La mitomanía puede ser síntoma de ciertos desórdenes mentales. A este tipo de personas hay que enfrentarlas y hacerles saber que no se les cree.
Diferencie el mentiroso natural del mitómano, quien sufre un trastorno de personalidad. Convivir con este último es complicado. Eduque al niño para evitar la condición en el adulto. Conflicto.
Mentir por esconder el porqué del retraso de la entrega de un trabajo escolar no representa mayores alteraciones en la convivencia dentro de un grupo social. Sin embargo, faltar a la verdad y engañar de manera reincidente desde la infancia hasta la adultez, por este y otros asuntos, puede estar dando cuenta de un serio problema psicológico.
"Este tipo de mentira puede estar asociada con el trastorno de personalidad sociopática. Ahí la persona es mala por naturaleza. No solo dice mentiras, destruye objetos, está buscando hacerle el mal a la gente y solamente piensa en el beneficio propio", dice Mauricio Castaño, médico psiquiatra.
El especialista resalta que todos hemos dicho mentiras alguna vez, porque hacemos cosas que nos dan pena o no son bien vistas. Asegura que decirlas no significa que se es malo, que en ese punto es algo normal. Plantea que permanecer en esa conducta es lo complicado y que se debe dejar de hacer a medida que crecemos.
El mitómano regular fantasea en un mundo propio en el que vive solamente él. Inventa cosas y se las cree. No le importa si con esto hace mal o fastidia a sus iguales. Miente para sentirse superior y si de paso puede generar envidia o abrirse camino lo disfruta aún más.
Convivencia
"El estar cerca con un mitómano puede dar lugar a muchos conflictos de convivencia. Llegan a decir una cosa y hacen otra, siempre se van a excusar y nunca van a reconocer las fallas. Estar cerca de ellos puede ser bastante desgastante": puntualiza Felipe Castro, psicólogo clínico.
Castro señala que la persona que dice mentiras tiene problemas de autoestima y que con estas trata de equiparar la personalidad o cosas que no tiene. Expone que este comportamiento es bastante nocivo y que puede influir negativamente en las distintas esferas en que se desenvuelva el mentiroso.
"Difícilmente se les tiene confianza", argumenta Castaño. Añade que esto se torna complicado si el escenario son las relaciones de pareja o familiares, porque nadie les cree lo que dicen. "En los noviazgos causan demasiado daño", resalta el médico.
Identifíquelo
Castro subrayó que no siempre se les detecta: "A veces uno no se da cuenta de si le están mintiendo o no. Lo que pasa es que en ciertas ocasiones se observan personas que son mentirosas compulsivas. Es decir, que cada vez lo dicen con más credibilidad".
El psicólogo manifiesta que la mejor manera de detener dicha conducta es confrontándolos para hacerles caer en cuenta de que las cosas no son así como ellos las dicen.
Etapas
Castro advierte que las mentiras en los niños se empiezan a notar cuando los padres son muy autoritarios, aquellos que les exigen que sean perfectos generándoles una gran presión. "El miedo a estos y a sus represiones los llevan a mentir", recalca.
El psicólogo menciona que en la adolescencia el motivo de la mentira cambia. Dice que en esta etapa suelen engañar para ser aceptados en un grupo de amigos. Afirma que en esta etapa se suele afianzar el problema y que se agrava en la adultez si no se tiene una buena orientación.
Tratamiento
"Si la mentira parte de una personalidad sociopática generalmente no buscan tratamiento, porque no lo ven normal. No creen que tienen un problema y continúan así. Por lo regular terminan en la cárcel o con serios líos penales", enfatizó Castaño.
El psiquiátra concluye que cuando llegan a tratamiento se les puede generar una terapia psicoterapéutica, con la que se busca que la persona que los atienda les enseñe la importancia de un valor básico en la sociedad como lo es la verdad.
Para detectar a un mentiroso
El blog 'Comunicación no verbal: lo que nos cuentan' habla de unos tips para detectar un mentiroso a través del lenguaje corporal:
* Mantienen poco contacto visual.
* Por lo regular miran a la izquierda.
* Tienen cambios de postura.
* Son insistentes con tocarse la nariz. Se la tapan, a veces también lo hacen con la boca.
* Sonríen más.