La audiencia de los canales de cable para niños está en caída libre debido al auge de las plataformas de streaming.
Los niños y jóvenes de hoy quieren acceder al contenido que quieren, como quieren y, sobre todo, cuando quieren
Caleb tiene 7 años y rara vez ve televisión convencional. “Todo es Netflix”, dice su madre, Ally Brown, agente de seguros del área de San Luis, en Misuri, Estados Unidos, que también tiene un niño de 5 años y un bebé en camino.
El problema es que, en plena era digital, cada vez hay más niños como Caleb. Los canales de cable para niños, en declive desde hace años, ahora están en caída libre: los niveles de sintonía de esta temporada para el segmento de edad entre los 2 y los 11 años se perfilan como las peores. Y pocos en la industria predicen una recuperación.
Las consecuencias son enormes para gigantes como Viacom Inc. y Walt Disney Co. La audiencia de las tres redes más populares para los más pequeños –Nickelodeon, Disney Channel y Cartoon Network– ha bajado más del 20 por ciento en comparación con un año atrás, según datos de la agencia de investigación de mercados Nielsen. Es un nivel muy bajo en una tendencia de larga data desde que Netflix Inc., YouTube y otros servicios de ‘streaming’ han despegado.
Las compañías de medios aún ganan dinero con la televisión para niños gracias a las marcas de juguetes de las caricaturas más vistas y acuerdos de licencia que pueden generar millones de dólares, pero “las marcas tradicionales están atrapadas en una difícil posición”, explica Birk Rawlings, quien se fue de Nickelodeon para dirigir DreamWorksTV, un canal de YouTube para niños.
Rawlings era vicepresidente de animación de Nickelodeon cuando su empresa matriz, Viacom, cometió lo que muchos en la industria consideran que fue el pecado original: en el 2010 entregó a Netflix la licencia de muchos de sus programas infantiles en un paquete. Ese acuerdo permitió a la plataforma de ‘streaming’ atraer a clientes con los principales éxitos de Nickelodeon, incluida la serie ‘Bob Esponja’.
En ese momento, Netflix tenía menos de 20 millones de suscriptores. Ahora tiene 127. Nickelodeon considera que un programa logra ser un éxito si atrae a aproximadamente 2 millones de espectadores. No hay comparación posible.
Mientras tanto, la cantidad de tiempo que los espectadores más pequeños pasan viendo televisión convencional cayó un 30 por ciento entre 2010 y 2017, y las ventas de publicidad de Estados Unidos para redes infantiles no han crecido durante cinco años, luego de estabilizarse en alrededor de unos 1.200 millones de dólares anuales.
Netflix también está incrementando aún más la competencia al generar más producción propia orientada a los jóvenes. El año pasado, contrató a Melissa Cobb, que trabajaba en Nickelodeon, para dirigir una división infantil y familiar que acaba de producir una nueva serie de acción llamada ‘Alexa y Katie’.
La compañía también captó a dos escritores, Scott Thomas y Jed Elinoff, de Disney Channel, perteneciente a Walt Disney Co., que recientemente crearon una serie derivada de la famosa ‘Es tan Raven’. Son los primeros productores de programación infantil en sellar un acuerdo exclusivo para hacer programas originales para Netflix, de acuerdo con diversas fuentes consultadas que pidieron no ser identificadas dado que el acuerdo no había sido anunciado todavía.
NATIVOS DIGITALES
Otra de las cuestiones que ha provocado el declive de las cadenas televisivas tradicionales es el modo en el que los niños consumen productos audiovisuales. Con la llegada de los ‘smartphones’ y tabletas, los menores ya no necesitan encaramarse a un televisor para disfrutar de sus caricaturas o videos favoritos, solo tener acceso a internet y escribir YouTube en el buscador.
Según un estudio realizado por la empresa Delfy Media en el 2017, el 67 por ciento de niños y jóvenes menores de 18 años indicó no ser capaz de vivir sin YouTube, frente al 36 por ciento que aseguró sentir ese vacío si tuviera que prescindir del cable. En Colombia, un sondeo desarrollado por IMS y ComScore concluyó que el 80 por ciento de los nativos digitales, personas que han nacido en la era tecnológica, prefieren los llamados ‘videos bajo demanda’, es decir, los que ofrecen plataformas como YouTube, con un catálogo casi infinito, que mirar televisión.
“Las prácticas culturales y la lógica de consumo de las nuevas generaciones han cambiado. Los niños y jóvenes de hoy quieren acceder al contenido que quieren, como quieren y, sobre todo, cuando quieren, de ahí que se alejen de la rigidez que caracteriza la programación de la televisión tradicional y opten por internet”, cuenta el estadounidense Marc Prensky, experto en tecnología y aprendizaje.
Disney, Nickelodeon y Cartoon Network están tratando de recuperar terreno inaugurando sus propias plataformas de streaming. La primera lo hará el próximo año, la segunda lo hizo hace tres con Noggin y Cartoon Network y ya cuenta con una aplicación propia de videos. “Tenemos que creer que los dólares que estamos invirtiendo recuperarán a la audiencia”, asegura Christina Miller, titular de Cartoon Network y Boomerang. “Si no sucede, se acabó el juego”.