lunes, 17 de septiembre de 2018

Le llegó la hora a las universidades públicas regionales

Ante la suspensión del programa Ser Pilo Paga, el país tiene una oportunidad de oro: invertir esos recursos en las universidades públicas regionales para garantizar el derecho a la educación de más estudiantes, crear nuevos polos de desarrollo y construir la paz. 

 
Julián de Zubiría explica como el 90% de los jóvenes de estrato uno no continúan sus estudios de educación superior. Un debate sobre las universidades públicas. 

Los medios de comunicación han hecho creer a muchas personas que las universidades públicas, supuestamente, son de calidad baja y alto costo para el Estado. Lo dicen y lo repiten; y todos sabemos que las mentiras y las medias verdades que se reiteran tienden a creerse como verdades y a hacer parte de las narrativas culturales. Sin embargo, esa afirmación sobre nuestras universidades encuentra poco sustento en la realidad. 

El imaginario que han creado los medios es que las universidades públicas permanecen cerradas por huelgas, que los semestres se alargan y se cancelan, que son centros de adoctrinamiento terrorista, que los jóvenes aprenden poco y que le cuestan mucho dinero al Estado. De cara a este supuesto, hay que hacer conciencia de que existe un claro interés en un sector económico y político del país por apoderarse de los recursos de la universidad pública. Ser Pilo Paga fue un buen ejemplo de esta estrategia. Lo mismo ya pasó en el país con la salud, las pensiones, el transporte y diversos sectores económicos. En las pensiones, por ejemplo, antes de captar ingenuos que se trasladaran del sector público al privado, inundaron los medios de mentiras y difamaciones contra el seguro social. Dijeron que se iba a acabar, que era inviable y que terminaría quebrado. El objetivo era uno solo: atemorizar a la población para presionar su traslado a los fondos privados. La estrategia ha sido casi siempre la misma: el miedo como arma oculta. Hoy vemos miles de profesionales que comenzaron a recibir pensiones de miseria, equivalentes a salarios mínimos, mientras los grandes grupos financieros acrecientan su capital. 

Algo similar están intentando hacer con la educación pública. Ya iniciaron la estrategia. En la mayor parte de los medios de comunicación debilitan, estigmatizan y desprestigian a la universidad pública. El objetivo es uno solo: controlar sus recursos y apoderarse del mercado. La estrategia es la misma: el miedo. 

Lo primero que hay que tener en cuenta es que resulta difícil comparar la calidad de universidades que trabajan con jóvenes de estratos, contextos socioculturales y regiones diferentes. En sentido estricto, no son comparables porque trabajan con individuos con capitales sociales y culturales demasiado diversos. También resulta poco pertinente comparar universidades con niveles de especialización y énfasis diferentes (técnica, pregrado, maestría o doctorado). Sencillamente, no es posible. Si no se tiene en cuenta lo señalado, la comparación y los rankings resultan totalmente arbitrarios, como actualmente está sucediendo en nuestro medio.

Lo segundo que hay que considerar es que dos instituciones se podrían comparar por múltiples criterios y que hay que tener en cuenta cuál resulta más pertinente para el fin buscado. 

En contra de lo que suele creer la mayoría de la población, en la Universidad Nacional no se ha suspendido un solo semestre desde hace 19 años, pero los medios siguen dando la idea de que allí no hay continuidad académica. Es más, no hubo ningún cierre de más de un día durante los cinco años que duró el proceso de paz, pero los medios no registran estas noticias. ¿Por qué será?

Para hacernos creer que las privadas son de mayor calidad que las públicas, los medios masivos de comunicación recurren a los resultados de las pruebas SABER PRO, en las cuales es más alta la presencia de las universidades privadas de élite en los lugares destacados. Pero resulta que de todos los indicadores con los que cuenta la sociedad, éste sería el menos pertinente para evaluar la calidad de una institución de educación superior por una razón muy sencilla: no tiene en cuenta el nivel en el que ingresaron los estudiantes. Sería similar a que, en una competencia de 100 metros, eligiéramos a los ganadores permitiendo que algunos de los corredores salieran 80 metros adelante y otros 50, en tanto que a la mayoría se le exigiera partir desde la raya. Eso lo saben los medios de comunicación, los funcionarios del Ministerio de Educación Nacional (MEN) y los directivos de las instituciones. Sin embargo, lo ocultan para favorecer a las privadas de élite que seleccionan sus estudiantes en el quintil más alto según los resultados de las pruebas SABER 11. 

Para corregir el problema de las pruebas SABER PRO, que no tienen en cuenta el nivel de las competencias con las que ingresan los estudiantes, se han creado las pruebas de valor agregado. Las creó el propio MEN. El problema es que las mantiene bajo llave, cuando deberían ser de acceso público. Éstas establecen la diferencia entre el valor alcanzado al ingresar a la universidad y el que obtiene al salir. Es sensiblemente mejor que tener sólo en cuenta el valor alcanzado en SABER PRO, ya que nos permite ver cuáles son las que más logran impactar a sus estudiantes en lectura crítica, y razonamiento cuantitativo. Como son las mismas competencias en SABER once y SABER Pro, podemos ver qué tanto agrega la universidad en cada una de las competencias. 

Si tuviéramos en cuenta las pruebas creadas por el propio MEN, de las cinco universidades que más valor agregan en lectura crítica, tres de ellas son públicas y dos privadas. Es de destacar que algunas de las universidades más famosas del país son desplazadas a lugares muy bajos de la tabla, en tanto que otras, relativamente poco conocidas, ascienden muchos puestos. Lo anterior sucede porque la mayoría de las privadas muy famosas reciben estudiantes con un puntaje muy alto en SABER 11 y terminan agregando muy poco valor, en tanto algunas universidades oficiales reciben estudiantes con bajos puntajes SABER 11 y bajo capital cultural, los cuales logran mejorar de manera significativa durante su tránsito por la universidad. La excepción la constituyen dos universidades oficiales: la de Antioquia y la Nacional, las cuales, aunque reciben estudiantes con puntajes relativamente altos en SABER 11, adicionalmente, agregan mucho valor. Este es el listado creado por el propio MEN:

Si usáramos como criterio el construido por Sapiens Research Group, el de las universidades que más apropian socialmente el conocimiento, para el año 2018, ocho de las diez mejores universidades serían públicas y la lista la encabezarían la Nacional y la de Antioquia. Si utilizáramos el criterio de procesos de innovación e investigación que construye el SCimago, el más respetado por los investigadores y el cual combina indicadores de publicaciones, investigadores y patentes; para el año 2018, nuevamente tres de las cinco universidades son públicas y la lista la siguen encabezando la Universidad Nacional y la de Antioquia. Un solo dato ilustrativo: la Nacional cuenta con 585 grupos de investigación reconocidos por Colciencias y, en el año anterior, alcanzó 1.451 artículos publicados en revistas indexadas.

Sin embargo, el criterio más importante sigue siendo el valor agregado, ya que ese es el sentido más importante de una universidad: garantizar que el trabajo que se realice en sus aulas impacte de manera profunda y estructural en las maneras de pensar, sentir y actuar de los estudiantes. En estas pruebas, para el caso de lectura crítica –como hecho muy significativo– las universidades que alcanzan mayor impacto son las universidades públicas.

Las anteriores reflexiones son esenciales si se tiene en cuenta que el gobierno de Iván Duque acaba de suspender el programa Ser Pilo Paga, mediante el cual se venían transfiriendo de manera masiva los recursos públicos hacia unas muy pocas universidades privadas. Ojalá el nuevo gobierno escuche el clamor de profesores y estudiantes de las universidades públicas. La mayoría de ellas se encuentra en asamblea permanente, exigiendo el derecho a la educación. La desfinanciación de las universidades públicas está tocando fondo, mientras, equivocadamente, veníamos invirtiendo cerca de un billón de pesos anuales en tan solo el 2% de los egresados de la educación media. Ningún padre de familia que tenga cien hijos, alimenta bien a los dos mayores, en tanto les da agüepanela con pan a todos los demás. El Estado colombiano lo ha estado haciendo.

En Colombia, el 90% de los jóvenes que pertenecen al estrato uno no continúan sus estudios en la educación superior. Cada año, 300.000 jóvenes que culminan su educación media frustran sus sueños y se ven condenados a continuar en la pobreza y la marginalidad. El gobierno de Juan Manuel Santos brindó apoyo tan sólo a 10.000 de ellos cada año. A este paso nos demoraríamos más de un siglo para poder garantizar el derecho a estudiar de la gran mayoría de la población. 

La invitación al nuevo gobierno es a que, con los mismos recursos de Ser Pilo Paga, se decida a apoyar cada año a 40.000 jóvenes en las universidades públicas regionales. Si seleccionamos unas seis de ellas y las fortalecemos con recursos económicos, con excelentes estudiantes de las regiones aledañas; si les quitamos estas universidades a los caciques políticos, si las cualificamos a nivel administrativo y si impulsamos profundos procesos de renovación pedagógica –contando con el apoyo de las extraordinarias universidades públicas nacionales–, lograremos consolidar el derecho a la educación de cada vez más jóvenes pobres en el país. 

La enorme ventaja es que el país cuenta con excelentes universidades oficiales que están agregando mucho valor y que, si las impulsamos, nos ayudarán a fortalecer el derecho a la educación, a crear nuevos polos regionales de desarrollo y a construir la paz. Sin duda, “sí se puede” y tenemos ahora una oportunidad de oro para hacerlo: la supresión del programa Ser Pilo Paga. Esos recursos le pertenecen a la educación y allí deben seguir, sólo que ahora tendrán impactos sociales y educativos significativamente mayores al invertirlos en las universidades públicas regionales.

domingo, 16 de septiembre de 2018

Conozca cuáles pueden ser los beneficios si decide esterilizar a su mascota

Lo costos de esta cirugía pueden variar dependiendo del peso de tu mascota y la veterinaria. El valor oscila entre $200.000 y los $450.000, tanto para perros como gatos. 

Son muchos los dueños de mascotas que dicen estar en contra de la esterilización, porque prefieren que su animal viva una “vida plena”. Sin embargo, los expertos recomiendan llevar a cabo este procedimiento para garantizar la salud del animal y favorecer la convivencia con ellos. 

La decisión de esterilizar a nuestro acompañante, sea gato o perro, es un acto de responsabilidad hacia él. Además, mediante este proceso se puede evitar el sacrificio y el abandono de miles de animales de compañía. 


Para Iván Martín, médico veterinario de la clínica de la Universidad de La Salle, el procedimiento se debe realizar antes de que la mascota llegue a la pubertad, es decir entre los cinco y siete meses de edad. La razón, explicó el experto, es que durante este periodo de tiempo ocurren los cambios hormonales, los cuales modificarán los comportamientos sexuales. En este sentido, en los gatos y perros los problemas de agresión pueden mejorar, pues la agresividad puede estar relacionada con altos niveles de testosterona.

Igualmente, Martín explicó que esterilizar a una mascota adulta puede causar que el metabolismo sea más lento, lo que se traducirá en obesidad, aunque esto depende de la raza del animal y su actividad diaria. 

En materia de enfermedades, María del Mar Rodríguez, médico veterinario y especialista en animales pequeños, indicó que realizar este proceso ayuda a la prevención infección bacteriana de útero, quistes y tumores ováricos, tumores mamarios, evita fugas y embarazos no deseados y evita malos olores y secreción sanguinolenta durante el celo en hembras. 

En los machos puede ayudar a prevenir tumores prostáticos y prostatitis; tumores testiculares; tumores anales; transmisión de leucemia e inmunodeficiencia en gatos; evita fugas y peleas. 

Lo costos de esta cirugía pueden variar dependiendo del peso de tu mascota y la veterinaria. El valor oscila entre $200.000 y los $450.000, tanto para perros como gatos. 

El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal de Bogotá realiza jornadas de esterilización todos los meses en distintas localidades de la ciudad con el fin de disminuir la presencia de animales de compañía en abandono, para así evitar que sean víctimas de maltrato o accidentes vehiculares. 

El proceso es gratuito para perros y gatos machos y hembras que conviven en estratos 1,2 y 3. Entre los requisitos solicitados por el Instituto están que la mascota debe estar en buen estado de salud y en ayuno de alimento (mínimo ocho horas) y líquidos (tres horas), antes de la operación. En total, hay 20 puntos en la capital dispuestos para llevar a cabo la operación como en Kennedy, Usme o Bosa.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Argentina, a un paso de ganarle a Colombia en la Copa Davis

Ambos equipos ya tienen su participación asegurada en la edición del 2019 por el cambio en el formato del torneo, pero buscan una victoria que les permita debutar ante un rival de menor jerarquía.

Guido Pella, número 62 de la clasificación de la ATP, venció ayer a Daniel Galán, 209, por 3-2 con parciales de 3-6, 6-4, 4-6, 6-3 y 6-2 para que Argentina esté 2-0 sobre Colombia en la repesca de la Zona Americana 1 de la Copa Davis. 

Tras dos parciales parejos, Galán jugó en un buen nivel el tercero y revirtió un 4-1 para quedarse con el parcial por 4-6 y estar a un paso de la victoria. 

Sin embargo, Pella cambió el estilo de juego, apostó por los tiros ganadores, empezó a arriesgar y dejó sin chances a su rival, quien no pudo evitar caer por 6-3 y 6-2 en los últimos dos parciales. 

En el primer cruce de ayer, Diego Schwartzman, número 14 de la ATP, venció a Santiago Giraldo, 410, por 3-1 con parciales de 6-3, 6-1, 6-7(3) y 6-1 en 2 horas y 40 minutos. 

Estos fueron los primeros partidos del equipo argentino tras el despido de Daniel Orsanic, campeón del torneo en 2016. 

Los nuevos capitanes del conjunto local son Guillermo Coria, Guillermo Cañas y Gastón Gaudio, que ocupa el banco ante Colombia, capitaneada por Pablo González. 

Ambos equipos ya tienen su participación asegurada en la edición del 2019 por el cambio en el formato del torneo, pero buscan una victoria que les permita debutar ante un rival de menor jerarquía.



viernes, 14 de septiembre de 2018

Patente para plato desechable biodegradable elaborado a partir de harina de yuca

La patente de invención fue concedida a la Universidad del Cauca y está relacionada con un material compuesto semirrígido biodegradable para la fabricación de platos, recipientes, envases de alimentos secos, entre otros.

Este plato desechable biodegradable está elaborado a partir de harina de yuca y fibra de fique, que presenta un recubrimiento que comprende, entre otros componentes, cera de abejas y gelatina; dando como resultado un recipiente amigable con el ambiente y con buenas propiedades mecánicas.

El material para elaborar el plato desechable patentado es único frente a otros a base de polímeros naturales, porque gracias a sus componentes evita la presencia de pequeñas grietas, poros y estructuras frágiles, que se presentan en materiales elaborados con otros polímeros naturales.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Es una gran época para ser un fan de los deportes

El VP de operaciones de Fox Sports es optimista sobre el futuro de la industria. 


Michael Davies hablará en Andicom sobre la tecnología y el futuro de los deportes. 

Michael Davies supervisa la integración de tecnologías emergentes para Fox Sports y, por tanto, no es ajeno a los desafíos de la transmisión en vivo de grandes espectáculos deportivos. Su rol incluye supervisar los trabajos de Fox Lab, un espacio que busca maneras innovadoras de mejorar la experiencia visual enfocada en el storytelling, el arte de contar historias y que ya ha aplicado sus hallazgos en eventos como el Super Bowl, la Serie Mundial y las 500 de Daytona.

Davies, que visitará Cartagena la próxima semana para participar en Andicom 2018, habló sobre el futuro que vislumbra gracias al papel de la tecnología como amplificadora de la experiencia de ver deportes.

¿Qué tecnologías, muchas nacientes, impulsan el trabajo de Fox Sports?

He estado haciendo esto veinte años y no creo que haya habido una época en que las cosas se movieran tan rápido. Es mucho lo que hay que hacer para seguir siendo relevantes. Hoy hay que pensar en realidad virtual (VR), realidad mixta (MR), inteligencia artificial (AI), interactividad... Es en lo que nos estamos enfocando, y, sí, mucho de esto está naciendo, así que no hay un manual de cómo usar estas cosas, de cómo hacer que sean exitosas o, siquiera, de si van a serlo. 

Un fan con un celular, un jugador con una cámara, hay cuentas en redes sociales con más influencia que algunos medios... ¿No sienten amenazado su territorio?

No realmente. Para empezar, debes tener los derechos para cualquiera de estas cosas. Creo que canales como el nuestro solo necesitan volverse muy buenos en esto. Creo que cada compañía necesita ser una compañía de tecnología, y por eso es importante que aprendamos cómo hacerlo. La característica clave de todos estos desarrollos es la necesidad del storytelling, la necesidad de darles a las audiencias un mapa. Eso no va cambiar. Creo que en eso somos buenos y por eso no nos sentimos amenazados, sentimos que es algo en lo que tenemos que seguir trabajando. Hay nuevos actores muy buenos en lo tecnológico, pero no tienen la experiencia que tenemos nosotros en contar estas historias.

Usted ha sido enfático en poner primero las historias y luego las tecnologías…

Cuando comenzó hace 25 años, este canal estaba muy enfocado en cómo la tecnología podía apoyar al storytelling. Es importante recordarlo porque, por ejemplo, uno de los primeros modelos de AR comenzó aquí hace veinte años. Era un disco ‘brillante’ para verlo mejor en un partido de hockey. Y si bien es cierto que hubo tanta gente que lo amó como gente que lo odió, fue el comienzo de cosas como la línea amarilla y tantos recursos de AR que hoy usamos a diario y, seguramente, seguirán desarrollándose en adelante. 

¿Google, Twitter y Facebook son posibles alianzas o competidores?

Ambas. Estamos midiéndonos unos a otros en muchos sentidos. YouTube compró los derechos del fútbol en Los Ángeles y, a la vez, nosotros trabajamos con Facebook, Twitter y todos ellos. Estamos felices de colaborar en ciertos casos, cuando tiene sentido. Por ejemplo, para el Mundial de fútbol hicimos un show de Twitter después de cada jornada. Ciertamente hay competencia, pero por ahora estamos tratando de usar estas plataformas para nuestro beneficio. 

¿Es válido decir que el Mundial es un punto de inflexión para ustedes? 

Sí. Cuando haces un evento cada cuatro años, sea el Mundial o los Olímpicos, cubres el lapso entre un capítulo y el siguiente en términos de desarrollo tecnológico. Casi que es redundante decir que este fue el Mundial más tecnológicamente avanzado de la historia porque por supuesto que tiene que serlo. Eso no es lo que sorprende. En lo que dedicamos mucho tiempo es en la variedad de ofertas digitales que terminamos poniendo a disposición del público: pusimos una Highlight Machine basada en AI para que los fans pudieran ver segmentos de esta Copa y de otras del pasado. Algunas de estas cosas funcionan muy bien y otras tendremos que ver cómo crecen. Sin duda será interesante, en cuatro años, en Catar, ver cuál va a ser la siguiente ola. 

¿Cómo imagina la experiencia de ver deportes en un futuro?

Creo que apenas estamos en el nacimiento de la realidad virtual y la realidad mixta. Si seguimos haciendo lo que hacemos hoy, pero de maneras que te permitan personalizar y refinar la información que recibes, tu experiencia, ya sea en el estadio o en casa, será mucho más completa, más madura. Estamos adivinando, pero a medida que los gráficos y los datos se hacen mejores y si agregamos AR, no veo cómo no vaya a transformar la experiencia de los deportes en vivo. Es una gran época para ser un fan y una gran época para estar en el negocio.


https://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/como-integra-fox-sports-las-nuevas-tecnologias-259014

miércoles, 12 de septiembre de 2018

'Genéticamente soy un error': la valiente historia de Pablo Ramírez

Este joven colombiano padece una grave enfermedad autoinmune y le daban pocos años de vida. 


Pablo Ramírez estudió educación en Oxford y tiene escritas tres novelas, pendientes de publicar. 

A los 22 años, entre todos los números que me revolotean en mi diario vivir –dosis y horarios de medicinas, niveles de azúcar o calcio–, hay dos cifras que me quise aprender. La primera: que, como la endocrinopatía múltiple autoinmune tipo 1 (APS tipo 1, mi enfermedad rara) afecta a una de cada tres millones de personas, debemos de ser –entonces– unos 2.533 pacientes en el mundo, y unos 17 colombianos deberíamos padecerla. 

Pero hay otras cifras que he tenido que aprenderme: que existen 7.000 enfermedades raras en total. Y que se consideran raras o huérfanas si afectan a menos de 5 personas de cada 10.000. Y yo figuro en esas cifras.

“Que no tuve mayor opción”, dice mi psiquiatra. El más reciente entre los que he visto desde mi infancia. Que he estado viviendo en “modo de supervivencia”.

A primera vista, sin conocer toda mi historia médica, no parece. Estoy terminando mi maestría en educación secundaria/inglés en Estados Unidos, donde vivo, y trabajo en una tienda de Lego para ayudar con mis gastos (ese ha sido mi juguete favorito desde niño). 

Estudié educación (Integrative Studies) en Oxford y he viajado con mis compañeros del Equipo de Oratoria a varios países del mundo. Me gradué con honores y he sido aceptado en sociedades académicas (como Phi Beta Kappa, Phi Kappa Phi, Golden Key, Delta Alpha Pi); gané un concurso nacional en Inglaterra por un ensayo que envié respondiendo la pregunta ‘¿Qué es el genio?’ (What is genius?); he escrito cuatro novelas –aún sin publicar–, dibujo, actúo, canto y enseño.

Y cómo me gustaría admitir que todo esto lo menciono por un ego tremendo, por esperar halagos. Pero lo digo, aun sin creerlo, porque cuando tenía 3 años mis padres no pensaban en qué preescolar inscribirme, sino en que siguiera vivo antes del próximo amanecer.

Me duele haber podido lograr todo esto cuando otros como yo viven entubados día a día, solo ingieren líquidos espesos, nunca terminaron su bachillerato ni han podido ejercer un empleo. Me asusta que todo esto lo haya logrado por puro miedo, porque desde que tengo memoria, cada día me despierto sabiendo que me puedo ir en cualquier momento, que he evadido a la muerte unas siete veces. Saber que me puede llegar mi hora y que todos mis sueños y esperanzas de cosas por hacer se pueden desmoronar sin saberlo o poder despedirme. Una vida incierta

Si la meta es incierta, el viaje ha sido insoportable. Según The Denver Post, los pacientes con enfermedades raras pasan en la odisea del diagnóstico de ocho a diez años y visitan unos seis especialistas antes de dar con el diagnóstico correcto. Uno de los síntomas es tratado como la fuente de todos los problemas, y mientras los padres se asustan y los pacientes sufren, se deteriora el cuerpo y se pierden horas, días y años valiosos.

Y, en el peor de los casos, como el de Carol Morse y su hijo Ryan, de 12 años, que le dio la vuelta al mundo. Ryan empezó perdiendo peso, se le oscureció la piel y se fue agotando lentamente. Los médicos ignoraron los pedidos de Carol de analizarle la sangre a Ryan y lo devolvieron a su casa. Ryan falleció cuatro semanas después de un shock adrenal. Le diagnosticaron el Addison al realizar la autopsia, una enfermedad rara que compartimos Ryan, el presidente Kennedy y yo.

Quienes me conocen saben que hablo abiertamente de mi realidad. Que me burlo de ella, que les digo que mi vida es un episodio de Dr. House y que cada crisis médica mía es el momento antes de los comerciales, cuando el paciente parece morirse y los padres y los doctores se vuelven un ocho. Pocos, salvo mis padres y mi hermana, saben cuántas veces he llorado, las horas de mi vida que he pasado sin dolor y que he pensado en acabar con todo por un cansancio que no debería soportar ningún ser humano.

Otras cifras que puedo mencionar: 24 cálculos renales; una docena de biopsias; 2 catéteres, 6 operaciones, 32 pastillas y 8 inyecciones diarias. Diarrea seis veces al día, un año y medio del que no recuerdo nada; 3 convulsiones, vomitar 14 veces y ponerme pálido con labios púrpura. Y solo algunos de esos episodios han sido después de los 16 años.

En mi caso, todo empezó con un brote en la piel, artritis, manifestaciones digestivas y candidiasis. Antes de cumplir los 3 años ya tenía hipoparatiroidismo y hepatitis autoinmune; a los 9, enfermedad de Addison; a los 22, diabetes tipo 1.

Al contar mi historia, me encuentro con elogios de “ser una inspiración”, de “ser un berraco”. Y sonrío y deseo contagiarme de ese optimismo. Porque esto solo se entiende si se vive; de verdad.

Pero el cuento tiene que empezar en algún lado, ¿no? El mío fue antes de los 3 años, gritando que me cortaran manos y pies y los botaran, durante mi primera tetania; antes de que el corazón me galopara como un caballo por la hipertensión pulmonar que me ha condenado a vivir fuera de Bogotá, mi querida ciudad natal; o antes de que, aún sin hablar o caminar, no parara de llorar (me imagino que la única realidad que conocía entonces era un dolor visceral). Pero un doctor unió dos síntomas conectados por una mutación genética, y mi historia tuvo nombre.

Al menos mi cuento sí empezó. Vivo con esa culpa: de que un pediatra hubiera visto y entendido uno de mis síntomas; de que el doctor colomboegipcio a quien llamaron para atenderme hubiera leído sobre mi enfermedad rara; de que mis padres tuvieran recursos para tratarme esa enfermedad; en fin, de que me hubiesen diagnosticado y, en medio de todo, siga controlado.

Culpa de que mis padres y hermana dejaran toda una vida en Colombia para venirse a Estados Unidos, a diez minutos del hospital que investiga mi enfermedad. No hay razón por la que debiera estar vivo. Genéticamente, soy un error. Mi existencia no es nada más que una excepción. Y lo digo con el dolor y la rabia de conocer a una paciente de 16 años que probablemente va a morir antes de que acabe el año, y de haber conocido hace doce a una de 37 que era el ejemplo de que se podía sobrevivir y que falleció hace dos.

Si no les conté la otra cifra, la que me aprendí porque me obliga a vivir, pelear, llorar y suplicarle a la gente que me escuche mientras esté acá: de los 500 pacientes con mi enfermedad, que debería haber en Estados Unidos, solo conocemos 80 en todo el mundo.

¿Será que podré descansar de vivir mi día a día no por filosofía de vida, sino por estar en “modo de supervivencia”? ¿Cuándo se hará algo para salvarnos? Una enfermedad compleja

La endocrinopatía múltiple autoinmune tipo 1 (APS) o síndrome poliglandular autoinmune tipo 1 es una condición autoinmune de origen genético que afecta diferentes órganos. Los síntomas, que normalmente se presentan en la niñez o adolescencia (en el caso de Pablo Ramírez aparecieron cuando tenía 6 meses de nacido), incluyen: candidiasis mucocutánea, hipoparatiroidismo y enfermedad de Addison (insuficiencia adrenal). Quienes la padecen normalmente tienen al menos dos de los tres cuadros mencionados, pero la enfermedad puede producir una variedad de signos y síntomas adicionales como afecciones en la piel, las uñas, los ojos, la tiroides y el sistema digestivo, alopecia y vitiligo. En algunos casos también se presenta la diabetes tipo 1.


https://www.eltiempo.com/vida/salud/sintomas-de-la-endocrinopatia-multiple-autoinmune-tipo-1-aps-188770

martes, 11 de septiembre de 2018

La generación Z se acerca a su pico de consumo

Los jóvenes nacidos después del 2000 cumplirán este año la mayoría de edad en gran parte del mundo. Se estima que representan el 32% de la población. 


Los milenials están a punto de ser superados por la Generación Z. 

La Generación Z representará en 2019, el 32 por ciento de la población mundial, que llegará a las 7.700 millones personas, con lo que superará a los milenials, quienes darán cuenta de un 31,5 por ciento, según un análisis de Bloomberg de datos de las Naciones Unidas, y utilizando 2000/2001 como cambio generacional. 

Las personas nacidas en 2001 cumplirán 18 años el próximo año, lo que significa que muchas ingresarán a la universidad, podrán votar y, dependiendo de su ciudadanía, fumar o beber alcohol sin infringir la ley. 

La Generación Z nunca ha conocido un mundo no digital y creció en medio de eventos como la "guerra contra el terrorismo" y la Recesión Global. 

"El factor clave que diferenció a estos dos grupos, además de su edad, fue un elemento de autoconciencia versus auto-centrado", según "Rise of Gen Z: New Challenge for Retailers" (El ascenso de la Generacion Z: nuevo desafio para los minoristas), un informe de Marcie Merriman, directora ejecutiva de Ernst & Young LLP. 

Los milenials estaban "más enfocados en lo que había para ellos ahí. También miraban a otros, como las empresas con las que hacían negocios, para obtener soluciones, mientras que las personas más jóvenes naturalmente buscaban crear sus propias soluciones". 

El traspaso demográfico es una buena noticia para los servicios de envíos, fabricantes de dispositivos y la llamada economía gig, o "de pequeños encargos". 

Mientras tanto, presenta nuevos desafíos para los educadores, planificadores de eventos, marcas de lujo e incluso golfistas; un juego donde la edad promedio de los participantes en Estados Unidos supera los 50 años. 

"Cada generación viene con un conjunto único de comportamientos y presenta un conjunto único de desafíos para aquellos que buscan llegar a ellos", según un informe de la firma de investigación Nielsen Holdings Plc. 

"La Generación Z está bombardeada con mensajes y es una generación que puede detectar rápidamente si algo es relevante o no para ellos". Para esta comparación de Bloomberg, los milenials se definieron como personas nacidas entre 1980 y 2000, mientras que la Generación Z, como cualquier persona nacida a partir de 2001, al menos hasta surja el próximo grupo significativo. 

La Oficina del Censo de EE.UU. también divide las generaciones a fines del 2000. 
William Strauss y Neil Howe, historiadores estadounidenses y los autores que primero acunaron el término "milenials", utilizan 1982 y 2004 como los años de corte. 

El Pew Research Center define a las personas nacidas entre 1981 y 1996 como milenials, un marco de tiempo que también utiliza Ernst & Young en la encuesta sobre la que escribió Merriman. 

Incluso utilizando la demarcación de 2000/2001 de Bloomberg, los datos demográficos difieren dependiendo de la ubicación. 

Los milenials continuarán representando a la mayor proporción en las cuatro economías más grandes del mundo: EE.UU., China, Japón y Alemania. 

La población combinada que apenas llega a los 2.000 millones en esos cuatro países tendrá una relación de 100 milenials por cada 73 representantes de la Generación Z el próximo año. 

India, que tiene alrededor de 1.300 millones de habitantes frente a los 1.400 millones de China, verá crecer su población de Generación Z a 472 millones el próximo año, un 51 por ciento más que los 312 millones que proyecta China. 

Según una encuesta anual de jóvenes realizada por Deloitte Touche Tohmatsu Ltd., "los encuestados de la Generación Z anticipan ser un poco más felices que sus contrapartes milenials", y aquellos en los mercados emergentes en ambos grupos son más optimistas respecto de la economía y el progreso social que las contrapartes en las naciones desarrolladas. 

METODOLOGIA

Los datos de división de la población de la ONU clasifican la población por grupos de edad de cinco años. 

Los recuentos de grupos de menos de cinco años completos (es decir, población de la Generación Z de 15 a 18 años) fueron extrapolados basado en el patrón de distribución general. 

La población de la Generación Z de 2019 se calculó estimando la tasa bruta de natalidad en 2019, ajustada por la mortalidad infantil (muerte por cada 1.000 nacidos vivos para los menores de 1 año), agregando el total de la Generación Z de 2018, ajustado por aquellos afectados por menos de cinco años/mortalidad infantil aún no contabilizada, la población milenial en 2019 ajustada por la tasa general de mortalidad adulta.