viernes, 8 de junio de 2018

En acuerdo para la convivencia

La resolución de conflictos y el bullying, una tarea conjunta para padres e instituciones educativas.

Tanto padres como instituciones educativas tienen la responsabilidad de preparar a los menores de edad. Fomente el respeto, el diálogo, la tolerancia. Paz.

Martina* debió soportar que la llamaran bizca, que sus compañeros de curso no la tuvieran en cuenta para actividades extraclase y que cuando la invitaran a jugar en los descansos, se burlaran llamándola "cuatro ojos", "gafufa", "ciega", "pirata", etc. 

La menor padecía desde el nacimiento estrabismo. Por el tratamiento en el que estuvo, usó parches gran parte de su infancia, también gafas. 

La situación la reprimió un poco y empezó a ver el estudio con pereza. Terminando la primaria se volvió conflictiva, por lo que fue citada a la coordinación de disciplina en donde, ante la presencia de su mamá, habló de todo lo que pasaba. 

Vulneración 

José Fernando Mejía, director del Programa Aulas en Paz de la Universidad de los Andes, expuso que casos de matoneo como este son frecuentes en los espacios académicos. El señalamiento lo hizo durante una conferencia que ofreció el pasado miércoles en el San Luis Gonzaga y que coordinó Red Papaz: Ideas para una sana convivencia en familia y en el colegio. 

"El bullying es una situación de vulneración de derechos, sistemática y repetida en la que hay un desbalance de poder entre quien agrede y el que es agredido. Tanto padres, como directivos y docentes, deben actuar para evitarlo", pidió Mejía. 

El especialista indicó que con este concepto también hay que trabajar el de la resolución de conflictos, pues siempre habrá posiciones encontradas, formas de ver la vida, oportunidades maravillosas para que los niños u adolescentes aprendan a negociar, a encontrar soluciones de mutuo beneficio y a construir acuerdos. 

El profesional, adscrito a la Corporación Convivencia Productiva, respondió: 

- ¿Juega un papel fundamental la tolerancia y el respeto? 

Siempre será importante el respeto a los derechos de los demás y hacer defender mis propios derechos. Ser tolerante no es dejarse. No es que pasen sobre uno y no hacer nada. Tiene que ver con aprender a defenderme, a tener posiciones firmes que me defiendan a mí sin pasar sobre los otros. Hay que trabajar estrategias en las que se aprenda a decir que no y a expresarse, cuándo se siente mal frente a las cosas que pasan. 

- ¿En el colegio las materias, pero en casa los valores? 

Eso tiene algo de cierto, pero no es tan exacto. Tanto en casa como en colegio aprenden muchas cosas. La educación en valores tiene claramente una base en la familia, pero en el colegio se pueden potencializar e incluso cambiar o mejorar. Las instituciones educativas tienen una enorme responsabilidad en esto. 

- ¿Cómo educar desde casa para que sepan actuar en escenarios compartidos? 

Lo primero es que en nuestra casa no reproduzcamos patrones de comportamiento agresivo y violento, que tratemos al máximo de no usar los golpes, los gritos, etc, para intimidar a nuestros hijos. Esa no puede ser la vía para que hagan caso. Hay otras formas de lograr lo que queremos. Si utilizamos otras herramientas como el diálogo vamos a dar un primer paso. El segundo paso es que, como padres, podemos desarrollar en ellos habilidades de convivencia. Hablar de las emociones. 

- ¿Cuándo es necesario que un padre intervenga en las situaciones de su hijo? 

Los padres siempre deben estar atentos y en permanente comunicación con sus hijos, deben enseñarles el camino para la toma de acciones constructivas para él y los demás. Tienen que estar involucrados, pero deben estar atentos a cuándo se meten más. Hay que pensar hasta dónde se dejará que el hijo aprenda solo y el momento del acompañamiento. 

- ¿Qué consejos dar? 

En los casos de conflicto lo que normalmente hacemos los adultos es darles herramientas para que ellos mismos negocien, hablen con los demás y encuentren soluciones. En el bullying, por ejemplo, es mucho más importante la intervención de los adultos y de los profesores. Siempre que los papás estén preocupados por algo, es bueno que vayan al colegio y expresen la molestia. 

- ¿Cuál es el papel de los docentes? 

Son muy importantes, porque son ellos los que de alguna manera arman un escenario donde las reglas se construyen y se cumplen. Son los que promueven las diferentes habilidades que los alumnos necesitan para negociar y asumir los conflictos. Igual son los llamados a identificar los casos de matoneo, de activar los mecanismos que se necesiten, de la mano con los psicólogos, los orientadores, etc, de las instituciones. 

- ¿Cuál es el papel de un psicólogo u orientador de colegio? 

Tienen que saber que esto no se soluciona solo con estrategias basadas en el castigo, no es buscar quien tiene la culpa para castigarlo. Eso no es muy eficaz ni sirve mucho y, en el caso del bullying, puede ser hasta contraproducente. Genera resentimiento y ganas de desquitarse. Usualmente se desquitan de las personas más vulnerables, da para que la presión aumente. 

- Los profesores, con actitudes preferentes, ¿pueden propiciar el bullying? 

Algunas veces, cuando la justicia no es igual para todos, sí. Ese es un factor que hace que ese desbalance de poder entre los niños sea más evidente. Claro que lo puede propiciar. 

- ¿Qué genera más bullying en los ambientes escolares? 

Siempre hay unos niños que son más vulnerables, que son -entre comillas- distintos o diferentes. Lo que pasa es que hay unos menores que no encajan tan bien. Cuando no se tiene amigos y cuando hay gente muy popular por ciertas prácticas, esto suele suceder. Lo grave es que esto llega a límites muy complicados si no se ataca a tiempo. Las consecuencias son tan graves que incluso pueden quitarse la vida. Antes de eso hay un terrible sufrimiento. 

- Para el menor que lo sufre, ¿los padres deben buscar acompañamiento psicológico externo? 

No necesariamente. El primer paso es buscar apoyo en el colegio, la institución debe tener una ruta de atención en estos casos y, a partir de ahí, decidir si necesita un apoyo externo o no.