También encontraron la mapaná rabo seco, una serpiente que no se había reportado en el departamento.
Una expedición reciente al Alto Sinú, en el departamento de Córdoba, liderada por la Sociedad Ornitológica de Córdoba, la Asociación Calidris (BirdLife en Colombia) y Parques Nacionales Naturales, encontró aproximadamente 30 especies de aves que nunca antes habían sido documentadas en el departamento.
El equipo expedicionario, que incluía investigadores, naturalistas locales y biólogos, estaba buscando al periquito del Sinú (Pyrrhura subandina), una de las especies en la lista de las 25 especies pérdidas más buscadas de Global Wildlife Conservation. No se ha confirmado un avistamiento del periquito desde 1949.
La expedición fue el primer estudio ornitológico completo del Alto Sinú. Hasta 2016, los investigadores no habían podido estudiar especies allí debido al conflicto civil que se mantuvo durante décadas en Colombia, que aún representa un riesgo para los conservacionistas y recientemente provocó la trágica muerte del conservacionista de aves, Gonzalo Cardona Molina.
El equipo de la expedición sospechó que el periquito del Sinú, en peligro crítico de extinción, podría haber estado viviendo en el denso bosque tropical en el cerro Murrucucú, sin poder ser documentado ni estudiado.
El periquito del Sinú no fue encontrado por el equipo de la expedición, pero la cantidad de otras aves raras y en peligro de extinción que vieron les ha dado la esperanza de que pueda estar viviendo en este sector, el norte de la cordillera Occidental.
“Todas son buenas noticias para mí”, dijo Diego Calderón-Franco, biólogo de Colombia Birding al frente de la expedición. “Ornitológicamente, esta ha sido una de las expediciones más prolíficas en Colombia en los últimos años, en una zona que no ha sido bien documentada, y demostró que aún queda mucho por descubrir allí. Las personas locales que fueron nuestros guías de campo en la expedición son de los mejores naturalistas innatos que he conocido. Con su ayuda, aún podríamos encontrar al periquito del Sinú”.
Ornitológicamente, esta ha sido una de las expediciones más prolíficas en Colombia en los últimos años, en una zona que no ha sido bien documentada, y demostró que aún queda mucho por descubrir allí.
La expedición centró la búsqueda en los bosques tropicales de la vertiente norte del cerro Murrucucú en elevaciones entre 450 y 980 metros sobre el nivel del mar. A lo largo de la expedición de 11 días, el equipo documentó 238 especies de aves. Como resultado, ahora hay 589 especies de aves registradas para Córdoba en eBird, una base de datos en línea que los observadores de aves de todo el mundo utilizan para registrar avistamientos confirmados. Antes de la expedición había 541 registros en eBird para el departamento.
“Para nosotros como Sociedad Ornitológica de Córdoba fue un gran honor haber podido estructurar, organizar y liderar esta expedición, esquiva por mucho tiempo, pero que gracias al esfuerzo e interés de algunos visionarios hoy es una realidad y los resultados obtenidos muestran que valió la pena; biólogos, ecólogos, entusiastas y la comunidad en general se unieron para hacer de esta expedición una de las más completas en la historia reciente del departamento”, dijo Hugo Alejandro Herrera Gómez, presidente de la Sociedad Ornitológica de Córdoba.
“Quiero resaltar el trabajo de la comunidad, quienes con su compromiso y entusiasmo hicieron que todo esto fuera posible, a pesar de haber sufrido las consecuencias de la historia violenta de su región, no perdieron la fe, se la jugaron con la conservación y hoy comienzan a recoger los frutos. Para mí, como entusiasta de la naturaleza, esta ha sido una de las mejores experiencias de la vida, me devuelve la esperanza y me invita a pensar que aún estamos a tiempo para proteger lugares tan maravillosos como este. Sé que este es apenas un primer paso, pero esperamos que sea el primero de muchos y que nuestra “lorita del Sinú” siga siendo la sombrilla y símbolo que nos permita conocer y proteger este hermoso lugar”, agregó Herrera.
Durante tres años, hemos pensando en este momento. Primero, pospusimos la expedición por la situación de seguridad en la zona, y luego debido a la pandemia por covid-19
Una de las especies inesperadas que encontró la expedición fue el picoagudo (Oxyruncus cristatus), un ave de color blanco y verde oliva con manchas oscuras. Es un ave rara que solo se ha documentado unas cuantas veces en Colombia, esos avistamientos fueron en Anorí y en la serranía de San Lucas en la cordillera Central, y en el Chocó, en la región del Pacífico. Este registro confirmado, amplió el rango de distribución conocido del picoagudo, que nunca antes había sido encontrado en Córdoba.
Otras seis especies de aves registradas por el equipo de la expedición no habían sido documentadas en Córdoba en más de 70 años. Una de ellas fue el sapayoa (Sapayoa aenigma). La pequeña ave de color verde oliva y amarillento solo había sido documentada una vez en 1949. Una especie de currucuctú (Megascops centralis) y una especie de sílvido (Polioptila schistaceigula) son otras dos aves que fueron documentadas décadas después de sus últimos avistamientos confirmados en el departamento. Cada una de ellas solo se había visto una vez en la década de 1960.
Los descubrimientos que se suman a la lista de nuevas especies para Córdoba no se limitaron a las aves. El equipo encontró la mapaná rabo seco (Bothrops punctatus), una serpiente dorada y marrón, que no se había reportado en el departamento, aunque los investigadores esperaban encontrarla en el cerro Murrucucú, ya que conecta la región del Chocó con las zonas de Magdalena y Nechí, donde también se encuentra la serpiente.
Entre las plantas raras que el equipo documentó se encuentra un tipo de árbol de cacao (Theobroma cf. cirmolinae), endémico de Colombia. Es solo la tercera vez que este hermoso árbol, con diminutas flores amarillas que crecen directamente de su tronco, ha sido registrado en el país.
Los investigadores todavía están trabajando para identificar algunas especies que lograron fotografiar en la expedición. Es posible que a medida que revisen los registros y la literatura científica, la cantidad de nuevas especies para Córdoba cambie. Los investigadores de la expedición están colaborando con otros expertos para determinar si una ardilla enana, con pelaje marrón y orejas con las puntas blancas, que fotografiaron es una nueva especie para la ciencia.
“Haber completado esta expedición es muy satisfactorio”, dijo Luis Fernando Castillo, director de la Asociación Calidris. “Durante tres años, hemos estado pensando en este momento. Primero, pospusimos la expedición debido a la situación de seguridad en la zona, y luego nos vimos obligados a retrasarla debido a la pandemia por covid-19. Finalmente, se hizo el trabajo y los resultados son emocionantes”.
Los investigadores llevan tres años organizando la búsqueda del Periquito del Sinú, pero aún no se dan por vencidos y esperan continuar con la búsqueda en el futuro.