La infección se transmite fundamentalmente por una mordedura del animal. Es clave vacunar y educar.
En el caso de los perros, es indispensable que tengan las vacunas de parvovirus, coronavirus y moquillo, y la de la rabia que se debe aplicar cada año.
El lunes se conmemoró el Día Mundial Contra la Rabia, fecha en la cual se aprovechó para hacer un llamado a todas las personas, instituciones y gobiernos sobre la importancia de prevenir esta enfermedad a través de la vacunación efectiva de los animales de compañía y, además, para resaltar la labor que año a año se viene realizando a fin de lograr la meta de que en el año 2022 la rabia humana sea completamente eliminada en América, y que para 2030 esta enfermedad esté erradicada en el mundo.
La rabia es considerada la enfermedad zoonótica (que se transmite de animales a humanos) más importante en el mundo. Desde el 2007, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la Organización Mundial de Sanidad Animal y la Alianza Mundial para el Control de la Rabia se unieron con miras a llamar la atención sobre esta enfermedad.
‘Cero para el 30’ es la iniciativa de la OMS cuyo objetivo es reducir a cero el número de muertes humanas por rabia transmitida por perros para el año 2030; cada nueve minutos, la rabia se cobra una vida humana en todo el mundo, siendo las mordeduras de perro las causantes de la mayoría de casos en humanos.
Para hacer el llamado eligieron el 28 de septiembre, fecha en que falleció el científico y médico francés Louis Pasteur, en 1895, quien produjo la primera vacuna contra la rabia el 6 de julio de 1885. Desde esa época, y durante 135 años, la rabia ha estado en la mira del mundo para entenderla, tratarla y prevenirla.¿Qué es la rabia?
La rabia anualmente produce la muerte de aproximadamente 55.000 personas en el planeta y tiene como principales víctimas a niños de los países en desarrollo, siendo África y Asia los continentes más afectados.
Es producida por un virus del género Lyssavirus, familia Rhabdoviridae, que afecta el sistema nervioso central tras haber tenido contacto directo con la saliva de un animal rabioso, generalmente por mordedura o, en menor proporción, por rasguños o heridas abiertas expuestas.
Si estos accidentes rábicos no reciben tratamiento médico efectivo y a tiempo, el virus podría producir debilidad, malestar y dolor generalizado, fiebre, ansiedad, confusión, delirios y alucinaciones, encefalitis y, finalmente, la muerte de la persona.
En los animales, los síntomas son similares a los del humano, presentando parálisis, convulsiones, dificultad para respirar, salivación excesiva, cambios en el comportamiento como fotofobia (aversión a la luz) o hidrofobia (aversión al agua), y episodios de agresividad, irritabilidad o automutilación.¿Por qué las mascotas son importantes en esta campaña?
En primer lugar, porque tanto perros como gatos se pueden ver afectados por la enfermedad. Y luego, porque aproximadamente el 99 por ciento de los casos de rabia en seres humanos son producidos por animales de compañía (principalmente perros) que no han sido vacunados efectivamente, asegura la OMS.
Precisamente, hace pocos días el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia reportó el fallecimiento de una mujer en Neiva por la mordedura de su gato, que no tenía el esquema de vacunación antirrábica al día.¿Cómo evitar la rabia en las mascotas?
La medida más efectiva para evitar los casos de rabia en animales de compañía, y de esta forma evitar el contagio al ser humano, es a través de la vacunación antirrábica de perros y gatos, que debe realizarse anualmente, sin importar si son mascotas o animales en condición de calle.
Además, otras medidas efectivas de prevención son:
–Educación de las comunidades en cuanto a comportamiento y manejo de los animales de compañía para evitar y prevenir las mordeduras. También es importante enfatizar la responsabilidad de tener una mascota, que conlleva, entre ellas, tener el esquema de vacunas al día. En Colombia, la vacuna contra la rabia se aplica de manera gratuita a través de las secretarías de Salud y los centros de Zoonosis de cada ciudad.
–No permitir que perros o gatos deambulen libremente sin ningún control, más aún si se vive en zonas rurales o con alta presencia de fauna silvestre, como zorros o murciélagos.
–No tener animales silvestres como mascotas y también tratar de reducir al máximo cualquier encuentro con fauna silvestre. Si bien no todos los animales silvestres transmiten el virus, el riesgo de accidente por mordedura es alto cuando se extraen poblaciones de su hábitat natural.
–En caso de que el perro o gato hayan sido mordidos por otro animal, acudir cuanto antes al veterinario para que se pueda limpiar la herida y evaluar médicamente la situación.
–Esterilizar es muy importante. Esta es una medida efectiva para reducir las poblaciones de perros y gatos en condición de calle que quizá no puedan recibir el cuidado necesario y no pueden ser vacunados con regularidad.