lunes, 8 de enero de 2018

Lo que no debe subir a redes sociales estas vacaciones

Expertos recomiendan austeridad en la información y evitar que lo ‘perfilen’. 


Expertos aseguran que, durante la temporada de fin de año, los riesgos de engaño y robo de identidad aumentan.

Se acerca el fin de otro año y los expertos en ciberseguridad advierten que por estas fechas aumentan los riesgos de robo a viviendas, suplantación de identidad y engaño. Aunque la idea no es caer en la paranoia y llegar a eliminar sus cuentas en redes sociales (o no salir de su casa), las siguientes son algunas consideraciones para tener en cuenta sobre la información que comparte en internet durante esta temporada de descanso.

Lo primero es que jamás debe ‘anunciar’ que su hogar está solo. Según Andrés Guzmán, fundador del laboratorio de ciberseguridad de Adalid, los delincuentes aprovechan la temporada de vacaciones para hacer ingeniería social y ‘perfilar a los usuarios’. 

“Es fácil hacer inteligencia por las redes sociales. Los delincuentes aprovechan la información que el usuario comparte para saber si está o no en su casa. Pueden analizar a dónde y por cuánto tiempo se ausentará y realizar un robo”, asegura Guzmán .

Fotografías, ubicaciones compartidas y contactos pueden bastar para que los ciberdelincuentes generen un perfil del usuario con detalles sobre su comportamiento y sus ingresos. Es todavía más fácil si usted publica una foto de su tiquete aéreo, con la que, incluso, alguien podría rastrear su vuelo en tiempo real. 
Niños, más vulnerables

Es fácil hacer inteligencia por las redes sociales. Los delincuentes aprovechan la información que el usuario comparte para saber si está o no en su casa 

Guzmán explica que para algunas bandas dedicadas al cibercrimen los adultos no son la fuente principal de datos. Los niños son quienes más comparten ese tipo de contenidos. Algunos ciberdelincuentes se hacen pasar por menores para engañar a otros y estudiar el perfil de la familia. 

Para Adriana Molano, analista de tendencias digitales,lo que se comparte en redes sociales deja de ser privado y puede estar disponible no solo para los contactos sino también para los conocidos de otros. Es decir, si usted sube una foto de su viaje y su primo la comparte, el contenido ahora es visible, descargable y usable para los amigos de este.

Por eso hay que empezar por revisar la configuración de privacidad de sus redes (y las de sus hijos). La mayoría de redes ofrecen la posibilidad de limitar el alcance de los contenidos y, si es del caso, se pueden crear grupos específicos.

“Si es un tema más privado, se pueden crear grupos cerrados de amigos o familiares para compartir esa información”, asegura Guzmán, a lo que Molano agrega que existe una tendencia en los jóvenes y los niños de no utilizar ese tipo de herramientas para la configuración de sus perfiles. 

Molano también recomienda evitar mostrar el tipo de regalos que reciben, en especial los más costosos, para no llamar la atención de delincuentes.

Si es un tema más privado, se pueden crear grupos cerrados de amigos o familiares para compartir esa información 

Otra medida de seguridad es lo que los expertos denominan “austeridad de datos” .

Por ejemplo, en vez de publicar el recorrido del viaje, sus tiquetes (o peor, su pasaporte) y revelar a dónde se dirige, puede optar por crear posteriormente un álbum con las imágenes. 

Un caso que resolvió el laboratorio forense de Guzmán fue el de una joven que compartió sus fotos en vestido de baño y luego halló que fueron publicadas en una página de escorts.

“Al realizar el análisis y la trazabilidad de la fotografía podemos ver quién descargó la imagen, quién la utilizó y la puso en línea. Nos dimos cuenta de que lo hizo un amigo de su universidad”, comenta el experto. 

De nuevo, son los menores los más vulnerables a este fenómeno, que constituye un delito. Para Molano, los usuarios no deben publicar fotos de sus hijos en vestido de baño, en la playa o en la piscina, dado que pueden ser utilizadas por predadores sexuales.

El engaño también se dispara en esta época. Según Guzmán, existen bandas delincuenciales, algunas de países africanos, que crean perfiles falsos con fotografías de rostros atractivos y envían solicitudes de amistad. Tras realizar un trabajo de ingeniería social para conocer las preferencias de las víctimas, entablan conversaciones y buscan crear lazos de confianza, lo que para el experto puede ser una tarea fácil si se dispone de suficiente información personal.

“Después, tratan de entablar una relación sentimental. Piden fotos y videos de contenido sexual y luego los usan para extorsionar a las personas”, asegura Guzmán, quien afirma que su laboratorio recibe 15 casos de estos a la semana. 

Por eso, desconfiar del contenido en la red es otra recomendación. Según los expertos en ciberseguridad, en los casos de sextorsión, las víctimas reciben un video que supuestamente es de la persona con la que se relacionan en línea. 

Guzmán apunta: “Pero hay formas de saber que un video no es real. Por ejemplo, porque no tiene audio. Como no hablan español, ni pueden responder en tiempo real, son materiales que vienen sin sonido”. 

Lo otro es depurar su lista de amigos. ¿En serio tiene 2.000? Si sabe quiénes son sus contactos puede tener más claridad de qué compartir o no con ellos.No se exponga en redes sociales

De acuerdo con expertos en ciberseguridad, estas son algunas de las cosas que debe evitar publicar en redes sociales: 

Su documento de identidad:además del número, la fecha de expedición del documento y de su nacimiento son utilizadas en diligencias bancarias para confirmar su identidad. Recuerde que el documento también contiene su huella dactilar. Con el número de su cédula puede conocerse con facilidad su puesto de votación, por ejemplo.

Boletas o tiquetes: por una parte, podrían clonar su boleta imprimiendo el código de barras correspondiente. Por otra, los tiquetes también contienen información sobre su destino y su número de vuelo, con lo que pueden conocer su localización en tiempo real. 

Placas del carro: con esta información se puede solicitar el certificado de libertad y tradición del bien. También conocer los días de pico y placa. Pero si además saben su número de documento pueden acceder a información de seguros, tecnomecánica y conocer más detalles. 

Regalos lujosos: si cambió todos sus muebles, si remodeló cocina, si compró carro, computadores... etc., evite mostrarlo en redes pues puede despertar el interés de bandas organizadas. 

Fotografías en vestido de baño: especialmente, los menores de edad son los más vulnerables. Imágenes en vestido de baño, en la playa o la piscina pueden ser robadas y usadas con fines delictivos.

Estados extremos: evite publicar fotografías o contenidos que demuestren excesos como en la euforia de una fiesta o de cuánto licor bebió, pero también de publicaciones depresivas. Ambos estados pueden influir en la reputación de su cuenta y generar malestar en ambientes externos, como su lugar de trabajo.

domingo, 7 de enero de 2018

VR, el futuro de los videojuegos


Más allá de los videojuegos ¿qué más puede hacer la realidad virtual?

Estar en SOFA 2017 nos motiva a ver cómo serán las diferentes tecnologías que se irán involucrando poco a poco al mundo geek y de los videojuegos. Y una que parece será indiscutible en el segmento gamer es la realidad virtual (VR, por su sigla en inglés).

Los set de realidad virtual son cada vez más comunes y su integración con la práctica de videojuegos es total, con el fin de tener una experiencia inmersiva y disfrutar de una diferente manera este pasatiempo. Juan Carlos Garcés, gerente de ventas de Intel para América Latina, nos dio su visión de cómo esta innovación tendrá un papel protagónico en la manera como los usuarios juegan, acceden a contenidos que hasta el momento no estaban a su alcance e incluso mejoran temas de productividad en las empresas.

En la charla también abordamos el tema de los carros conectados, una tendencia que ya vemos en Colombia y que define estos como los ‘carros de los geeks’. Mira a continuación nuestra entrevista en el marco de SOFA 2017.
Mira nuestro streaming hablando de VR

Recordemos también que durante el CES 2017, Intel nos mostró diferentes escenarios en los que VR será fundamental: viajes, trabajo y juegos.

Para mostrarlo, la commpañía dispuso de una sala en la que 250 personas pudieron tener de primera mano la experiencia VR que quiere mostrar Intel para cada uno de estos ámbitos. “Es el evento más difícil que hemos organizado hasta el momento desde el punto de vista técnico”, dijo en su momento Laura Anderson, directora global de relaciones corporativas de Intel, al referirse a cada una de las estaciones equipadas con computador con procesador Core i7, set de realidad virtual Oculus y contenido controlado desde un punto central.

sábado, 6 de enero de 2018

Qué es mejor elegir una maestría o una especialización?

Elegir con qué comenzar también es una decisión importante. Las maestrías no requieren prerrequisitos de otro posgrado, pero se puede hacer una especialización antes. Conozca las ventajas de cada uno.

 
En las ciencias de la salud no existen las maestrías, sino las especialidades de tres o más años. 

Cuando se piensa en un posgrado, algunos se preguntan si especialización o maestría. La mayoría se diferencian por el tiempo y el tipo de trabajo. Las especializaciones suelen ser de un año y no requieren de la elaboración de una tesis o trabajo de grado, se puede finalizar con un ensayo final o un pequeño proyecto aplicable a la empresa o institución en la que se trabaje. Las maestrías suelen ser de dos años y los estudiantes se gradúan después de hacer una tesis, trabajo de grado y en algunos casos una pasantía.

Hay que diferenciar que, en el caso de las ciencias de la salud es diferente, no existen las maestrías, todas son especialidades de tres o más años que son por lo general en un 80% práctica. Cuando un profesional de la salud quiere continuar su formación se habla de subespecialidad.

¿Cuál elegir?

La especialización permite abordar problemáticas más cambiantes, más allá de recomendar con qué comenzar hay que determinar el enfoque laboral que cada persona le quiere dar a su formación. La maestría marca la diferencia en que se puede reorientar el origen profesional de estudiante, la elaboración del proyecto de grado o tesis requiere mayor demanda de tiempo, de escritura y de lectura.

La especialización permite reacomodarse al sistema educativo cuando se lleva años sin estudiar o se debe mezclar la carga laboral y académica. Para una persona que no está acostumbrada a la lectura de forma constante o a tomarse tiempo para escribir, lo mejor es empezar una especialización e irse adaptando para después continuar una maestría. El ritmo contante de trabajo permite terminar los estudios con éxito.

La especialización es muy común en Colombia, en otros países la maestría es el fuerte. La recomendación de algunos expertos para los que están interesados es realizar sus estudios de posgrado, es hacer una maestría de profundización profesional, es decir ahondar en el área de conocimiento en la que decidieron hacer su posgrado.

¿Cómo elegir?

Andrés Mariño es el director de especializaciones empresariales y proyectos de la Universidad del Rosario, Dinero habló con él sobre qué es lo mejor para elegir.

Dinero: ¿Por qué hacer un posgrado?

Un posgrado se elige para responder a las necesidades del entorno laboral; ya no es una opción, es una exigencia del mercado.

D: ¿Qué hacer una especialización o una maestría? 

Lo importante es que el estudiante se sienta cómodo con el programa, porque eso le ayuda a perfilarse profesionalmente. Es importante también conocer el tiempo de dedicación que tiene el estudiante para definir si realiza maestría o especialización.

D: ¿Cuál es el impacto de un posgrado? 

Cada vez hay más personas con formación posgradual, así que es una exigencia para mejorar profesional y económicamente. Se busca perfilar profesionalmente al estudiante.

viernes, 5 de enero de 2018

Las nuevas generaciones que se emborrachan menos que las anteriores

Crece la tendencia de jóvenes que se avergüenzan de las borracheras que caracterizaron a las generaciones pasadas. Los expertos dicen que se avecina la ‘sobriocracia’.

 
Aunque los universitarios toman menos, los adolescentes inician su contacto con el alcohol mucho más temprano que antes y en los estratos populares el consumo sigue siendo alto. 

Mario, un economista de 25 años, raramente toma en las fiestas por motivos prácticos: no le gusta el malestar de la borrachera ni levantarse al otro día con la cabeza pesada. Además, la experiencia con sus familiares con el trago no fue la mejor. “Vi muchas veces a mi papá muy tomado y me parece un estado lamentable”, dice. Lo mismo piensa Paola, diseñadora de modas de 24 años, que no es abstemia, pero si de pocas copas, y por la misma razón. “Me parece horrible tomar hasta quedar privada y sin conciencia”, reveló. El caso de Janet, una amiga suya, es aún más drástico. Hasta el día de hoy no ha bebido su primer trago y ya tiene 23 años. 

Todos ellos hacen parte de una generación que toma menos que las anteriores. La semana pasada se dio a conocer el III Estudio Epidemiológico sobre Consumo de Drogas en la Población Universitaria de Colombia y sus resultados ya empiezan a corroborar la tendencia. En comparación con 2012, la prevalencia de consumo de alcohol en hombres en el último mes pasó de 67 a 59 por ciento. En las mujeres la disminución fue de 61 a 55 por ciento.

Pero si bien hay un descenso en alcohol, se ve un aumento en el consumo de marihuana, cocaína y drogas sintéticas. “Bajó lo legal, pero aumentó el consumo de ilegales”, dice Julián Quintero, director ejecutivo de la Corporación Acción Técnica Social, una ONG que ha creado campañas como Échele Cabeza. Para el experto la ‘sobriocracia’ en Colombia es aún muy incipiente, y se observa más entre algunos universitarios de nivel social alto y en grupos cerrados como los llamados Straight Edge, “que no beben, no consumen drogas ni carne y no tienen sexo”.

La tendencia de la sobriedad entre los jóvenes es mucho más clara en países como Estados Unidos y Gran Bretaña, donde se lleva a cabo la campaña Go Sober for October, una invitación a disminuir el consumo de alcohol. Un sondeo reciente realizado en ese país por Eventbrite con más de 1.000 personas mostró que cuatro de cada diez jóvenes ve con malos ojos a alguien borracho y uno de cada cuatro prefiere gastar el dinero en otras cosas. Se calcula que hoy el consumo de alcohol es el más bajo en la historia británica, un tema que tiene preocupada a la industria cervecera. Según el canal de noticias de Estados Unidos CNBC, la firma Goldman Sachs espera que el mercado de esta bebida en Estados Unidos caiga 0,7 por ciento para este año.

Para algunos esto refleja que los jóvenes ya no necesitan ahogar las penas en el licor, pues tienen otras herramientas para manejar el estrés. También creen que se da por la presión social de adoptar un estilo de vida saludable. Quienes no toman reportan que duermen mejor, bajan de peso y sufren menos depresión. Y una serie de aplicaciones como soberistas.com y joinclubsoda.com ya no están dirigidas exclusivamente a adictos, sino al público en general para aconsejar beber moderadamente. También hay festivales como Juice Crawls, creado en Estados Unidos, que ofrecen música y meditación a punta de jugos. Algo similar sucede en un festival itinerante conocido como The Shine, en el que los jóvenes bailan, escuchan bandas musicales y ven películas sin probar un trago. Su fundador, Light Walking, le sentenció al diario inglés The Telegraph que “las noches en que los jóvenes necesitaban trago para socializar cada vez serán más anacrónicas”.

En Colombia, dice Quintero, la tendencia no resulta de una campaña “porque aquí el presupuesto para prevención es menos del 3 por ciento”. Se trata, más bien, de que estos jóvenes están identificando que el alcohol es problemático. “Les dijeron que era la menos dañina de las sustancias, pero ellos se están dando cuenta de que es la que pone los muertos con accidentes, y la que genera más conflictos como riñas, abuso sexual y violencia intrafamiliar”.

miércoles, 3 de enero de 2018

Tres de cada siete niños padece problemas psicológicos asociados al uso excesivo de la tecnología

Un niño entre 8 y 10 años pasa cerca de ocho horas diarias frente a distintos elementos electrónicos y esta cantidad asciende a más de 11 horas en pre y adolescentes, según la Academia Estadounidense de Pediatría.

El uso desmedido de la tecnología y sin supervisión se puede volver una adicción en potencia, particularmente, en niños, está generando depresión, ansiedad y aislamiento social denuncian pediatras, psicólogos y siquiatras en el mundo.

“Las personas que abusan de la tecnología normalmente no tienen vínculos sociales lo suficientemente amplios ni sólidos que permitan entablar contacto directo. Por ello, sus habilidades sociales son pobres; así que el socializar por medio de la tecnología incrementa el problema”, explicó Ana María Reyes Tirado, psicóloga experta.

Es así como la televisión, los celulares, las tabletas y computadores se ha convertido en la “niñera sustituta”, porque los papás prefieren distraerlos con un juego o un video o también porque sus horarios laborales y condiciones los obliga.

Sin embargo, el trasfondo no es el tiempo del que disponen los padres sino las bases de educación y reglas claras frente al uso ya que también “existe constante conflicto con padres por el uso excesivo de la tecnología”, dijo Reyes.

La visión también se afecta, debido a la disminución en el parpadeo, lo que ocasiona la sequedad ocular. Estudios señalan que durante una conversación se parpadea 22 veces por minuto, a diferencia de las siete veces que se parpadea mientras se está frente a una pantalla.

martes, 2 de enero de 2018

Por qué los ‘millennials’ serán más ricos en su vejez?

Los hábitos de los jóvenes en cuanto al ingreso que desean recibir en el futuro harán que tengan una jubilación con más rendimientos que los de la ‘Generación X’ y los ‘babyboomers’.

 

Millones de caracteres y líneas se han escrito sobre esta generación nacida desde 1984 hasta mediados de los 90 sobre sus costumbres de ahorro. Se dice que son egoístas, prefieren viajar en lugar de tener hijos, no quieren casarse y andan pendientes de las mascotas. Si uno les pregunta sobre su pensión, consideran que jamás lograrán reunir lo suficiente y que ese tema no les interesa mucho. 

Son exitosos porque ya no compran una casa para habitarla, sino como una inversión de largo plazo para luego venderla, ganar utilidades y seguir en los negocios. Nuestros jóvenes ni siquiera les gusta ir al banco a abrir una cuenta y todo lo quieren hacer de forma virtual, las compras, los amigos, la lectura, entre otros pasatiempos, lo prefieren hacer por Internet. 

Además, son los más preparados de los últimos tiempos, algunos se recibieron como profesionales con una pesada deuda porque sus padres no tuvieron lo suficiente para pagarles la universidad. Y entraron al mundo laboral con las ganas de recibir salarios acordes a su formación. Sin embargo, muchas empresas salen con la historia de que están en crisis y que solo pueden pagar a un recién graduado máximo hasta $1,5 millones. Los que consiguen trabajo no soportan el maltrato de los jefes y se aburren a los pocos meses. 

Otros dicen que nacieron para emprender y desde jóvenes son sus propios jefes y manejan su tiempo. Lo cierto es que los nacidos entre 1950 hasta 1985 podemos aprender mucho de cómo obtienen su dinero los jóvenes, cómo ahorran y cómo administran su presupuesto. De hecho, los padres millennials en Estados Unidos están en camino a convertirse en los jubilados más ricos en comparación a los ‘Generación X’ y ‘babyboomers’ que tuvieron hijos. 

El dato fue revelado por NerdWallet y publicado en un artículo de Tanza Loudenback para el portal BusinessInsider.com. La investigación concluye que los jóvenes nacidos entre 1984 y 1995 son muy buenos con sus ahorros, especialmente cuando tienen hijos. Los padres ‘milleninials’ (entre 18 y 34 años de edad) están contribuyendo con el 10% de su ingreso para su cuenta pensional. La cifra supera al 8% de ahorro que maneja la ‘Generación X’ (entre los 35 y 54 años) y los babyboomers (mayores de 55 años) que tienen hijos y que ahorran solo un 5% para su jubilación. 

La encuesta reunió las respuestas de más de 2.000 estadounidenses adultos, de los cuales 1.112 eran padres y 874 no tenían hijos. Pese a que tienen el gasto adicional de los hijos, el 84% de padres encuestados dijeron que están contribuyendo a su pensión, mientras que solo el 69% de los que no tienen hijos afirmaron estar haciéndolo. 

Aún así, entre todos los padres encuestados, los jóvenes ahorran un porcentaje más alto de su ingreso, con uno de cada tres millennials que destinan al menos un 15% a su pensión obligatoria. “Los jóvenes están tomando buenas decisiones cuando tienen la oportunidad de ahorrar un dinero de más”, dijo Arielle O’Shea, especialista en inversiones y jubilación de NerdWallet, entrevistado por Business Insider. 

Pese a que la cantidad de dólares que pueden ahorrar es más pequeña que la de otras generaciones anteriores, debido a que su ingreso es inferior, los hábitos financieros de los jóvenes lucen en buena forma. La clave, según ellos, es retirarse más ricos a través de inversiones tempranas y con constancia. 

Hallazgos clave del estudio

Los padres jóvenes se programan para ahorrar más que otras generaciones: según los datos de las entrevistas realizadas entre los 26 y 67 años, la tasa de ahorro de los padres millennials alcanza a ser $1 millón de dólares más alta que la de los ‘baby boomers’ y $400.000 dólares más que la de los padres de la ‘Generación X’

Muchos padres millennial son ‘súperahorradores’: entre los jóvenes que son empleados y padres se encontró que el 38% destina para el ahorro más del 15% del ingreso, mientras que solo lo hace un 24% de los ‘X’ y un 23% de ‘baby boomers’. Casi la mitad de los papás jóvenes (hasta los 34 años) afirmó que su ahorro para la jubilación es más del 10% de su ingreso anual. 

El siguiente gráfico compara el ingreso anual de los millennials y la contribución que hacen para su pensión obligatoria: 


Fuente: NerdWallet

Como se observa, en todos los rangos de ingresos anuales ($40.000 dólares, $60.000 dólares, $80.000 dólares, hasta $100.000 dólares) los padres jóvenes destinan más ahorro, seguidos por la ‘Generación X’ y los mayores de 55 que siguen trabajando. 

Lo que les falta

Sin embargo, todavía hay algunas falencias entre los jóvenes, especialmente los que creen que no van a tener hijos. De acuerdo a otro estudio realizado por PwC (antes Price Waterhouse Cooper), esta generación preparada y ambiciosa todavía tiene grandes dificultades por ejemplo, con la incertidumbre económica y la falta de estabilidad laboral. La deuda de sus estudios es otra carga que los preocupa y como dice Annamaria Lusardi, directora académica de GFLEC en la Universidad George Washington “los jóvenes deben mucho, y saben muy poco. La lucha de los millennials con sus deudas eventualmente se puede convertir en nuestro problema también”.

Entre las tendencias de los jóvenes con sus finanzas personales están: 

#1. Tiene pocos conocimientos financieros: en la encuesta que tuvo en cuenta a más de 5.500 jóvenes, solo el 24% demostró conocimiento básico de finanzas.


#2. Están descontentos con su actual situación financiera: en una escala de 1-10 sobre qué tan contentos están con su situación, el 34% indicó que estaban muy insatisfechos.


#3. Les preocupa la deuda estudiantil: cuando les preguntaron si tenían la habilidad de prepagar su préstamo educativo, más del 54% respondió que estaban preocupados.


#4. Son frágiles económicamente: cerca del 30% de los millennials están por encima de su capacidad para manejar sus créditos y obligaciones.


#5. No buscan asesoría financiera: aunque no tienen la adecuada preparación, solo el 27% de los millennials informó que buscaron asesoría profesional en finanzas para mejorar sus ahorros y para inversión.


lunes, 1 de enero de 2018

'Colombia está lista para una nueva reforma educativa’: Mineducación

Yaneth Giha asegura que este gobierno hace grandes esfuerzos por la educación superior. 


La ministra de Educación, Yaneth Giha, ocupa el cargo desde noviembre del 2017. Su antecesora fue Gina Parody.

Las principales ciudades del país vivieron el pasado miércoles 4 de octubre movilizaciones universitarias para exigirle al Gobierno el uso efectivo de los recursos destinados a la educación superior pública y rechazar el desvío de este presupuesto a las universidades privadas a través del Icetex. 

Frente a esta situación, la ministra de Educación, Yaneth Giha, le explicó a EL TIEMPO qué está pasando en las universidades públicas y le respondió a los principales reclamos que le han hecho.

¿Qué está pasando con las instituciones de educación superior públicas (IES)?

Si hay algo que este gobierno ha considerado importante es potencializar la educación superior pública. Es un mensaje reiterado del Presidente y algo en lo que hemos puesto esfuerzo y muchos recursos. Hemos incrementado sistemáticamente la financiación desde el 2010. 

Uno de los reclamos de las IES públicas es por falta de recursos para funcionamiento... 

Sí, es que su rubro más importante es el pago de docentes, el cual crece por encima de la inflación. Sin embargo, la Ley 30 nos tiene una restricción en eso. De ahí que cuando se dio la adición presupuestal por reforma tributaria, esos recursos se fueron para funcionamiento. Este año aumentamos la inversión en esa área un 11,75 por ciento frente al año pasado, es el crecimiento más grande que ha tenido el rubro desde 1992. Además, ya quedó en la base presupuestal; es decir, de ahora en adelante lo que suban de inversión para funcionamiento será por encima de la cifra de este año.

Tenemos que ser más eficientes: poder dar más resultados con menos, y eso es parte de la tarea de los rectores 

¿Están o no desfinanciadas las IES públicas?

Hay que mirar caso por caso, porque hay unas que no están desfinanciadas. O sea, ¿cuántas han salido a protestar? No son todas. Hay tres casos identificados, las del Atlántico, Nariño y Magdalena que incrementaron su matrícula por encima de 60 por ciento. Yo siempre he creído que hay que hacer dos esfuerzos. Por un lado, mirar el caso de cada IES y ver cómo desde el Gobierno podemos apoyar. Pero también es importante la gerencia interna. Tenemos que ser más eficientes: poder dar más resultados con menos, y eso es parte de la tarea de los rectores. 

Un punto de la reforma tributaria dice que el 40 por ciento del IVA se destinará a educación superior pública, pero al final del documento dice que esos recursos se pueden destinar para financiar el Icetex, lo cual no tiene contento a los rectores...

Ese 40 por ciento va para educación superior pública. Todo.

Sí, pero entonces el Icetex también se puede entender como educación superior...

Exacto, ahora, en ese primer artículo de la Reforma se habla de educación superior pública. Y hay otro artículo que dice que el Fondo de Financiación Contingente al Ingreso puede nutrirse de esos recursos. Unos para las IES públicas y otros para el Icetex, que financia a los jóvenes. Me dicen que estos recursos van para financiar a las privadas, y yo les digo no, es para financiar a los jóvenes. 

¿Por qué esa adición presupuestal no se entrega solo a las IES públicas?

Cualquier país que quiere un sistema de educación superior público sólido tiene que generar diferentes estrategias para poder aumentar la cobertura. Por eso no puede centrarse solo en las públicas, hay que hacerlo en los otros mecanismos para financiar a los jóvenes que quieran acceder. El Icetex, además de Ser Pilo Paga y de los créditos educativos, tiene otros que ayudan a poblaciones como afros, indígenas y víctimas. 

El programa Ser Pilo Paga es una de las quejas de algunos de los rectores. Dicen que se están desviando recursos de la educación pública a la privada. 

Queremos romper esa idea de que ni el estrato ni la ubicación geográfica definen el futuro del joven; por eso, Ser Pilo Paga es una estrategia transformadora. Entonces insisto en que un país con un sistema de educación robusto tiene que tener diferentes estrategias que puedan abarcar las diferentes necesidades. Lo segundo, en cuanto al presupuesto de educación superior, lo que ha pasado en los últimos años es que la bolsa se agrandó. Creció la plata de IES públicas, creció la plata de Ser Pilo Paga, todo creció.

¿Es sostenible el programa Ser Pilo Paga?

Nosotros también hemos considerado el tema. Vamos a llegar a los 40.000 ‘pilos’. Los próximos 10.000 van a tener las mismas condiciones de los anteriores, nada cambia para ellos. Pero, en donde vamos a hacer la diferencia es en el proyecto de ley para convertirlo en política de Estado. Creamos una comisión con rectores de seis universidades: tres públicas y tres privadas. El proyecto ya está listo. Entraría a regir el año entrante. 

¿Qué cambiaría?

Unos artículos ayudan a equiparar cuántos estudiantes van a las públicas y cuántos a las privadas. Además, se incentiva más entrar en las primeras. En cuanto a la sostenibilidad, ponemos un tope en el pago de matrículas y los incrementos solo se pueden hacer con base en el índice del crecimiento de las universidades. 

¿Se requiere una reforma de la Ley 30? 

Yo creo que Colombia, después de 25 años de la Ley 30, está lista para una nueva generación de reformas. Y son las que merece un sistema cuando tiene unos años como los que tiene, pero aún más con los retos que se vienen los próximos años; por ejemplo, llegar a cobertura del 75 por ciento, como la de países desarrollados. Por eso, sí creemos que es importante dejar un paquete de reformas que deberían ser parte de las discusiones de los candidatos presidenciales.

Yo creo que Colombia, después de 25 años de la Ley 30, está lista para una nueva generación de reformas 

¿Cómo qué reformas?

Primero, hay que aclarar que no es reformar toda la Ley 30. Por lo pronto, son los artículos 86 y 87, los que abarcan el financiamiento de las universidades públicas. Otro tiene que ver con la financiación del sistema, y yo creo que la ley que está cursando en el Congreso, que es la de financiación contingente al ingreso, es muy importante para la financiación de los jóvenes que quieren estudiar.