sábado, 14 de febrero de 2015

Cómo elegir el deporte adecuado para tu hijo/a

Cómo elegir el deporte adecuado para tu hijo/a

Hacer deportes en la niñez aporta beneficios no sólo a la salud de los pequeños sino también a la sociabilización y a su formación ética. Pero no todos los niños pueden hacer todas las actividades. Elegir la actividad física adecuada para nuestro hijo es una tarea que no debemos hacerla sólo los adultos, sino que tenemos que tomar la decisión en conjunto con nuestros hijos, ya que no hay nada peor que obligarlos a hacer algo que no les gusta o donde no se sienten cómodos. Para elegir la actividad adecuada debemos tener en cuenta las características de nuestro hijo, sus gustos, necesidades y edad.
  • Si está entre los tres y cinco años, lo mejor es que haga natación, ya que le ayudará a trabajar aspectos importantes para la edad, como son la coordinación y la resistencia.
  • Luego, desde los cinco a los siete años, es bueno que realicen dos actividades diferentes, una individual, como la natación, la gimnasia o el kárate, y otra colectiva, como el fútbol, baloncesto o voleibol. El niño, con el paso del tiempo, podrá elegir la que más le guste para continuar en la siguiente etapa.
  • Entre los ocho y los nueve, debemos pensar si nuestro hijo utiliza el deporte para divertirse, distraerse y relajarse o, por el contrario, lo toma como una disciplina y quiere comenzar a competir. Sea cual fuere nuestra conclusión, el niño es quien decidirá lo que quiere para su futuro. Si lo desean, pueden seguir perfeccionándose en la actividad que más les guste, si no, pueden probar con otras que pueden variar según sus intereses.
    • Si nuestro hijo es inquieto y no se concentra con facilidad, lo ideal es que practique natación o atletismo.
    • Si le gustan los deportes de equipo y las competencias, lo mejor es el fútbol, el baloncesto, el hockey o el voleibol.
    • Si demuestra autocontrol y gran concentración, le gustará el kárate, el judo, el taekwondo, el tenis o la gimnasia deportiva.

Cualquiera de estas actividades que nuestro hijo realice le dará a nuestro pequeño beneficios a nivel físico, ya que le ayudará a fortalecer su musculatura, tener una buena salud cardiovascular y mantener un correcto peso corporal. También le beneficiará en aspectos emocionales y en el desarrollo de valores necesarios para la vida en sociedad, tales como el respeto, la responsabilidad, la cooperación, la igualdad, la tolerancia y la amistad.

viernes, 13 de febrero de 2015

Los efectos del deporte en los jóvenes

Los efectos del deporte en los jóvenes

La juventud es la época de la vida que reúne las condiciones idóneas para llegar a alcanzar un alto rendimiento deportivo. El cuerpo experimenta un gran cambio; se produce una activación del crecimiento en general, debida al gran desarrollo del esqueleto y de los músculos, lo que supone un aumento considerable de la propia fuerza y del aparato respiratorio, que se traduce en una amplia y acelerada mejora de la capacidad atlética. Estas transformaciones suponen para el joven un cambio en su imagen corporal que deberá aceptar y asimilar, además de sus nuevas capacidades motoras y sexuales.
Los cambios que se producen en la adolescencia han de ser asimilados y el deporte favorece este proceso.
En la adolescencia confluyen los cambios biológicos y los psicológicos, ya que, al mismo tiempo que se produce la revisión del propio esquema corporal, surge la necesidad de ser reconocido por los demás.
Será en sus propios compañeros donde tratará de encontrar el nuevo concepto de sí mismo, diferente del que hasta ahora había obtenido de sus padres y familiares. Sus valores también han cambiado y se abre a nuevos modos de pensar sobre las cosas y el mundo. De ahí la importancia que adquieren los amigos, con los que ejercitan sus identificaciones a la búsqueda de su propia identidad.

El deporte como integrador social

La práctica de un deporte exige no solamente un esfuerzo físico y unas habilidades determinadas, sino también poner en juego cierta agresividad durante la competición. Pero ésta debe expresarse de una manera controlada y siguiendo los reglamentos que rigen toda actividad deportiva.
El deporte permite encauzar la agresividad de una forma socialmente aceptable, tanto a los jugadores como a los aficionados a los deportes, que se identifican con su equipo y con los jugadores, participando intensamente de sus vivencias.
Desde este punto de vista, sí que hay que hablar del deporte como integrador social, que, por otra parte, siempre ha estado presente en las grandes civilizaciones.

También podemos hablar del deporte no competitivo corno integrador social. Muchos jóvenes pueden desarrollar su personalidad formando sus propios grupos o perteneciendo a entidades deportivas de carácter más social y menos competitivo. En los casos de jóvenes que se aíslan puede tener un efecto muy positivo.

jueves, 12 de febrero de 2015

Paterning, el nuevo deporte que mueve a padres e hijos

Paterning, el nuevo deporte que mueve a padres e hijos

¿Has experimentado alguna vez la sensación de ser padre y estar en sintonía con tu hijo? Es una experiencia única.
Esa sensación la podemos encontrar en varios orígenes y uno de ellos nace a partir de un deporte. ¿Sabes cuál? El Paterning.

Paterning, el deporte de ser padre

Seguro que lo conoces; muchos padres e hijos lo practican juntos y probablemente tú también lo hayas practicado o vayas a hacerlo. No hay lugar para excusas para no experimentarlo ya que todas ellas caben en este deporte. Y tu hijo juega un papel importante.

No es un deporte cualquiera. Es el deporte que te llena de emoción, te sube la adrenalina y te lleva a alcanzar metas con las que antes ni soñabas.

El deporte de ser padre lo llaman, el Paterning. Ese deporte que prende la mecha de lo ordinario y te conduce hasta lo extraordinario.

En este vídeo te mostramos cómo viven la experiencia algunos de ellos. Estos padres ya lo disfrutan con sus hijos. ¿Lo haces tú también?
AQUI SCRIPT

Y ahora cuéntanos… ¿Ya practicas el Paterning?

Tú eres el protagonista ahora

Si practicar el Paterning es uno de tus deportes favoritos, te invitamos a participar ahora en las redes sociales compartiendo fotos y vídeos donde se vea cómo lo disfrutas con tus hijos. Además, utiliza el hashtag #paterning en Twitter o Facebook y podrás ganar una estupenda GoPro con la que grabar todas esas actividades deportivas tan emocionantes.

Nunca un deporte había unido tanto a padres e hijos, ¡¡¡viva el Paterning!!!

miércoles, 11 de febrero de 2015

Paterning, el nuevo deporte de los padres

Paterning, el nuevo deporte de los padres

¿Sabes qué es el Paterning?

El Paterning es un deporte que ha marcado tendencia entre los padres.
El Paterning es una nueva corriente que se está extendiendo entre los muchos papás que han empezado a vivir emociones fuertes a través de esta práctica deportiva. Una experiencia única.
Y lo mejor de todo, totalmente compatible con cualquiera de las otras actividades que ya practicaban.

Paterning, ha nacido un deporte

Pero… ¿qué tipo de deporte es el Paterning? Los papás deportistas la describen como una actividad de riesgo, emocionante, generadora de adrenalina y como una corriente de excitación que te conduce a un nuevo nivel.
Son muchos los padres que ya practican el paterning, otros quieren probarlo y otros están a  punto de hacerlo. Los que lo practican nos dicen que tienen una sensación que cuesta de describir, eso sí, les transmite positividad, grandes dosis de energía y muchas ganas de vivir.
Ahora detente y piénsalo. ¿Tú has vivido esa experiencia?
Definitivamente, sí. Lo que quizá ni sabías que estabas practicando este deporte. Te sugerimos lo siguiente: reproduce el vídeo, sigue la pista de los tres testimonios y descubre hasta qué punto estás implicado con el paterning.



¿Ya sabes de qué nuevo deporte hablamos? ¿Practicas el Paterning?

martes, 10 de febrero de 2015

El niño de 5 años: entre la seguridad y la rebeldía

El niño de 5 años: entre la seguridad y la rebeldía

El niño de 5 años ya es una persona con gran capacidad de expresión, sentimientos y carácter definido, sociable e inquieto, pero sobre todo, un ser con una enorme necesidad de descubrir y aprender.
Con esta edad, los niños ya poseen casi la totalidad de los movimientos corporales, además de la coordinación entre ellos. Esto indica que ya poseen autosuficiencia para poder hacer cosas por sí mismos, lo que les lleva a querer realizar actividades solos sin tener en cuenta el apoyo que hasta ahora habían tenido, el de sus padres y familiares más cercanos. Se sienten seguros en sus pasos, por lo que aumentan sus deseos de autonomía y, por ende, la temida “rebeldía infantil” en sus actos.
Son niños que, a pesar de seguir necesitando y demandando la atención de sus progenitores, también quieren actuar por ellos mismos. Es aquí donde entra en juego el adulto. Debe dejarle hacer pero siempre bajo unas pautas muy marcadas. Deben conocer las normas y es bueno que si se las saltan o las desobedecen reciban un castigo acorde a sus características, para que no se vuelva a repetir la conducta no deseada.
Esta edad es un buen momento para inculcar al hijo o hija una serie de normas comportamentales que deberán seguir en la medida de lo posible. La adquisición de conocimientos es más fácil debido a que ya dominan casi a la perfección el lenguaje y se puede dialogar con ellos.
Como ya hemos mencionado anteriormente, es la edad del descubrimiento por excelencia. Tienen interés por todo, todo les resulta novedoso y están ansiosos por aprender, por lo que no podemos dejar pasar la enorme oportunidad que nos brinda el desarrollo humano para sentar las bases de lo que será la futura educación de nuestros hijos, fomentando una conducta infantil sana y enriquecedora.

Siguen sintiendo un enorme apego hacia las personas que los han criado hasta ahora, pero es el momento de salir a la calle. Son muchos los niños que a estas edades comienzan las escuelas, por lo que se empiezan a crear lazos de amistad frágiles, ya que aún dependen de los padres para estar en distintos entornos y van adquiriendo nuevos roles y aprendiendo nuevas normas de convivencia. Su comportamiento variará dependiendo del sitio en el que se encuentren y con quién estén. Por ello, debemos vigilar que nunca se salgan de los cánones establecidos, a priori, para una educación saludable.

lunes, 9 de febrero de 2015

Cómo hacer que nuestros hijos coman de todo

Cómo hacer que nuestros hijos coman de todo

Muchas veces los padres, en especial quienes tenemos niños de entre 3 y 6 años de edad, nos tiramos de la cabeza a la hora de comer porque los pequeños rechazan los alimentos que les ofrecemos. ¿Cómo estimularlos para que acepten nuevos sabores y coman de forma saludable?
Durante la infancia, los niños (que están creciendo y que además tienen un gasto de energía muy grande) necesitan incorporar una gran cantidad de nutrientes y vitaminas. Y para ello es fundamental que su dieta sea variada y equilibrada. Sin embargo, es muy frecuente que nuestros hijos rechacen alimentos como las frutas, las verduras o el pescado, y que quieran comer solamente pasta, pizzas o comida basura. Por suerte, son muchas las maneras en las que podemos incentivarlos a comer bien y que la hora de la comida no se transforme en un suplicio.

Hacer que participen

Ellos no van a aceptar comer frutas por más que uno insista en la importancia de las vitaminas para su nutrición. En cambio, probablemente los entusiasmemos más si ellos nos acompañan a elegirlas a la verdulería, les mostramos los diferentes colores y en casa nos ayudan a guardarlas en el cajón. También podemos hacerlos partícipes de la elaboración de la comida. Por ejemplo, en el caso de las frutas ellos pueden ser los encargados de cortarlas en trozos pequeños y preparar una macedonia.

Eliminar las tentaciones

Muchos solo quieren comer hamburguesas, embutidos, fiambres o alimentos procesados. Estas comidas tienen exceso de grasas, además de conservantes muy nocivos. Tampoco conviene que tomen golosinas, sobrecargadas de azúcar, lo que puede llevar a la aparición de caries o incluso a la obesidad infantil. Lo mejor es, en casa, no tener esas comidas que no son buenas para su salud. Tampoco hay que prohibirlas, pero sí restringirlas todo lo posible. Además, si nuestros hijos suelen comer estas cosas entre horas, seguramente se sienten a la mesa sin hambre.

Predicar con el ejemplo


Los hábitos alimenticios también se aprenden por imitación. Es nuestra responsabilidad hacer que la hora de la comida sea un momento ameno de comunicación familiar. ¡Mejor no encender la televisión! Además, un niño que ve que su papá se niega a comer verduras, tendrá más motivos para rechazarlas. En cambio, si nos ven comer de todo a nosotros los mayores, seguramente se sientan incentivados a probar mayor variedad de alimentos.

domingo, 8 de febrero de 2015

Cómo ayudar a nuestros hijos a enfrentarse a un examen

Cómo ayudar a nuestros hijos a enfrentarse a un examen

Nuestros hijos van creciendo y los exámenes cada vez son más complicados y tienen más importancia. No vamos a cuestionar la validez de éstos, sino a dar unas pequeñas pautas que los ayudarán a resolverlos de la mejor manera. (Estoy suponiendo que el examen se ha preparado, así que si no es así no hace falta continuar leyendo).
  • Una primera lectura rápida para tener una primera impresión, (en ella detectaremos las preguntas que nos sabemos mejor, las que menos, etcétera).
  • Valoración objetiva, debemos establecer el orden de respuestas, dependiendo de la puntuación (la que más puntos nos da) y la que mejor nos sabemos. Empezamos por la que más puntúa sabiendo que es la que más no va a exigir (tanto en dificultad, extensión y tiempo, así que valoremos  estos aspectos).
  • Establecer los tiempos que vamos a dedicar a cada respuesta y controlarlos, siempre dependiendo como hemos dicho antes de la puntuación y por supuesto de lo qué sabemos al respecto. Para llegar lo antes posible al aprobado.
  • Hacer una valoración de la puntuación que creemos que vamos a sacar en cada respuesta, esto nos ayuda un poco con el estrés normal que provoca un examen, sobre todo si llegamos al aprobado.
Cuando ya tenemos controlado todos estos parámetros, empezamos el examen. Con otros consejos.

  • Lectura profunda dónde la concentración tiene que ser máxima para llegar a la mejor comprensión.
  • Realización del examen, aquí es muy importante buscar una redacción clara, sobretodo en cuanto a la caligrafía y el tamaño de la letra. No olvidemos de utilizar el registro adecuado a un examen y la coherencia del redactado. Por supuesto la ortografía debe ser correcta.
  • Repasar, una vez finalizado el examen revisamos nuevamente la ortografía y damos “color” al examen con los subrayados, marcamos las palabras clave o destacamos los puntos importantes. Antes de entregarlo nos cercioramos de que hemos cumplimentado correctamente todos los datos que se nos piden, nombre, apellidos, fecha…