Asistentes reconocieron el problema del consumo de sustancias alucinógenas. Aseguraron que es un tema de salud pública que afecta a jóvenes sin distinción de estrato o condición social.
Una fiesta de estudiantes de colegio en una casa parece normal, hasta que asisten 150 menores de edad a consumir drogas y alcohol. No es la trama de una película, es el panorama de la adolescencia en Manizales, con excesos y sin control, según José Orlando Herrera, director de Bienestar Estudiantil del Colegio San Luis Gonzaga.
"Quisimos salir al paso al fenómeno del consumo de sustancias alucinógenas y alcohol, debido a la oferta de rumba en la ciudad. Ampliamos una mesa de trabajo en Prevención Integral e invitamos a otros colegios", explica Herrera.
El lunes de la semana pasada se reunieron el secretario de Educación de Manizales, Juan Carlos Gómez; el intendente Francisco Javier Palacio, de la Policía de Infancia y Adolescencia de Caldas; el juez de menores y penal para adolescentes, Olmedo Ojeda Burbano, psicólogos y representantes de 18 instituciones educativas oficiales y privadas.
A prevenir
El objetivo de la charla fue generar un primer espacio de trabajo para la prevención en los jóvenes. Una conclusión fue la desarticulación de los núcleos familiares como eje de la formación en valores y en la prevención en los menores.
"Ayer tuvimos una primera reunión con los integrantes de la mesa, la misión es trabajar y replicar en los colegios. Se recrudeció la situación, cada ocho días es en un lugar diferente", precisó Herrera.
La mesa de Prevención Integral se reunirá en un plantel diferente cada semana para planear estrategias precisas.
Conclusiones
* Compartir las experiencias de prevención para que ayude a los padres de familia
* Ausentismo de padres de familia, permisividad.
* Incluir a los padres en la vida escolar de los estudiantes.
* Formar a los docentes para identificar, tratar y controlar.
* La Policía se comprometió a trabajar más fuerte.
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