martes, 14 de junio de 2022

Hombre dejó que una arañita viviera en su casa y terminó siendo una especie gigante

El arácnido llegó a un tamaño que ha captado la atención de cientos de usuarios en redes.
Estilo de vida


Tomada de Facebook

Los animales se han convertido en grandes protagonistas en el día a día, debido a inusuales sorpresas que suelen dar a la humanidad, mostrando maravillas que han logrado ser captadas en cámara y que ahora suelen ser virales en redes sociales.

Una reciente imagen que logró captar la atención de usuarios en redes es la de una araña gigante que se posa sobre la pared de una vivienda.

Según la publicación en Facebook, se trata de un arácnido que un año atrás había sido acogido por un hombre en Australia que observó una pequeña arañita en una de las paredes de su casa.

Jake Gray, como se identifica el usuario que compartió la imagen, cuenta que cuando vio la arañita no quiso hacerle daño y tampoco le vio problema a dejarla habitar su hogar.

Durante un año el hombre se dedicó a observar a su nuevo huésped y registrar su crecimiento. Sin embargo, el animal no resultó ser tan pequeño como en principio se veía, pues comenzó a crecer sin parar hasta lograr un tamaño que resulta verdaderamente impresionante para quienes lo han visto.

La imagen compartida muestra a la araña en una pared de un de las habitaciones de la vivienda de Jakey junto a la foto el hombre escribe: "Mira a esta niña grande... el poderoso cazador".

Según lo que se describe, el animal tendría el tamaño de un plato, algo que ha despertado gran curiosidad por saber más sobre esta especie.

Posteriormente se indicó que son arañas Huntsman gigantes y hacen parte de la familia de las Sparassidae, las cuales suelen tener un color parduzco y unas patas realmente llamativas por su longitud.

lunes, 13 de junio de 2022

Michelin apuesta a reencauchar llantas para reducir impacto ambiental

La compañía busca generar una oferta sostenible en el sector del transporte de carga y pasajeros.


A 2050, Michelin planea fabricar llantas totalmente renovables.

Con la intención de generar un menor impacto ambiental la compañía Michelin, especializada en la fabricación de neumáticos, le está apostando a reencauchar sus llantas.

“Nuestras carcasas están diseñadas para soportar el rigor de varias vidas de reencauche después de la vida original, y así traer mayor rentabilidad al transportador, pues paga por el servicio de reencauche solo una fracción de lo que cuesta una llanta nueva”, explicó la compañía.

Eso sí, aclaró que promueve el reencauche solo en llantas diseñadas para este fin y su uso solo en las aplicaciones permitidas por las regulaciones vigentes.

La empresa también aseguró que su proceso de reencauche ayuda al medio ambiente, pues, al realizarse, “solo se requiere, aproximadamente, del 30 % de los materiales de una llanta nueva. Además, cada vez que una llanta de camión usada se reencaucha se deja de producir un 70 % de materiales de difícil descomposición, esto sin contar que para su fabricación, en promedio, se utilizan alrededor de 22 galones de aceite y en el proceso de reencauche solo llega a 7 galones”.

¿REENCAUCHAR ES SEGURO?

Según Michelin, en Estados Unidos, casi el 80 % de las llantas de aviones comerciales y militares son reencauchadas.

En Colombia, la práctica del reencauche ha ido creciendo y es un proceso que está regulado por el Gobierno.

“Le apostamos a posicionarnos como la llanta más reencauchada en los mercados donde competimos, pues, para la manufactura del reencauche estándar de la marca (Recamic), tenemos licenciadas cinco plantas con cubrimiento nacional”.

El objetivo para 2050 de la compañía es fabricar y vender llantas completamente renovables, con elementos reciclados o de origen biológico.

domingo, 12 de junio de 2022

Un día sufrí un ataque en el colegio, sudé, se me vino el mundo


Una joven de 17 años cuenta cómo, desde que era una niña, padeció de episodios de profunda tristeza.

Ese día su profesora no quiso recibirle una excusa, poco a poco la presión aumentaba, sentía que todo a su alrededor se le venía encima, no podía respirar, sus lágrimas comenzaron a salir, sus manos y sus piernas le temblaban y frente a ella, alumnos de todos los cursos la miraban. La bomba a presión estalló.

Daniela tiene solo 17 años, pero ya ha padecido todos los estragos de una depresión no tratada a tiempo. Ese sentimiento constante de tristeza comenzó cuando solo tenía 7 años. “A mí, por ejemplo, no me gustaba ir al colegio, me parecía terrible la idea, siempre tenía un ánimo bajo”.

Buscar ayuda no se le cruzó por la mente en ese momento y lo que ocurrió con el tiempo es que fue normalizando ese sentimiento. Lloraba mucho, se aislaba, era una niña sin amigos pero que obtenía buenos resultados escolares. Los síntomas de una enfermedad seguían anidando en su ser y cuando trataba de exteriorizar sus sentimientos solo escuchaba la típica frase de siempre. “Tú lo tienes todo para ser feliz, familia, estudio, juventud (…)”. Nadie entendía que para estar triste, a veces, no se necesita ninguna razón.

Nada la motivaba, nada tenía sentido, si era de día o de noche, si había frío o calor, no existía diferencia para esta niña. Los días pasaban consumidos por una monotonía insufrible. “Para ese momento yo reprimía todas mis emociones, padecía todo en silencio”.

Daniela pasaba noches sin dormir y se exigía todos los días más y más. “En mi casa nunca me presionaron por tener buenas notas, pero, de alguna manera, yo sentía que era lo único en lo que era buena. Mi única responsabilidad era el colegio y yo sentía que tenía que tener buenos resultados”.

En el 2018, cuando cumplió 15 años, sintió que ya no podía más, sus pensamientos de desesperanza la estaban dominando, a veces ni siquiera era capaz de controlar el llanto, las náuseas, el dolor de cabeza. “Pero solo hasta que ingresé a décimo, en 2019, tuve que contarle a mi familia. Ya no podía más, necesitaba ayuda. Tuve crisis de ansiedad en las que me ahogaba, me sudaban las manos, terrible”.

Cuando fue al médico, primero le decían que era estrés; otras, ansiedad, hasta que por fin la metieron en un programa de salud mental. Pero no fue lo que esperaba, tardó dos meses para que le dieran una cita, como si no hubiera esperado lo suficiente. “Y cuando me revisaban unos decían que tenía un trastorno depresivo, otros que era ansiedad y así pasaron varias citas en donde me sentí muy mal porque la psicóloga me hacía hablar delante de mi mamá y pues eso no era lo que yo quería”.

Daniela sentía el deseo de abrirse completamente con los profesionales, pero en esa experiencia solo aumentaba su insomnio, se sentía cansada todo el tiempo y, lo más grave, los pensamientos de que su vida ya no tenía sentido aumentaron. “Sería mejor si yo no estuviera, era un pensamiento muy fuerte en mí, tenía miedo, mi mente me estaba dominando”. Dice que si no fuera por su familia, no estaría contando la historia. Luego de cuatro encuentros, la remitieron a psiquiatría, pero la joven sintió que no había culminado ningún proceso.

Poco tiempo después la joven tuvo una crisis estando en su colegio. Daniela no sentía empatía por parte de los profesores. Incluso, una de ellas se resistía a recibirle las excusas médicas. “Esto hizo que yo entrara en una crisis de ansiedad dentro del colegio. Hasta me mandó para la coordinación”.

Esto hizo que yo entrara en una crisis de ansiedad dentro del colegio. Hasta me mandó para la coordinación

Empezó a llorar, se le escapaba el oxígeno, temblaba, y todo eso mientras sus compañeros la miraban aterrados. Eso llamó la atención del coordinador, que intentó calmarla. Por primera vez se tomaban el tiempo de leer las excusas y entender que lo que ella tenía era una enfermedad: trastorno de ansiedad. “Por fin les pude explicar que a mí no me gustaba usar mi enfermedad para no ir a clases o para manipular. Duré ahí como dos horas y nunca llamaron a mi acudiente”. Simplemente, en este colegio, como en muchos, la comunidad educativa no estaba preparada para manejar este tipo de crisis.

Con este episodio, la ideación y los pensamientos de muerte se incrementaron en Daniela. “Yo seguía reprimiendo mis emociones, pasaba noches sin dormir, mi cabeza no paraba”. Lo más preocupante para la familia fue que la remitieron a un psiquiatra de adultos y le formularon antidepresivos. “La primera pregunta que me hizo fue que si yo me quería morir, eso fue en plena pandemia, cuando todos los síntomas se incrementaron”.

La desconexión en este tiempo fue total, Daniela fue consumida por horarios de trabajo extenuante, muchas veces impuestos por ella misma. “Empezaba mi día a las 7 de la mañana y podía terminarlo a la medianoche. Quería ser la mejor, pero me estaba privando de muchas cosas”. Las crisis se exacerbaron, comenzaba a llorar de la nada o quería dormir todo el tiempo y en medio del encierro la familia se incriminaba por su enfermedad. “Que si mi papá viajaba mucho, que si mi mamá me sobreprotegía, empezamos a buscar culpables y eso no estuvo bien”.

Gracias a su hermana, Daniela frenó el tratamiento con antidepresivos y comenzó un nuevo proceso en la Fundación Funidep. “Llevo cuatro meses. Estoy comenzando a aceptar mi enfermedad, a tener mejor comunicación con mis papás y viceversa. Creo que la gente ha normalizado una situación que es realmente más compleja”.
Daniela ha vivido en carne propia la inexperiencia de los colegios para manejar casos como el de ella. “Un psicólogo para 1.500 estudiantes es insólito. A los docentes les hace falta involucrarse más con sus estudiantes, entender que tienen problemas y sentimientos”.

Por ejemplo, el paso de quinto a sexto no fue fácil para esta joven. Dice que hubo un momento en el que se sintió forzada a quemar ciertas etapas de su niñez para encajar en su grupo de amigas. “Eso es algo que afecta mucho a los jóvenes, lo mismo que las redes sociales. Yo, por ejemplo, fijé mi mirada en muchas cosas triste y eso terminó por minar más mi situación. Yo tuve que eliminar cuentas porque me di cuenta que eso acrecentaba mi ansiedad”.

Daniela dice que es hora de que la sociedad comience a hablar de las enfermedades mentales y el suicidio. “Pero no solo la enfermedad del artista o la modelo, sino de personas comunes y corrientes, como los jóvenes que no tenemos dinero para un tratamiento; y otra cosa, necesitamos de psicólogos más profesionales, yo pasé por muchos y la experiencia es lamentable”.

A pesar de su enfermedad, Daniela, de 17 años, tiene muchos ideales. Quiere estudiar licenciatura en Ciencias Sociales pero las puertas abiertas son pocas, por lo menos en las universidades públicas. “Seguiré luchando; por lo menos, ya encontré un camino".75 suicidios reportados en colegios en tres años prenden las alarmas

La salud mental de los estudiantes es un tema recién explorado y tratado en los colegios, tanto públicos como privados. Sin embargo, hay que rescatar el esfuerzo del Distrito por centrar su atención en este tema, no solo a la luz de los casos de suicidio conocidos por las instituciones educativas, sino por el advenimiento de la pandemia, que hizo mella en la salud de los estudiantes. “Hay una necesidad imperante de trabajar de manera conjunta por la construcción de espacios de diálogo frente a las afectaciones que ha traído el confinamiento”, dijo la secretaria de Educación, Edna Patricia Bonilla.

Solo durante tres años, 2018, 2019 y 2020, un total de 75 suicidios consumados fueron reportados en el ‘Sistema de alertas desagregados por tipo de colegio’. Pero, según cifras de Medicina Legal, en esos mismos tres años hay reportes de 102 casos de suicidio en las diferentes localidades entre menores de 18 años. Se debe tener en cuenta que muchos casos terminan reportados como accidentes porque en ocasiones no hay quien investigue a fondo.

Por eso, el Distrito ha creado el ‘Programa integral de educación socioemocional, ciudadana y de escuelas como territorios de paz’ para el fortalecimiento de la orientación escolar, dentro del cual está el ‘Sistema de alertas’ para que los estudiantes puedan reportar: abuso y violencia, maternidad y paternidad temprana, accidentalidad, trastornos de aprendizaje, consumo de sustancias psicoactivas y finalmente, conducta suicida. Es decir, los datos que presenta la SED son sobre presunta ocurrencia de hechos para activar alertas y brindar acompañamiento. La comprobación, en todo caso, es de la competencia de las autoridades judiciales.

Este sistema también ha dilucidado que es los niños de entre 12 y 14 años en los que más se ha identificado afectación en la salud mental. También se ha podido evidenciar cuáles son los síntomas identificados en el ‘Sistema de alertas 2020’. Un 27,86 % habla de la muerte o el suicidio o incluso declara el deseo de hacerse daño entre compañeros, un 26,20 % muestra una dificultad repentina en los deberes, un 11,05 % habla de sentirse desesperado o culpable, un 10,55 % presenta comportamientos autodestructivos como consumir alcohol en exceso, drogas ilícitas o se produce cortadas en el cuerpo, el 9,58 % cambió de forma repentina su comportamiento, el 5,51 % mostró depresión, llanto, tristeza, soledad, y otros porcentajes menores muestran actitudes como pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, hablar acerca de marcharse, cambiar hábitos alimentarios o de sueño, dificultad para concentrarse o pensar claramente, alejarse de los amigos o no querer salir e incluso regalar sus pertenencias.

sábado, 11 de junio de 2022

Esto es lo que debe hacer en caso de que su perro no quiera comer


Cuando una mascota no quiere probar bocado puede ser una mala señal.

Le contamos las posibles causas de la falta de apetito en los caninos y cómo solucionarla.

Tener una mascota es una gran responsabilidad y no está de más tener presente que se presentarán altibajos e inconvenientes durante la vida del animal.

En el caso de los perros, uno de los más frecuentes es la falta de apetito. Las causas de este problema canino pueden ser muchas, aquí se las contamos.

Buscar el consejo de un especialista

El hecho de que un perrito no quiera comer no es una buena señal, por lo que la primera acción a tomar es llevarlo a un veterinario. El especialista podrá constatar si la mascota está en perfecto estado de salud y si la falta de apetito no es consecuencia de una enfermedad.


Los primeros acercamientos entre perros y gatos deben ser controlados y vigilados para evitar agresiones.

Ahora, si el origen de la ausencia de ganas de comer no es una afección a su salud, hay otras posibles razones que abordar.

De acuerdo con el portal web de Purina, la marca de comida para mascotas, la causa más común es que el canino esté adquiriendo alimento en otro lugar y esté lleno.

Por eso, es necesario averiguar si alguna persona en el hogar, o alguien más que comparta con él, le está dando de comer.

Otra medida necesaria es revisar la basura y los rincones de la vivienda en busca de posibles fuentes de comida.

El acceso del perro a alimentos para el consumo humano puede provocar que ya no quiera la purina, o el sustento que se le dé a diario, sino que prefiera la que ha estado consumiendo últimamente.

No es recomendable darle parte de nuestro alimento a los animales, esto también puede causar falta de apetito y problemas de salud, dependiendo de la raza y la edad del canino.

Además, es mejor separar a la mascota de los integrantes de la familia cuando estén comiendo, para que no se distraiga de su propio alimento.¿Qué hacer para corregir la falta de apetito en mi perro?

Habiendo comprobado que es un problema de comportamiento, y no de salud, son varias la posibles soluciones que se pueden aplicar a este problema.

La palatabilidad de los alimentos es la cualidad de ser grato al paladar. Esta característica se puede aumentar agregando un alimento húmedo a la purina. Así, la comida no se sentirá tan seca al gusto del perrito.


También se puede cambiar el tazón, o plato, en el que se le sirve. En ciertas ocasiones, materiales como el acero inoxidable o el vidrio le muestran su reflejo. Esto lo puede intimidar y quitarle el apetito.

Por supuesto, el lugar y el cuenco en el que come siempre deben estar limpios.

Otra de las razones de la falta de apetito puede ser la llenura a causa de las croquetas utilizadas como premios cuando se le está entrenando. Tenga en cuenta la cantidad de snacks que se le proveen en una sesión de entrenamiento y la necesidad de darle comida, ya que puede ser simplemente que el animal está lleno.

viernes, 10 de junio de 2022

Joven indio con vitíligo, acusado de apropiación cultural


Aviral fue acusado de apropiación cultural debido a su cambio de piel.

Aviral Chauhan acepta con orgullo su apariencia y deja claro que es Indio.

Aviral Chauhan es un joven nacido en India que tiene vitíligo, una afección en la que la piel pierde sus células pigmentarias. Tras su cambio de apariencia a causa de la enfermedad fue acusado de apropiación cultural.

En 2008, Aviral Chauhan se trasladó a Estados Unidos con su padre, madre y hermano. Fue unos años después cuando se dio cuenta que el color de su piel empezaba a cambiar.

A los 11 años, Aviral notó pequeñas manchas blancas en el párpado, y desde ese momento los médicos detectaron que tenía vitíligo. Según contó, su piel era diferente prácticamente todos los días.

Según la ‘Clínica Mayo’, el vitíligo “puede provocar manchas descoloridas en diferentes áreas del cuerpo, incluidos la piel, el cabello y las membranas mucosas”. Esto se ocasiona debido a la destrucción de melanocitos producidos por melanina, células encargadas de dar color a la piel.

“Hubo un momento en que no me veía igual durante dos días: mi piel cambiaba drásticamente de la noche a la mañana”, recordó Aviral en una entrevista con el diario ‘Metro’.

El adolescente resaltó que le fue muy difícil adaptarse a los cambios que estaba teniendo, especialmente cuando recibía comentarios acerca de su afección y sobre el drástico cambio de color en su piel.

“La gente les decía a mis padres ‘tienes mucha suerte de que sea blanco’ pensando que me estaban felicitando, porque se consideraba deseable tener un hijo con un tono de piel más claro en la cultura india”, mencionó Aviral.

Sin embargo, la familia del joven no tomaba bien este tipo de comentarios.

En 2016, cuando entró a la secundaria, Aviral empezó a aceptar su aspecto, tanto así que actualmente crea contenido en redes sociales sin ninguna preocupación de mostrar su apariencia.


Aviral Chauhan nació en Kanpur, India. Y aunque su familia tiene una mezcla entre la cultura hindú y la cultura americana, realizan ciertas celebraciones y festividades como el Diwali, propios de su lugar de nacimiento.

Debido a esas celebraciones de su cultura natal, hace poco, Aviral fue acusado de apropiación cultural cuando publicó fotos con ropa tradicional de la India. Esto debido a que su apariencia ha cambiado tanto desde su infancia que los rastros de su cultura nativa prácticamente han desaparecido.

La apropiación cultural está definida como la utilización de creencias, tradiciones y características propias de una cultura, por parte de los miembros de otra. Es un debate abierto, pero suele ser considerada como un irrespeto a los 'creadores' de dichas costumbres.

Tras dicha acusación, el joven respondió:

"No necesariamente salgo de mi camino para decirle a la gente que soy indio, pero nunca fingiría que no lo soy, porque es lo que soy'', resaltó Aviral Chauhan en entrevista con el diario ‘Metro’.

jueves, 9 de junio de 2022

Cuáles son las mascotas más inteligentes, los perros o los gatos?



Los análisis de la inteligencia acuden a distintas técnicas.

Varios expertos han estudiado el cerebro y el comportamiento de estos animales. ¿Qué han hallado?

Las personas con perros y gatos hacen muchas suposiciones sobre la inteligencia de sus compañeros de cuatro patas. Por supuesto, a todos nos gusta imaginar que nuestra mascota es la más inteligente que jamás haya existido, pero ¿Cuál de ellos es más inteligente?

Resulta que la respuesta no es tan sencilla. “Los investigadores de la cognición canina no estudian la ‘inteligencia’ en sí misma, sino que examinan los distintos aspectos de la cognición”, afirmó Alexandra Horowitz, investigadora especializada en la cognición canina del Barnard College de Nueva York y autora del libro ‘Inside of a Dog: What Dogs See, Smell, and Know’ (Dentro de un perro: lo que ven, huelen y saben los perros).


Preguntar si un perro es más inteligente que un gato es como preguntar si un martillo es mejor herramienta que un destornillador

De hecho, Horowitz cuestiona la costumbre humana de comparar la inteligencia entre las especies. “En su forma más simple, los gatos son inteligentes en las cosas que los gatos necesitan hacer, y los perros en las cosas de los perros. No creo que tenga ningún sentido hablar de la ‘inteligencia’ relativa de las especies”, manifestó la investigadora, citada por el sitio ‘Live Science’.

Por su parte, Brian Hare, profesor de antropología evolutiva de la Universidad de Duke, se mostró de acuerdo con la apreciación de Horowitz. “Preguntar si un perro es más inteligente que un gato es como preguntar si un martillo es mejor herramienta que un destornillador. Depende de para qué haya sido diseñado”, indicó.

Esto no quiere decir que los investigadores del comportamiento animal no hayan intentado medir la inteligencia de perros y gatos o, más concretamente, las capacidades cognitivas más allá de las necesarias para mantener la vida.


El tema de la inteligencia de los gatos y perros siempre es un tema de debate.

Kristyn Vitale, profesora adjunta de salud y comportamiento animal en el Unity College de Maine, aseguró que la inteligencia animal suele dividirse en tres grandes áreas: capacidad de resolución de problemas, formación de conceptos (habilidad de formar conceptos generales a partir de experiencias concretas específicas), e inteligencia social.

Vitale estudió más en profundidad a los gatos y su enfoque actual sobre la vida interior de los felinos que gira en torno a la inteligencia social. “A menudo estereotipados como distantes y desinteresados por los humanos, los gatos muestran en realidad un alto grado de inteligencia social. A veces al mismo nivel que los perros”, detalló la experta.

Por ejemplo, los estudios demuestran que los gatos pueden distinguir entre sus nombres y palabras que suenan de forma similar y se descubrió que prefieren las interacciones humanas antes que la comida, los juguetes y los olores.

Según el estudio publicado en la revista ‘Behavioural Processes’, en 2019, la atención humana marca la diferencia para los gatos. La investigación descubrió que cuando una persona prestaba atención a un gato, este respondía pasando más tiempo con ella.

En uno de los particulares estudios que comparan directamente a los gatos y a los perros, los investigadores no encontraron diferencias significativas entre la capacidad de las especies para encontrar comida oculta utilizando las señales de un humano que les mostraba.


Los gatos pueden preferir las interacciones con humanos.

A menudo estereotipados como distantes y desinteresados por los humanos, los gatos muestran en realidad un alto grado de inteligencia social

Sin embargo, se observó que “los gatos carecían de algunos componentes del comportamiento de captación de atención en comparación con los perros”. Los dueños de mascotas que hayan visto a un perro pedir ante su plato de comida mientras un gato se alejaba, saben exactamente lo que observaron los expertos.

Además, está el tamaño del cerebro. Una noción muy extendida es que el tamaño del cerebro dicta la inteligencia relativa y, si eso fuera siempre cierto, los perros parecerían tener ese órgano más grande.

Evan MacLean, un antropólogo de la Universidad de Arizona, reclutó a más de 50 investigadores de todo el mundo para aplicar una prueba que desarrollaron a través de 550 especies animales, incluyendo aves, simios, monos, perros, lémures y elefantes.

La idea del científico era probar un rasgo cognitivo: el autocontrol, o lo que los investigadores llaman “control inhibitorio”, en todas las especies. Su prueba, recogida en un artículo publicado en 2014 en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, era la versión animal del famoso estudio de la Universidad de Stanford, de 1972, en el que se evaluó la capacidad de niños de entre tres y cinco años para retrasar la ingesta de un masmelo.


El tamaño del cerebro de estos animales es otro aspecto que se tiene en cuenta para definir su inteligencia.

El estudio entre especies demostró que “cuanto más grande era el cerebro de un animal, más autocontrol mostraba en la prueba de masmelo animal”, dijo MacLean. La capacidad de autocontrol es uno de los indicios de una mayor función cognitiva.

Pero hay una trampa: los gatos no se incluyeron en la prueba. Por esa razón, aunque se puede especular sobre su rendimiento en función del tamaño de su cerebro, en realidad no hay datos concretos que lo avalen.

Los perros suelen estar bien socializados y asisten a clases para cachorros

“Otra cosa que hay que tener en cuenta al hacer este tipo de evaluaciones de inteligencia es que podemos tratar a los perros y a los gatos de forma diferente. Por ejemplo, los perros suelen estar bien socializados y asisten a clases para cachorros, dan paseos en carro y van al parque para perros. Mientras que los propietarios de gatos les dan menos oportunidades de socialización y entrenamiento de este tipo”, dijo Vitale.

Así que, en última instancia, ¿quién es el ganador? La conclusión puede ser que hay que apreciar el tipo de inteligencia particular de cada mascota, especialmente la inteligencia social que los convierte en estupendos compañeros y amigos de cuatro patas.

miércoles, 8 de junio de 2022

La bella historia de un manatí que cambió la vida de una población


El rescate de este mamífero llevó a los habitantes de Puerto Nariño a hablar de conservación.

El movimiento torpe y desesperado de la criatura arrugada y de tez gris atrapada en la red alertó a los pescadores.

Ocurrió en una mañana, en agosto del año 1998, cuando el extraño mamífero acuático apareció en Puerto Nariño para cambiar la historia de esta población ubicada en Amazonas.

Se trataba de un manatí. En aquel entonces, los pescadores de Puerto Nariño desconocían la especie. Solo la cazaban para el autoconsumo, o, en muchos casos, la mataban por miedo a lo que pudiera hacer, ya que no sabían qué clase de mamífero era.

La cría tenía una herida causada por una flecha en su costado izquierdo, medía cerca de un metro de largo, pesaba 15 kilos y, según expertos, tenía alrededor de cinco semanas de nacida.

Fue el señor Gonzaga, un hombre querido en este municipio, quien en ese entonces la compró para llevarla a un pequeño lago, donde finalmente la entregó a Alejandra Galindo, encargada de la fundación Omacha.


Airuwe fue cuidado en varias fincas de Puerto Nariño.

Puerto Nariño es una pequeña población en la que habitan cerca de 8.000 personas. Se encuentra ubicada a orillas del río Loretoyacu y es uno de los destinos turísticos más visitados del departamento.

En este lugar se encuentra la jurisdicción indígena Aticoya, un resguardo que agrupa a las etnias Ticuna, Cocama y Yagua.

Al mamífero decidieron llamarlo Airuwe –que en dialecto Ticuna significa ‘Manatí’– y lo que pasó durante ese tiempo de su llegada es aún hoy, 22 años después, motivo de orgullo para una comunidad que encontró en este animal una forma de reconciliación con la naturaleza. Salvar una vida

La herida de Airuwe se infectaba. Habitantes de este municipio señalan que en aquel entonces fue necesario contactar a un veterinario en Estados Unidos para que viniera a atender al mamífero, su nombre era Gregory Bossart.

Karina Laureano Benítez, quien hace parte de la Fundación Natütama, asegura que gracias a la llegada de este experto, además de la presencia de jóvenes biólogos que en ese momento realizaban labores en la Fundación Omacha, se empezaron los cuidados de Airuwe.

“La alimentación fue difícil, ellos tienen una dieta rigurosa, en vía silvestre las crías se alimentan con leche materna –recuerda Karina–. Por eso, fue necesario darle leche de soya con un suplemento vitamínico que había que suministrarle entre cinco y seis veces al día”.

Con el propósito de evitar que la herida se agravara, fue necesario movilizar a la criatura a una alberca que tenía agua de lluvia. Para ese momento, Airuwe ya había pasado por tres fincas de Puerto Nariño, esta vez llegaba a la alberca de la familia Muñoz.

En cuatro meses pudieron sanar la herida. Más adelante, como la alimentación del manatí era tan costosa, las mujeres que hacían parte de la Fundación Omacha lograron que Salud Colpatria donara, a través del Club de amigos del manatí, los suplementos y el alimento de Airuwe.

Para aquel momento, Airuwe ya medía metro y medio, pesaba 75 kilos y tomaba cuatro litros de leche diarios. Fue cuando quienes lo cuidaban decidieron suministrarle plantas acuáticas, pues eran necesarias dentro de su dieta y vida silvestre.

“El animal fue creciendo y la gente empezó a trabajar para su cuidado –rememora Karina–. Fue en ese momento que la comunidad conoció al manatí, cuando empezaron a cuidarlo. Todos, todos, venían a verlo, a colaborar con su cuidado y se acercaron más a él”.


Por las calles de Puerto Nariño es normal ver dibujos como este gracias al impacto que tuvo Airuwe en la vida de sus habitantes.

Como Airuwe crecía y crecía, fue necesario construir una piscina en la parte trasera de la Fundación para que se moviera con mayor libertad. Los encargados de cuidarlo se metían al agua con él, lo abrazaban y jugaban para que sintiera el calor de una familia.

Cada vez eran más las personas que se acercaban a contemplarlo, a conocerlo, cada habitante de Puerto Nariño aprendía más de los manatíes. No obstante, sus cuidadoras ya empezaban a sugerir la idea de liberarlo en el río.

Antes de su liberación, Airuwe llegó a la última finca de Puerto Nariño, la de Sorayda Velosa, era una piscina extensa donde todos lo acompañaban para vigilar que estuviera fuerte cuanto tuviera que ser liberado.


Proceso de curación de la herida de Airuwe.

Antes de llevarlo al lago Tarapoto (que hace parte de la Lista de Humedales de Importancia Internacional de la Convención Ramsar) para su liberación, Casimiro Ahué, Demetrio Silvia, Misael Ahué, Pedro Ahué y Francisco Silva, un grupo de pescadores de Puerto Nariño, se capacitaron para poder contribuir en el proceso de monitoreo de Airuwe.

En una gran caravana, en la que participaron casi todos los habitantes del pueblo, se llevó a cabo la liberación de Airuwe en febrero del 2002, cuando pesaba casi 400 kilos.


Atardecer en el lago Tarapoto.

Para aquel entonces, los expertos decidieron amarrar un cinturón con un radio transmisor al manatí para continuar el monitoreo de su vida en libertad.

“Esto permitió tener datos específicos del animal –explica Karina–. Gracias al monitoreo se pudo saber qué comía, dónde estaba, cuántas veces al día salía a respirar, en fin. Para esto fueron muy útiles los pescadores, quienes vigilaban sus andanzas, además de que empezaron a construir todo un aprendizaje de conservación para evitar la caza de esta especie”.

A raíz de la experiencia que Puerto Nariño vivió con el rescate de Airuwe, la comunidad empezó a apuntar hacia un proceso de conservación que agrupó también a otras especies como el delfín rosado y el pirarucú (un tipo de pez que se da en estas aguas del Amazonas).

Es así como nace, aparte de la Fundación Omacha, el Centro de Interpretación Ambiental Natütama –otra palabra del dialecto Ticuna que significa ‘El mundo debajo del agua’–.



El Centro de Interpretación Ambiental Natütama nace en 2005.

Los primeros que hicieron parte de este proyecto fueron los pescadores, quienes cumplían la función de vigilar y proteger a las especies, así como también educar a otros cazadores para que se detuviera la persecución de estas especies y aprender a ser responsables con el ecosistema.

Rocío Perdomo, gestora institucional de Natütama, señala que fue gracias a la labor de cinco mujeres que se empezó este proyecto: Sarita Kendall, Diana Orozco, Alejandra Galindo, Ximena Torres y ella, quienes deciden empezar a difundir estos conocimientos sobre las especies acuáticas en las escuelas, lo cual se convirtió en todo un programa de conservación y educación ambiental a partir de la información de los pescadores.

“Una de las estrategias importantes que tiene este proceso de educación ambiental es que combina conocimiento cultural, científico y local –señala Rocío–. Se trabaja a través de historias de origen, cantos tradicionales y cómo se adaptan para el fortalecimiento cultural”.

A través de los abuelos en las comunidades indígenas se empezó a realizar un trabajo conjunto que permitió conocer a todas las especies de animales, plantas y de pájaros que habitan en Puerto Nariño.

El trabo se amplió a otras especies, como dos delfines de río, gris y rosado, tortugas de río, perezosos, pirarucú y garza gris.

Muchas especies se encontraban en diferentes categorías de amenaza, por lo cual fue necesario un trabajo sin descanso.

“Fue duro el proceso porque las comunidades indígenas tienen como sustento la caza y la pesca, fue difícil convencerlos, fue un proceso muy arduo –narra Rocío–. Fue paso a paso y logramos trabajar en la difusión de una información ya establecida para unos tiempos de pesca, por ejemplo, en el caso del pirarucú, no está permitida su pesca entre octubre y marzo, que es cuando hay veda”.

Es en ese momento cuando surge la necesidad de crear un espacio para educar sobre la conservación de la naturaleza, así los colaboradores de Natütama crean un salón dotado de dos momentos: son dos módulos, uno está adecuado para representar la temporada de aguas altas; el otro, de aguas bajas, o verano.


Espacio donde se encuentran los módulos donde se cuenta con una réplica del hábitat acuática de las especies del Amazonas.

En el primer módulo, los visitantes pueden sentir cómo se vive debajo del agua gracias a las figuras talladas en madera en tamaño real.

Estas figuras se instalaron gracias a las enseñanzas de dos talladores de la etnia Cocama: Ruperto Ahuanari y Jesús Ahuanari, dos hermanos que enseñan sobre técnicas de tallado en este centro.

De esta manera, las personas que visitan este espacio pueden llegar a entender más el hábitat de las especies cuando van directamente a conocerlas.

Además, es guiado por un grupo de jóvenes locales que se han formado en este lugar para realizar recorridos guiados. Estos adolescentes han recibido formación basada en los saberes tradicionales para continuar con este trabajo en la zona y que perdure a través del tiempo.

“Hemos visto crecer generaciones con un amplio conocimiento de las especies acuáticas –explica Rocío–. Es un valor agregado que nos permite tener la posibilidad de que estos temas de conservación sean más fuertes”.


Calle principal de Puerto Nariño, en Amazonas.

Desde el 2005, Natütama se encarga de educar sobre la conservación y el cuidado del medio ambiente. Aún hay cacería, indica Rocío, pero es más grande el logro de empezar a hablar de conservación, lo que permite que en Puerto Nariño se mantenga el ritmo de trabajo con adultos y menores, para lograr que los acuerdos trinacionales (Perú, Brasil y Colombia) y de conservación que existían desde mucho tiempo antes se sostengan cada vez con más fuerza.

Las amenazas sobre el manatí todavía persisten, es por esto que los miembros de esta fundación insisten en hacer un llamado a los visitantes para que sean responsables en sus actividades turísticas.

Una fiesta por Airuwe

Cada año, durante la última semana de agosto, se celebra la Semana Natütama, es una celebración en honor a Airuwe que engloba temas de interés, talleres y presentaciones culturales para difundir los conocimientos de los indígenas, además de la conservación de las especies.

Es normal ver por las calles de Puerto Nariño algunas paredes con dibujos de manatíes. El impacto que esta experiencia dejó en el municipio es tan grande que logró unir los saberes ancestrales y los conocimientos sobre conservación en torno a la protección de las especies.

Antes de la celebración en agosto, los miembros de la fundación se reúnen con las comunidades indígenas para desarrollar una investigación durante el primer semestre de las especies, cómo cuidarlas y cómo mejorar lo aprendido hasta el momento.

“Seguimos trabajando y cada uno de esos muchachos ha ido tomando otros rumbos, pero dejan sus semillas, sus trabajos –asevera Karina–. Es una iniciativa que deja ganas de trabajar en este proceso en los jóvenes. Además, la fundación, hasta ahora, es una puerta para que los más pequeños puedan desarrollar sus talentos y pasiones”.

La juventud en Puerto Nariño continúa su trabajo de conservación amparados por los saberes ancestrales. No desisten de su trabajo en honor a Airuwe.

Tras la liberación de este mamífero, la señal del radio transmisor permitió monitorearlo por cerca de seis meses. Después no se pudo saber más del animal.

Muchos aseguran que lo vieron durante más tiempo, pues cada manatí lleva una mancha blanca en su pecho que es diferente en cada uno. Así, muchos aseguran que aún pasaba a saludar a la comunidad que lo salvó de morir en una red durante agosto de 1998.


Expertos señalan que la mancha en el pecho de los manatíes es el rasgo que identifica a cada uno.

No obstante, otros señalan que tal vez encontró a su pareja y fue a recorrer aguas más profundas.

Esté donde esté, el recuerdo de Airuwe se mantiene vigente en la comunidad, pues hoy todos recuerdan al manatí que le enseñó a Puerto Nariño la importancia de reconciliarse y aprender a convivir con la naturaleza.