de la misma. De lo contrario, si los empleados no aumentan su nivel de satisfacción y la felicidad es baja, no perderán solo a un trabajador sino a la fuente de cualquier crecimiento, el talento humano.
SMILE: CÓMO UN LÍDER DEBE GUIAR SU ORGANIZACIÓN
Un buen líder debe centrar su mirada en cinco frentes aseguró José Miguel Caro, director de Plurum, los cuales son resaltados bajo el acróstico SMILE.
Soñar con propósito es el primero y se refiere a alinear a su equipo con el propósito organizacional y dedicar tiempo a conocer los sueños de su gente. Medir su potencial y el de su equipo, será su siguiente tarea, allí debe reconocer las fortalezas propias y colectivas que le permitan alcanzar todo el potencial. Es su responsabilidad innovar y promover el cambio. Debe, también, liderar desde el corazón, es decir, construir relaciones cercanas y profundas, entendiendo que las personas son el centro de la estrategia y, por último, la entrega de resultados, donde se encarga de medir su gestión y la de su equipo.