Pitillos, cubiertos, platos y vasos, entre otros elementos elaborados de plástico, tendrían sus días contados. En la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente las naciones participantes, incluida Colombia, se comprometieron a adoptar medidas para disminuir su consumo al 2030.
La meta de los países es reducir de forma significativa a 2030 el uso de vasos, pitillos, cubiertos y platos plásticos.
A reducir de forma significativa los plásticos de un solo uso y los microplásticos marinos se comprometieron los 170 países que se encuentran participando en la IV Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Medio Ambiente en Nairobi.
Reconociendo que el 10% de los desechos mundiales son plásticos, que en el mundo se usan 500.000 millones de bolsas anuales y que cada año se vierten en los océanos ocho millones de toneladas de plástico, los representantes de las naciones afirmaron que adoptarán medidas para diminuir el consumo de este tipo de materiales al 2030.
Prevenir y reducir la producción de desechos en su origen, entre otras cosas reduciendo al mínimo los materiales de embalaje y disuadiendo a los fabricantes a planificar la obsolescencia de sus productos, son algunas de las tareas que quedaron pendientes, al igual que aumentar la seguridad y la capacidad de reutilización y reciclado de los productos.
"La idea es usar los recursos con más eficiencia, por ejemplo, mediante la mejora del diseño de los productos, el uso de materiales fáciles de reciclar y la sustitución, cuando sea posible, de las materias primas principales por otras secundarias", señala el acuerdo final de la cumbre.
El documento también da cuenta sobre la necesidad de recabar la participación efectiva del sector privado, la sociedad civil, los productores de desechos, las autoridades locales y el público en general, así como promover iniciativas y alianzas entre los sectores para la gestión racional de los desechos sólidos.
"Destacando además la importancia de una gestión más sostenible del plástico durante todo su ciclo de vida para aumentar las modalidades de consumo y producción sostenibles, que incluyen, entre otras cosas, la economía circular y otros modelos económicos sostenibles, y la importancia de la gestión ambientalmente racional de los desechos, el uso eficiente de los recursos, el principio de las 3 erres (reducir, reutilizar, reciclar), la innovación tecnológica en materia de gestión sostenible de los materiales, la limpieza ambientalmente racional de la basura plástica marina y la cooperación internacional, a fin de prevenir con la máxima eficacia la contaminación ocasionada por la basura marina, incluida la basura plástica y los microplásticos", indica el documento.
También fue aprobado un plan de acción mundial para reducir la basura plástica marina procedente de los buques. Sin embargo, el acuerdo dejó un sinsabor ya que varios países ricos se mostraron reticentes a imponer más restricciones a los productos contaminantes y presionaron para que el acuerdo fuera menos ambicioso de lo que se tenía previsto. Un borrador, por ejemplo, proponía incialmente tomar medidas progresivas para "desembarazarse del plástico de uso único en 2025".
"Es difícil hallar una solución entre todos los países miembros", indicó Siim Kiisler, presidente de la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, quien se declaró satisfecho por este "primer" acuerdo mundial sobre la reducción del uso del plástico, material del que se producen anualmente 300 millones de toneladas.
En el marco de la Asamblea de la ONU, en la que participan 4.700 delegados y líderes empresariales y de la sociedad civil, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago y Paraguay se unieron a la campaña ‘Mares Limpios‘ de ONU Medio Ambiente, la mayor alianza global para combatir la contaminación por plásticos en los mares, en la cual participan otros 60 países.
Esta campaña, lanzada en 2017, trabaja con gobiernos, empresas y ciudadanos para eliminar el uso innecesario de plásticos desechables y proteger los océanos y ríos de la marea tóxica que amenaza los medios de vida costeros y la biodiversidad marina. Las naciones que integran la campaña custodian más de 60% de las costas del mundo.