Así lo reveló en un informe el Departamento Administrativo Nacional de Estadística.
El trabajo infantil es uno de los fenómenos que sigue preocupando a las autoridades.
Según cifras entregadas por el Dane, el trabajo infantil ampliado en Bogotá pasó del 11 % en 2014 al 4.9 % en 2018. En su indagación encontró que 92.000 menores dejaron de trabajar.
Para obtener este porcentaje, la entidad tuvo en cuenta actividades como el acompañamiento a los ambulantes, desempeñar por más de 15 horas semanales tareas domésticas, asumir el cuidado de personas mayores, con discapacidad o de sus hermanos; pues son labores que están integradas en el concepto de trabajo infantil ampliado.
Con el propósito de disminuir el número de casos, las entidades distritales han implementado dinámicas y estrategias que impacten no solo a los menores sino a sus familiares.
Por medio del proyecto ‘Suma de sueños’, la Secretaría de Educación identificó, entre 2016 y 2018, a 7.782 niñas, niños y adolescentes, y los mantuvo en el sistema educativo.
Integración Social, por su parte, impactó desde los hogares, explicándoles las alternativas que ofrece el Distrito para proteger a sus hijos. Uno de los beneficios es la vinculación en jardines infantiles y casas de pensamiento intercultural, donde los menores reciben acompañamiento pedagógico, nutricional, psicosocial y artístico.
A esta estrategia se suma la Secretaría de Salud, pues traza con las familias planes de acción para definir roles, hábitos saludables y promover el desarrollo integral de los niños.
Desde TransMilenio y las terminales de transporte también se está informando mensualmente a la ciudadanía sobre este flagelo y, asimismo, la Secretaría de Gobierno aplica el programa de educación en derechos humanos para la paz, con el que han desarrollado procesos de formación sobre la protección de la niñez.