El desmayo, síncope o lipotimia es una pérdida del conocimiento más o menos completa, de presentación súbita, seguida de recuperación total al cabo de pocos segundos. El trastorno se debe a una disfunción circulatoria que provoca un déficit en la irrigación sanguínea del cerebro, cuyo origen puede ser diverso: emociones intensas, ayuno prolongado, permanencia en ambientes calurosos y cerrados, etc. El tratamiento básico consiste en favorecer la llegada de sangre al cerebro.
¿Cuáles son los signos previos al desvanecimiento?
- Mareo
- Visión borrosa
- Palidez
- Sudoración fría
- Náuseas
- Debilidad
- Pérdida de equilibrio
- Obnubilación mental
¿Qué debo hacer si advierto que el niño presenta signos previos al desmayo?
- Siéntalo en una silla, con las piernas separadas, y coloca su cabeza entre las rodillas.
- Mantenlo en dicha posición durante varios minutos. Deja que se levante, poco a poco, cuando se sienta mejor. Si al intentar incorporarse persiste algún síntoma, repite la maniobra hasta que se recupere por completo.
Y si el niño se desmaya, ¿qué hago?
- Tiéndelo en posición horizontal, boca arriba, y eleva sus piernas para que queden a un nivel superior al de la cabeza.
- Afloja las prendas de vestir, especialmente el cuello y el cinturón.
- Si el ambiente está cargado, abre las ventanas para ventilarlo.
- No permitas que se incorpore hasta que adviertas que está plenamente recuperado.
- Tampoco le ofrezcas nada de beber hasta que no se haya recuperado por completo.
- En caso que la pérdida de consciencia sea completa y se prolongue, sitúalo en la posición lateral de seguridad, controla sus signos vitales (respiración, pulso) y llama al médico de inmediato.