Recientemente han nacido movimientos como el #KuToo, de la modelo y actriz japonesa Yumi Ishkawa, que buscan que el uso de zapatos altos no sea obligatorio
Así como los hombres están dejando las corbatas y los trajes a un lado para ir al trabajo, las mujeres de las nuevas generaciones han puesto la comodidad como prioridad y se han bajado de sus tacones.
Por ello, cada vez se ven más movimientos e iniciativas como el #KuToo en Twitter, creado por la modelo y actriz japonesa Yumi Ishkawa, quien se inspiró en el #MeToo y mezcló las palabras ‘Kutsu’, que significa zapato en japonés, y ‘Kutsuu’, que equivale a dolor, con el fin de que en ninguna empresa sea obligatorio para las mujeres ponerse tacones.
Otro precedente se dio en 2011, cuando Nicola Thorp impuso una demanda en contra de una compañía británica por obligarla a usar tacones para ir al trabajo y logró que el Parlamento no solo le diera la razón, sino que también comenzara a debatir sobre los códigos de vestimenta sexistas, así como sobre la discriminación en el trabajo.
María Fernanda Hernández, curadora de imagen personal, aseguró que “la moda ha evolucionado y la mujer de hoy es mucho más fuerte. Antes debía usar el uniforme de los hombres o un sastre, y ponerse tacones para verse más alta e imponente, pero hoy tiene la libertad de vestirse y elegir sentirse cómoda”.
“En Terpel no es obligatorio ir al trabajo con tacones, debemos ser libres de elegir con qué nos sentimos más cómodas, productivas y felices”.
Andrea Olmos, psicóloga experta en moda, explicó que esta tendencia se ha desarrollado gracias al empoderamiento femenino, lo que significa no “solo luchar por los derechos de la mujer, sino imponer estilos y tener las mismas posibilidades que los hombres en la moda. Si bien los tacones estilizan la figura, pueden ser incómodos y disminuir la productividad de las mujeres, pues pierden rapidez y, además, el día a día ha convertido a la comodidad en una necesidad”.
Por ello, aunque en algunas empresas todavía es obligatorio vestir con tacones, y más para las mujeres que están en áreas como la de servicio al cliente, en otras como “Terpel no es mandatorio usar zapatos altos. Debemos ser libres de elegir con qué nos sentimos más cómodas, productivas y felices”, aseguró Sylvia Escovar, presidenta de la compañía.
Juan Esteban Calle, presidente de Cementos Argos, empresa que tampoco obliga el uso de corbata para sus ejecutivos, dijo que en “la cultura organizacional que hemos construido en Argos y la industria en la que estamos, el uso de tacones entre las mujeres es muy eventual y responde a la autonomía, autenticidad, gusto personal y opción por la comodidad. En nuestro caso, no es generalizado el uso de esta prenda en oficinas ni en eventos o actividades comerciales”.
Estas tendencias también han llevado a que grandes marcas deportivas como Nike y Adidas, y otras de lujo como Gucci y Balenciaga, centren algunas de sus nuevas colecciones en diseñar zapatillas cómodas que no son para hacer deporte, sino para combinarlas con los outfits diarios. Esto ha hecho que la comodidad se traslade a la ropa de oficina sin perder la elegancia y el estilo.