A lo largo de mi vida,
siempre he deseado encontrar las palabras exactas, justas y francas para
describir a la mujer, no sólo porque yo sea una mujer, sino también por las
mujeres que a diario se cruzan por mi vida:
Mujer madre, mujer hija, mujer hermana, mujer
amiga; y estás tú: la mujer que lo puede todo, y tú, la mujer que no puede
nada.
Me encuentro contigo: Mujer que no puedes nada
y bajas la cabeza ante el maltrato. Mujer que no puedes odiar
porque tienes un corazón frágil, débil. Mujer que todo lo perdonas, porque
amas.
Me encuentro contigo:
Mujer que lo puedes todo cuando amas, cuando trabajas y cuando sueñas. Lo
puedes todo y pones de manifiesto tu corazón de acero, para defender a tu
prole, para pelearle a la vida y al mundo para llenar a tus hijos de amor
infinito.
Mujer que sin tener un calendario ni un reloj,
sabes el tiempo exacto para llorar, y sabes el tiempo exacto para reír y haces
girar el día gris al compás de la luz, para alumbrar el camino de los que
amas. Mujer que no eres bella porque te aman, eres bella porque te
dejas amar.
Mujer que detienes el
mundo, para que su girar no te alcance, pero mueves tu mundo con una mirada,
con un suspiro con tus sueños de mil colores y luchas por hacerlos realidad.
Mujer que mueves tu mundo con una mirada de
amor, y miras pasar la vida y dejas que se te escape, para que otros puedan
vivirla y ser felices.
Mujer que no te dejas vencer con una derrota y
tienes tanto que decir y das la palabra fuerte y firme para encontrar una
solución.
Mujer que te llenas de
fuerza y te echas sobre los hombros las cargas ajenas, y las llevas con
valentía al final del día, agotada, exhausta, pero tienes el tiempo necesario y
justo para alzar tus cansados ojos, para contemplar las estrellas, la luna, y
te vas a tu lecho para el descanso y te levantas al esplendor de un nuevo día,
renovada y llena de valor, confiesas tus temores y tus sueños, tus deseos de
ser la novia, la esposa, la madre, la amiga, la hermana y la hija y todo queda
reducido a cinco letras: mujer.
LAS MUJERES
Las mujeres tienen fuerzas
que asombran a los hombres:
Ellas cargan niños,
penas y cosas pesadas.
Las mujeres esperan una
llamada por teléfono de su hombre avisando que llegó sano y diciéndole que la
extraña.
Ellas trabajan como
niñeras, amas de casa, abogadas, maestras, ingenieras y solucionan disputas
entre niños y vecinos.
Usan trajes, vaqueros,
uniformes y minifaldas.
Las mujeres recorren largos
caminos para conseguir la mejor escuela para sus hijos, y la mejor atención
para la salud de su familia.
Ellas no aceptan un "No" como respuesta cuando están convencidas que
hay una solución.
Las mujeres escriben una carta de amor a su
hombre y saben pedir perdón y perdonar.
Son inteligentes y saben de su poder.
Saben que un abrazo, un beso y un te amo pueden sanar un corazón roto.
Una mujer puede lograr, que una mañana, una
tarde o una noche romántica sean inolvidables.
Las mujeres vienen en
todos los tamaños, colores y formas; viven en casas, cuartos, cabañas.
Ellas corren, manejan, caminan o usan e-mail.
El
corazón de una mujer es lo que hace girar el mundo.
Todo lo que ellas quieren es un abrazo, un beso, una caricia, una llamada.
Las mujeres tienen mucho que decir y mucho que dar.
La belleza de la mujer no está en la ropa que
lleve, la figura que tenga o la forma en que se peine.
La belleza de una mujer debe verse en sus
ojos, a través de ellos, porque es la puerta del corazón, el lugar donde el
amor reside, y se refleja su alma.
Es
el cuidado que ella le da a la pasión para estar con el hombre que ama.
Es el cuidado que ella le da a su
amado cuando está enfermo o cuando le prepara una taza de té en las noches de
invierno.
La belleza de una
mujer con el paso de los años crece hasta el infinito.
FELIZ DIA DE LA MUJER