martes, 3 de marzo de 2020

¡Pilas! Estas señales indicarían que su perro sufre de obesidad

El sedentarismo, la predisposición de algunas razas y la alimentación, entre las principales causas. 


El principal factor predisponente a la obesidad es el sedentarismo de los perros. 

La obesidad y el sobrepeso son enfermedades crónicas que se pueden presentar en perros de cualquier raza, sexo o edad, y que reducen considerablemente el tiempo de vida de nuestras mascotas, al igual que disminuyen su calidad de vida. 

Se caracterizan por un exceso de grasa referente al peso ideal de nuestro perro, que puede ser del 20 por ciento o más. Si bien el principal factor predisponente a la obesidad es el sedentarismo de nuestros perros, existen otras causas que pueden llevarlos a sufrir de esta enfermedad. 

Raza: algunas razas tienen predisposición a la obesidad, como el chow chow, pug, san bernardo, labrador retriever, beagle y el basset hound.

Sexo: debido a características genéticas especiales, son las hembras las que son más propensas a ser obesas.

Edad: a medida que nuestro perro va creciendo, su índice de engorde también lo hace. En los cachorros hasta el primer año varía entre el 6 y el 10 por ciento, en los animales adultos (hasta 4 años) es del 20 por ciento y en los que pasan de los 7 años es del 50 por ciento.

Actividad física: como lo mencionamos anteriormente, el sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo para que la mascota sea obesa o padezca de sobrepeso. Perros que hacen actividad física regular (20 minutos al día) reducen el riesgo de padecer de obesidad o sobrepeso en casi un 90 por ciento.

Dieta: las comidas ricas en grasas o carbohidratos, los suplementos nutricionales, los dulces y las harinas muy procesadas (como las del pan) son factores de riesgo para que la mascota sea obesa. También hay que tener en cuenta los snacks o galletas que se brindan como recompensa por buen comportamiento. ¿Cómo evitarlo?

Esta enfermedad se manifiesta cuando lo que el amigo peludo come a diario es superior a lo que gasta, haciendo que haya un desequilibrio nutricional que lleva a que el exceso de nutrientes como grasas y carbohidratos, que se acumularán en su cuerpo en forma de grasa, provoque un aumento progresivo del peso corporal
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Antes de someter al perro a cualquier tipo de dieta o entrenamiento físico, es importante que consulte con su médico veterinario para descartar cualquier tipo de enfermedad que esté haciendo que su mascota aumente de peso. 

Después de descartar posibles patologías, el veterinario ayudará a determinar e identificar cuál es el tamaño de la ración más adecuada para tu perro y cada cuánto debes alimentarlo al día, de acuerdo con los diferentes requerimientos, así como el tipo de actividad física que es más conveniente. 

En la actualidad, en las tiendas veterinarias y pet shops ya es posible encontrar alimentos balanceados, bajos en calorías y grasas; además, existen alimentos concentrados de mantenimiento y otros que ayudan a bajar de peso. 

Recuerda siempre que cualquier cambio en la dieta debe ser realizado progresivamente y bajo la supervisión del médico veterinario para evitar futuras complicaciones.

Riesgos: dependerán del nivel de esta. Si se detecta a tiempo y se maneja adecuadamente la nutrición y el ejercicio, se pueden evitar las complicaciones a futuro. 

En caso de no ser detectada y tratada a tiempo, esta puede generar problemas cardíacos, óseos (principalmente en las articulaciones), respiratorios, renales e incluso de piel; además, se ha detectado que los perros obesos son más propensos a sufrir problemas hormonales (como diabetes, hipotiroidismo, etc.) e infecciones. Para tener en cuenta

* En el mercado, las latas y bolsas de alimento húmedo tienen entre un 3 y un 4,5 % de grasa; el alimento concentrado seco, entre un 2,5 y un 7 %, y los snacks o premios, entre un 4 y un 11 % de grasa.

* Un pedazo (aproximadamente 25 gramos) de pan blanco tiene 75 calorías, una galleta para perro tiene 44, un snack de carne seca tiene 60, y una unidad de salchicha enlatada tiene 22.

* Todas las dietas deben ir acompañadas de la supervisión veterinaria y un adecuado consumo de agua.

* Trate al máximo de no brindarle a su mascota sobras de alimentos, dulces, chocolates, barras de cereal, etc.