Las empresas manufactureras en todo el mundo están buscando constante innovación y preservación del medio ambiente. Esta es la apuesta de Braskem, una empresa de Brasil que elabora material para calzado sostenible.
Braskem revoluciona el calzado con zapatos hechos de caña de azúcar
La compañía Braskem, dedicada a la industria química y del plástico, calificada como la mayor productora de resinas de América, fabrica materias primas compuestas de caña de azúcar para que los diferentes fabricantes de calzado en el mundo puedan producir de una manera más sostenible e innovadora.
La resina hecha de caña de azúcar se está utilizando en sugarfootwear, una línea de calzado de la startup norteamericana Allbirds.
Además, este producto ha logrado llegar a los mercados de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y Canadá.
Según José Augusto Viveiro, director comercial de Químicos Renovables en Braskem, “esta primera forma de utilizar la resina es muy interesante ya que mezcla emprendimiento, sostenibilidad y proyección económica. Por ejemplo, la resina contribuye a la reducción de los gases causantes del efecto invernadero al capturar y fijar el CO2 durante su proceso productivo”.
En entrevista con Dinero, Viveiro resaltó que la idea de producir una resina compuesta de caña se ve directamente reflejada en la productividad económica de las empresas y en su impacto social. Además, Braskem ha venido desarrollando y aumentando su oferta de productos desde 2010 abordando segmentos como: comida, cuidado personal, cuidado del hogar, cosméticos, juguetes y bolsos.
“De esta manera, el calzado es apenas el primer formato de aplicación de este gran producto ya que también queremos implementar la resina en la industria automotriz y de transporte”, indicó el empresario.
Para lograr una producción de 200.000 toneladas de polietileno sostenible y amigable con el medio ambiente, que corresponde al volumen de la capacidad total de producción que tiene actualmente esta compañía, se requieren aproximadamente 65.000 hectáreas de caña de azúcar.
En una hectárea se pueden producir aproximadamente 82,5 toneladas de caña de azúcar, lo que permite elaborar 7.200 litros de etanol. Con este volumen de etanol, Braskem mantiene una producción de 3 toneladas de polietileno verde.
Desde el punto de vista financiero, esta firma brasileña cuenta con una producción anual de 20 millones de toneladas, incluyendo productos químicos y petroquímicos básicos, lo que la llevó a generar ingresos netos de $50.000 millones de reales en 2017.
La firma en la actualidad exporta a 100 países aproximadamente y opera en 41 unidades industriales que están ubicadas en Brasil, Estados Unidos, Alemania y México (donde sostiene una asociación con la compañía mexicana Idesa).
Hay que decir que Braskem registró un ebitda de $3.200 millones de reales (Unos US$877 millones) en el segundo trimestre de 2018, un resultado que la entidad califica como positivo ya que fue 20% superior al registrado durante el primer trimestre de este año y 5% mayor al reportado en el mismo trimestre de 2017.
La ganancia neta de esta compañía fue de $547 millones de reales, una cifra fuertemente afectada por la desvalorización cambiaria.
La industria está cada vez más interesada en acomodarse a las nuevas formas de consumo, especialmente, aquellas que buscan la preservación del medio ambiente por medio de la optimización y reutilización de recursos.
